Le ha costado dificultades al presidente Gustavo Petro armar su equipo de altos colabores. De hecho, el propio mandatario contó, cuando llegó a la Casa de Nariño, que la lista de altos cargos era bien extensa. Al día de hoy, incluso, hoy hay vacantes por llenar como el Sistema de Medios Públicos RTVC, en donde no hay gerente.
A esta situación se suma la salida de una docena de altísimos funcionarios, algunos de ellos se han ido dando un portazo. El más reciente fue el de Javier Pava Sánchez, quien, se anunció, deja de ser el director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo y Desastres (UNGRD). En su lugar estaría Luis Fernando Velasco como director encargado. Eso sí, trascendió que Velasco, que es el consejero para las regiones y estará al frente de la UNGRD mientras el gobierno nombra a otra persona, no dejará sus responsabilidades en la Consejería.
El cambio en el gabinete llega días después de que la Procuraduría General de la Nación anunciara que abriría una investigación en contra de Pava Sánchez por las inundaciones de La Mojana, en Sucre y Bolívar. Según la entidad, el entonces director de la UNGRD habría incumplido sus funciones de prevención y atención de la emergencia.
A él se suman los tres ministros a los que el propio presidente pidió irse: Alejandro Gaviria (Educación), Patricia Ariza (Cultura) y María Isabel Urrutia (Deportes). Gaviria dijo que su salida se dio tras la filtración del documento firmado por él y otros del gabinete en el que se hacían reparos a la reforma de la salud propuesta por el Gobierno. Desde ese momento, él sospechó “que algo iba a pasar” aunque, aseguró, que nunca lo filtró. "¿Por qué se fue del gobierno'?, se le preguntó. "Yo no me fui, me echaron", ironizó.
La ministra Urrutia, sin embargo, no se fue de inmediato, sino que se quedó unos días en los que firmó en un tiempo récord 226 contratos. Andrés Idárraga, secretario de Transparencia de la Presidencia, informó:
“Encontramos en total 442 contratos y convenios por un valor superior a los $ 35.000 millones. De allí se puede resaltar que, desde el 27 de febrero, donde se informaba la salida de la señora Urrutia, se celebraron 226 contratos por $ 26.500 millones”, aseguró Idárraga.
Ariza, por su parte, reveló que duró un mes buscando una cita con el presidente Petro y que no logró.
También se fue la viceministra de Asuntos Multilaterales de la Cancillería, Laura Gil. Su caso destapó una serie de choques con su jefe, el canciller Álvaro Leyva.
Asimismo, se marcharon Hernando Bayona, viceministro de Educación Preescolar, Básica y Media; y Flor Esther Salazar, viceministra de Empleo y Pensiones, quien estaba a cargo de la reforma pensional.
La analista Daniela Garzón, politóloga de la Fundación Paz y Reconciliación, Pares, lamentó la ida de ambos por considerar que no solo eran un aporte importante al Gobierno, sino que su caso refleja una inestabilidad que afecta la consecución de políticas públicas.
"Siempre es preocupante que el Gobierno no pueda armar un equipo de gobierno consistente, después de tardar meses en tener el equipo de viceministerios completos, particularmente con salidas como la de Flor Esther Salazar o Hernando Bayona. Los caminos recorridos respecto del know how y de la experiencia se pierden cada vez que una persona sale de un alto cargo, y eso le cuesta a un gobierno que va contrarreloj para tratar de cumplir su agenda de cambio", le dijo a EL TIEMPO la analista Garzón.
“Es una decisión que va en línea con mis valores éticos y profesionales en la medida en que considero que la elaboración del proyecto de reforma se ha venido dando de una manera poco responsable”, aseguró Salazar en su momento
La primera funcionaria en abandonar el gobierno fue la viceministra de Minas Belizza Ruiz, quien se marchó señalando a Irene Vélez, titular del ministerio, de elaboras informes falsos, hostilidad y poner funcionarios "a dedo" en juntas directivas que no cumplen con los requisitos técnicos que exige la ley.
De este ministerio también salieron el Viceministerio de Energía Giovanni Franco Sepúlveda, ingeniero de Minas y Metalurgia, magíster en Ciencias Económicas en la línea de recursos naturales y energéticos, y Doctor en ingeniería en Ciencia y Tecnología de Materiales de la Universidad Nacional.
Giovanni Franco se posesionó como viceministro de Minas el 21 de octubre de 2022 y duró en el cargo poco más de 4 meses. Dentro de sus funciones estaban promover la reforma del código minero, adelantar la revisión de los contratos mineros y crear un nuevo modelo de formalización, entre otras.
Luego salió Concepción Baracaldo, directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), envuelta en una polémica por ser la primera en recibir un regaño del presidente Petro, debido a las muertes de menores en La Guajira por desnutrición, y por, además, desconocer esta institución, vital para la protección de las niñas, niños y adolescentes. Ella contó en público que había asumido este cargo por recomendación de la primera dama, Verónica Alcocer.
Aunque formalmente estaba en condición de asesor, también se fue Pedro Santana, quien fue uno de los creadores del texto de la reforma de la salud -de hecho, en varias ocasiones se presentó como vocero de la iniciativa- y quien salió en medio de un escándalo porque, de una parte, mintió sobre títulos universitarios pues aseguraba que era sociólogo de la Universidad Nacional de Colombia y filósofo de la Universidad del Rosario, hecho que fue negado por ambas instituciones; y de otra, fue señalado de acoso sexual.
Una situación similar a la del profesor y escritor Víctor de Currea-Lugo, quien renunció como embajador designado en Emiratos Árabes Unidos, tras el escándalo por supuesto acoso sexual.
En conclusión, son una decena de funcionarios de distintos escenarios, lo que refleja que no es un asunto particular sino general. Y muestra la dificultades que ha tenido el Presidente para armar su gobierno
POLÍTICA