Los primeros pasos de la nueva relación entre Colombia y EE. UU.

La conversación que sostuvieron ayer el presidente electo, Gustavo Petro, y el mandatario de Estados Unidos, Joe Biden, sería el primer paso de una relación entre ambos países que tiene varios retos por delante.

Sobre la una de la tarde de ayer, el nuevo jefe de Estado informó de su primer diálogo con Biden, y la Casa Blanco confirmó algunos de los temas que hablaron.

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Esa sede presidencial manifestó que Biden invitó a Petro a trabajar de manera conjunta y “subrayó que espera trabajar” con él “para continuar fortaleciendo la cooperación bilateral, incluso en cambio climático, seguridad sanitaria e implementación del acuerdo de paz”.

El presidente de Estados Unidos le agradeció al líder de izquierda “la oportunidad de discutir la seguridad bilateral y la cooperación antinarcóticos”.

Finalmente, Estados Unidos reveló que durante la llamada, Biden y Petro acordaron que sus equipos hicieran un seguimiento y participaran directamente en los intereses compartidos.

El lunes, Petro informó de una primera charla de 20 minutos con el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, que fue la primera comunicación del nuevo mandatario con el gobierno de EE. UU.

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Para varios analistas, la relación de Colombia con Estados Unidos es uno de los principales temas que tendrá que manejar el nuevo presidente colombiano. Michael Weiner, asociado sénior de la consultora estadounidense Albright Stonebridge Group (ASG), afirmó que la relación bilateral tiene unas bases fuertes. “Colombia seguirá siendo un socio estratégico clave de los EE. UU. en la región”, afirmó el experto.

Weiner aseguró que así como Petro ha sido crítico de los enfoques adoptados por ambos países en materia de seguridad y lucha contra el crimen organizado, “su victoria requerirá un enfoque diferente a estos esfuerzos por parte de los Estados Unidos”.

“Es probable que una istración de Petro revise políticas como la extradición y la erradicación de la coca en las zonas rurales”, advirtió en analista.

Otro de los asuntos que estarán en la agenda bilateral –y regional– será, sin duda, el manejo de las relaciones entre Colombia y Venezuela, rotas desde 2019.

Durante su campaña, Petro insistió en que esos nexos deben restablecerse y habló de la necesidad de normalizar el tránsito por la frontera.

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En este sentido, Weiner explicó que si bien el restablecimiento de las relaciones de Colombia con Venezuela podría llevar a una mayor tensión con Estados Unidos, la istración Biden ha reconocido la necesidad de ser más flexible y pragmática con su enfoque hacia el país vecino.

Y esta agenda regional del presidente electo también tendría que pasar por Nicaragua, país con el que existe un diferendo limítrofe que está en manos de la Corte Internacional de La Haya.

En un reciente pronunciamiento, el tribunal manifestó que debe haber un acuerdo entre los dos países para definir ciertos aspectos de la frontera marítima, algo en lo que, posiblemente, avanzaría Petro.

No se sabe qué postura asumiría Estados Unidos en este caso, tomando en cuenta que el gobierno nicaragüense está en manos de Daniel Ortega, quien, para algunos países, es un dictador de izquierda.

Hace un par de días, Brian Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de EE. UU., le dijo a este diario que el Gobierno estadounidense desea iniciar una “conversación sobre prioridades compartidas y cómo podemos trabajar juntos para generar mejoras para la región y sus habitantes y para ayudar a las clases trabajadoras y a los más necesitados”.

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REDACCIÓN EL TIEMPO