En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Exclusivo suscriptores
Rafael Nieto Loaiza: 'Vengo teniendo serias diferencias con el presidente Uribe'
El exviceministro hace duras críticas al jefe del uribismo y cuestiona sus mensajes hacia Petro.
Rafael Nieto Loaiza, exviceministro. Foto: Carlos Ortega. EL TIEMPO
El exviceministro uribista y excandidato presidencial por el Centro Democrático Rafael Nieto Loaiza tiene serias preocupaciones sobre los mensajes que está enviado el expresidente Álvaro Uribe Vélez hacia el presidente Gustavo Petro.
Para Nieto Loaiza, quien desde las redes sociales se ha convertido en uno de los principales críticos del actual gobierno, un problema del Centro Democrático de cara a las elecciones regionales de octubre es el mensaje que "Uribe está dando hacia las bases del uribismo, que es un mensaje equívoco, porque no es un mensaje de oposición franca, clara, abierta el que quiere dar Uribe enfrente de Petro".
Además, revela en entrevista con EL TIEMPO que sigue "teniendo un respeto profundo y una iración, sin duda, que no cambiará por el presidente Uribe, pero también es verdad que vengo teniendo serias diferencias con él desde hace ya un tiempo largo que se expresan ahora". Y señala que, cuando Uribe habla, opaca a sus congresistas.
Sobre el gobierno Petro, dice que el discurso del cambio se quedó en discurso tras los escándalos de la familia presidencial y que este es "un Gobierno que se ejerce a través de Twitter, que improvisa, de manera permanente, pero que en su charlatanería marca la agenda permanentemente".
Estoy reforzado mi papel de opinador con una columna que se publica en la mayoría de los periódicos regionales y, además, haciendo parte de la mesa de trabajo de RCN Radio. Eso, por un lado. Por el otro, jugando también un papel de control político a través de las redes sociales, sobre todo en mi cuenta de Twitter; y trabajando, recorriendo el país, en el propósito de construir una gran coalición de oposición.
Por fin llegaron Petro y el incompetente del @mindefensa Velásquez a Caucasia.
Tuvieron que estar ayer allá @AlvaroUribeVel y el @CeDemocratico para que el par de arriba aparecieran. Si no, no van.
Lo he dicho hace rato: se les salió de las manos el país a estos chambones https://t.co/2OArcAzqW3
¿Y cómo se ha sentido en ese papel de opinador y opositor?
El papel de opositor no es nuevo, lo cumplimos, juiciosamente, durante la istración del presidente Juan Manuel Santos. Y, de manera parcial, digamos, haciendo crítica, no en el rol de opositor en el estricto sentido, pero haciendo una crítica aguda y permanente incluso durante la istración de Iván Duque, quien no era muy cercano a mí. Tenía grandes diferencias con algunas de las políticas de Duque. Así como aplaudí algunas de sus gestiones, también fui muy crítico en otras, en particular con lo relacionado con la paz y la seguridad, así como la lucha contra el narcotráfico. No es nuevo para mí el rol de opositor.
No es una tarea sencilla, plantea un ejercicio muy desafiante porque es un Gobierno que se ejerce a través de Twitter, que improvisa, de manera permanente, pero que en su charlatanería marca la agenda permanentemente. Es muy difícil no estar opinando todo el tiempo sobre lo que Petro y su gobierno dicen y hacen. Todo el tiempo están generando un motivo, una razón, para ejercer la crítica. Es desafiante porque pone la agenda, para mal, pero la pone, y hacer un ejercicio que trascienda esa agenda para poder mostrar alternativas constructivas no es sencillo. No porque no haya propuestas desde este lado, las hay, y las hay muy serias, sino porque está la naturaleza del daño que hacen en su gobierno con las cosas que dicen, con las cosas que proponen y con las cosas que hacen. Es inevitable estar, permanentemente, alzando una bandera roja de advertencia, subiendo la voz, señalando cuáles son los riesgos y cuáles son los peligros de eso que están diciendo y haciendo el Gobierno.
¿Qué balance hace de estos primeros siete meses del gobierno Petro?
Muy mal en cuanto a los tres temas sustantivos. Déjeme empezar por lo que tienen relación con paz, seguridad y lucha contra narcotráfico. En ese primer pilar se nota, claramente, una improvisación. Por un lado, hay un fortalecimiento de las organizaciones criminales porque las decisiones que toma el Gobierno tienen ese efecto y, por el otro lado, un debilitamiento sustantivo de la Fuerza Pública. El resultado final: una mayor inseguridad y más indefensión de los ciudadanos, de los civiles.
Imágenes de la plaza de Bolivar en la posesión de Gustavo Petro como presidente de Colombia. Bogotá 7 de agosto del 2022. Foto MAURICIO MORENO EL TIEMP CEET Foto:
Lo que estamos viendo en el bajo Cauca, por ejemplo...
En el bajo Cauca, en Arauca, en el Caribe, en los santanderes, en el Cauca. Por donde lo mire, no es un fenómeno que esté solamente concentrado en el bajo Cauca, aunque sea ese el más actual hoy. Hay un problema enorme de debilitamiento de la Fuerza Pública a lo largo y a lo ancho de todo el país y de fortalecimiento de las organizaciones criminales.
¿Por qué dicen que se están fortaleciendo las organizaciones criminales y, por el contrario, se está debilitando la Fuerza Pública?
Las que fortalecen a las organizaciones criminales: suspensión de las tareas de erradicación, el replanteamiento de la figura de la extradición, la idea de la legalización de la coca, la apertura de negociaciones con organizaciones estrictamente mafiosas con todos los beneficios que ello supone, la solicitud de suspensión de órdenes de captura que benefician, incluso, a extraditables, un proyecto de ley de sometimiento a la justicia que es, claramente, una operación de lavado de activos y que, además, lo que supone al final es que decenas de delitos terminen en la impunidad. Agregue un cese del fuego que se supone que es bilateral, pero que en la práctica no lo es porque exige que la Fuerza Pública no enfrente a las organizaciones criminales, pero no les exige a las organizaciones criminales que dejen de delinquir ni que dejen de presionar a la sociedad civil. A todo esto, se suma un discurso del Gobierno dirigido en sostener en que debe de haber un perdón para los criminales como el camino para la reconciliación.
Me parece que se equivocó al no haberle dado la cabeza de lista a María Fernanda Cabal para el Senado, después de que se escogió a Óscar Iván Zuluaga como el candidato del partido
¿Y sobre el debilitamiento de la Fuerza Pública?
Hay un debilitamiento. Hubo una purga en la que salen más de 80 generales, que afecta tanto a las Fuerzas Militares como a la Policía, con un debilitamiento clarísimo del mando, un ministro de Defensa y un Presidente que no defienden ni protegen a esas Fuerzas Militares, ni las apoyan, sino que, permanentemente, las están humillando. Decisiones como la suspensión de las operaciones de apoyo aéreo y bombardeos que solo benefician a las organizaciones criminales. Órdenes confesadas por el Presidente de no darle apoyo a la Policía cuando se encuentra, por ejemplo, rodeada como ocurrió en Los Pozos, en San Vicente del Caguán. Todo esto ha llevado una enorme desmoralización. A eso se suma que es la primera vez en la historia, que yo conozca, que un ministro de Defensa pide que disminuyan el presupuesto.
¿Y qué opina sobre la economía? Es algo que preocupa bastante a la ciudadanía
Hay mensajes permanentes que minan la confianza de los inversionistas, que se han traducido en una salida importante de capitales. Hay una disminución de la confianza de los inversionistas y de los consumidores, una amenaza a mediano y a largo plazo sobre la estabilidad de las finanzas públicas por cuenta de la decisión de no firmar nuevos contratos de exploración y explotación de petróleo y de carbón, lo que supone que la mayor fuente de ingresos del presupuesto nacional esté claramente amenazada y, por lo tanto, la estabilidad de las finanzas públicas. Hay unas propuestas que se insinúan primero en borradores y después se plantean en blanco y negro que, claramente, van atacando al empresariado y poniendo en riesgo la generación de empleo y aumentando la informalidad, desde lo que se hace en materia de salud, que fue un desastre, como lo que se está insinuando se propone en reforma laboral y reforma de pensiones. El resultado al final es una inflación desbordada, una enorme devaluación y una amenaza para la estabilidad de las finanzas públicas.
Juan F. Cristo, Roy Barreras, Juan M. Galán, Paloma Valencia, Rafael Nieto, Gustavo Petro, Alejandro Gaviria, Juan C. Echeverry y Camilo Romero. Foto:@CesedUniandes
¿Entonces qué se puede esperar?
No tengo la menor duda de que el resultado para este año va a ser muy cercano a una contracción económica y que va a aumentar de manera sustantiva el desempleo. Ya se empieza a ver en las cifras de enero y febrero de este año, así que, en materia de economía, tampoco son buenas las noticias. Las noticias son malas y todo esto acompañado con la reforma tributaria más agresiva de nuestra historia, con la cual sacan de los bolsillos de los ciudadanos más de 20 billones de pesos que se van, como vamos, a malgastar.
Petro llegó al Gobierno con el discurso del cambio, pero algunos sectores dicen que se quedó en discurso. ¿Qué opina?
Ha demostrado que no corresponde a la realidad y que ese discurso quedó herido de muerte con las informaciones que tenemos de los actos de corrupción de Nicolás Petro y las acusaciones contra el hermano del presidente Juan Fernando Petro por la posibilidad de que se estén negociando beneficios económicos, jurídicos y políticos para los mafiosos a cambio de dinero. Esos dos hechos, más los otros que hemos sabido de problemas de corrupción, como el secretario General del DPS, lo que muestran es que el discurso del cambio es solamente un relato y que la lucha contra la corrupción no era sino un discurso de campaña. No me acuerdo de otro escándalo de la misma magnitud, jamás en Colombia, como el que se ve hoy envuelto Petro y su familia.
¿Qué opina de la llegada de las llamadas reformas del cambio? Todas están llegando a la vez, lo que implica una dificultad para su comprensión por parte de la ciudadanía.
Y tampoco los congresistas tienen tiempo, ni los partidos políticos para poder estudiar a fondo lo que se propone. Esa avalancha de reformas responde a una percepción confesada desde la Casa de Nariño: lo que no saquen en este primer año de Gobierno, difícilmente saldrá en el Congreso después.
Los 10 puntos claves de la reforma laboral Foto:Prensa Mintrabajo
¿Por qué cree eso?
Eso tiene una razón de ser: los espacios de gobernabilidad de Petro disminuirán de manera sustantiva después de las elecciones de octubre. Petro está jugando con el interés de los parlamentarios que controlan los partidos de ‘la U’, Conservador y Liberal en esas elecciones. Estos parlamentarios creen que hacer parte del Gobierno les va a significar un a burocracia y a contratos que les permitan una mejor posición para competir en las elecciones de octubre y, por esa razón, hacen parte de la coalición de Gobierno. Eso lo sabe Petro, pero sabe también que esa motivación, que es una motivación éticamente reprochable, que demuestra que esos partidos hoy dependen de los intereses de esos parlamentarios individuales y que abandonaron cualquier principio de ideología, la usan y por eso propone antes de que llegue la hora 0, el conjunto completo de las reformas que él cree que tiene que sacar adelante para hacer su programa de Gobierno.
Eso supone todo este bombardeo que, además, viene acompañado con mensajes de urgencia. La gente no valora la gravedad del mensaje de urgencia como está planteado ahora. El mensaje de urgencia debería ser una medida excepcional, lo que hace es que reduce de manera sustantiva la capacidad del Congreso para estudiar los proyectos. Y cuando se presentan varios de manera simultánea, como está ocurriendo ahora, reformas de tal profundidad y calado que afectan de manera importante los temas que se pretenden reformar, al final lo que tenemos es un Congreso, una opinión pública y una academia con enormes dificultades para ir al fondo de lo que se está proponiendo y hacer una evaluación profunda con propuestas alternativas a lo que el Gobierno quiere.
El precandidato uribista Rafael Nieto explicó que el camino para Colombia no es el socialismo, sino el capitalismo popular e incluyente. Foto:Carlos Capella / EL TIEMPO
¿Esto les abre la puerta a los micos?
Sin la menor duda y se presentan permanentemente. Porque usted agregue a las reformas laboral, de salud y pensional la ley de sometimiento a la justicia, reforma política, Plan de Desarrollo. Estamos hablando que se están tocando temas que son sustantivos para la estabilidad socioeconómica y política del país y que el Gobierno pretende sacar de manera atropellada, sin suficiente estudio y discusión, en el Congreso.
¿Cómo ve al Pacto Histórico de cara a las regionales? ¿Cree que va a ratificar su victoria de las presidenciales y el resultado positivo de las legislativas del 2022?
El Pacto Histórico está hoy metido en un serio enredo y eso se nota por varias razones. Por ejemplo, está demostrando que no sabe gobernar porque su discurso por el cambio y contra la corrupción se vino al piso y, por tanto, su relato quedó comprometido. Y porque, al final, una parte de los votantes por Petro, por el Pacto Histórico, hoy se muestran ya profundamente desencantados por Petro y su gestión y, por tanto, están abandonando las filas de votantes del Pacto Histórico. Así que uno tendría que pensar que para octubre, en las regionales, el Pacto Histórico sacará muchos menos buenos resultados de los que está esperando.
Hace cuatro años los alternativos, el centro y la izquierda, lograron ganar alcaldías como Bogotá, Medellín y Cali. Estos alcaldes han sido muy cuestionados. ¿Es una oportunidad para que la derecha vuelva al poder?
En las tres ciudades, además, en un ejercicio de división del centro y la derecha. Es decir, lo que ocurre es que en las tres ciudades ganan con el 34,35 por ciento candidatos de izquierda o centro-izquierda que pasan por la mitad de una división del centro y la derecha, que se presentan con dos candidatos y no uno solo. Aprovechan esa división y terminan ganando. Creo que en las próximas elecciones hay dos ciudades que terminan por ser vitales hacia adelante para el país y para el resultado de las elecciones del 2026, que son Bogotá y Medellín. Si la oposición de hoy no recupera Medellín, no gana en Bogotá, va a tener muchas más dificultades en el 2026.
En el encuentro estuvo presente también el senador Miguel Uribe. Foto:Presidencia
¿Y cómo ve las fuerzas para que ganen?
Creo que las oportunidades para ganar en ambas ciudades están, en el caso de Medellín, con una probable candidatura de Federico Gutiérrez, que está demorado en salir al ruedo. Y en el caso de Bogotá por una regla nueva que cambie la dinámica de la política bogotana que es la segunda vuelta. Hoy uno no ve ningún candidato de izquierda con posibilidades de sacar 50 por ciento más un voto en la ciudad. Y las divisiones tradicionales del centro y la derecha quedarán superadas después de la primera vuelta, porque ahí habrá un candidato del centro y la derecha que enfrentará al candidato de izquierda y ese candidato del centro y la derecha tiene muchas más posibilidades de ganar. Y ojo, insisto, no es un candidato de centro-derecha, es del centro a la derecha. De hecho, el candidato que tendrá más posibilidades será quien se sitúe más en el centro.
¿Y Cali?
Cali, en cambio, lo veo mucho más enredado porque no veo la capacidad del centro y la derecha de encontrar una candidatura única para enfrentar a esa alianza poderosa que hay entre Jorge Iván Ospina, Dilian Francisca y Roy Barreras. Eso no lo estoy viendo, de manera que Cali la veo embolatada, pero soy optimista en relación con Medellín y Bogotá. En el resto del país, muy seguramente vamos a ver candidatos de coalición del centro y derecha con posibilidades de ser exitosos.
¿Cómo ve el Centro Democrático? El expresidente Uribe lleva varios meses recorriendo el país, pero haciéndole más énfasis a Medellín y Antioquia.
El presidente Uribe es incansable, es un gran trabajador y hace un trabajo político permanente y eso merece todo el reconocimiento y todo el aplauso. El recorrido por las ciudades al que usted se refiere es resultado de una experiencia que fue muy exitosa, que fue la de la campaña presidencial del 2018, cuando el Centro Democrático hizo foros cada ocho días a lo largo y a lo ancho de todo el país. No me acuerdo cuántos hicimos, pero fueron más de medio centenar de foros recorriendo todo el país, abordando distintos temas. Esa experiencia exitosa la está tratando de replicar el presidente Uribe ahora. Pero, dicho esto, el Centro Democrático tiene algunos problemas que no sé si va a poder resolver bien para las elecciones.
El expresidente Álvaro Uribe junto a de su partido en un foro regional en Pereira, Risaralda. Foto:Centro Democrático
¿A qué se refiere?
El primero, es que el presidente Uribe está un tanto desdibujado por dos razones: desdibujado porque sigue pagando el precio del ataque sistemático que se hizo contra su imagen y su reputación por parte de la izquierda hasta la llegada de Petro al poder. En mi opinión injusta, pero evidentemente cierta, la erosión de la imagen del presidente Uribe. Ahí hay un primer problema.
¿Y el segundo?
Tiene que ver con el mensaje que el presidente Uribe está dando hacia las bases del uribismo, que es un mensaje equívoco, porque no es un mensaje de oposición franca, clara, abierta el que quiere dar Uribe enfrente de Petro. En este momento lo que se requiere es oposición abierta, contundente, clara, argumentada y respetuosa, por supuesto, pero firme. Y eso no se está viendo. Esta debilidad en el mensaje de Uribe va a afectar, en mi opinión, a la base uribista y las perspectivas de votaciones por el Centro Democrático.
He criticado ciertos avales en el @CeDemocratico. Muy buenos la mayoría, pero algunos incomprensibles.
Darle aval a los de las Farc es inexplicable. Ni su pasado violento ni sus ideas son compatibles con el CD.
La semana pasada usted cuestionó que Uribe le abrió la puerta para darles avales a desmovilizados de las Farc. ¿Se equivocó Uribe? ¿Por qué no comparte este llamado?
Efectivamente, yo vengo desde hace unos meses señalando públicamente lo que ya le he dicho al presidente Uribe en privado y son mis diferencias en algunas posiciones que el presidente Uribe ha asumido sobre el gobierno Petro. Las últimas diferencias vienen relacionadas con el episodio de la declaración que da en Caquetá, donde sostuvo que el partido era un partido humanista y que, en virtud de ese humanismo, deberían darse avales a los desmovilizados de las Farc que no fueran responsables de delitos atroces.
A mí me parece muy generosa la posición del presidente Uribe, pero equivocada. Aquí no se trata de cerrarles las puertas a los desmovilizados de las Farc que quieran hacer política, esa puerta está abierta, pero para esos desmovilizados ya hay una plataforma política que es la del partido Comunes, que es la del partido de las Farc y, por tanto, uno pensaría que lo lógico es que ese espacio de participación política de los desmovilizados de las Farc esté allá y no en el Centro Democrático, donde no compartimos ni su pasado violento ni su formación ideológica. Y, por el otro lado, está un hecho además cierto, en el Centro Democrático hay militantes con la trayectoria, la inteligencia, las ideas, las propuestas, los principios éticos y de trajo político para ser candidatos nuestros. ¿Por qué vamos a tener que salir a buscar nosotros o abrirles las puertas a los de las Farc? No es coherente con lo que somos y no es coherente con lo que debemos ser hacia adelante. Y, además, es injusto con nuestros militantes.
A pesar de las críticas sobre los avales y de algunas posturas hacia el gobierno Petro, ¿usted sigue firme en el partido y sigue firme con el expresidente Uribe?
Yo sigo teniendo un respeto profundo y una iración, sin duda, que no cambiará por el presidente Uribe, pero también es verdad que vengo teniendo serias diferencias con él desde hace ya un tiempo largo que se expresan ahora, en esta ocasión con los avales, pero que han tenido manifestaciones previas por distintos motivos. Me parece que el presidente (Uribe) se equivocó en algunos de los avales que dio para la lista del Congreso para las elecciones del 2022.
El precandidato Óscar Iván Zuluaga y los demás precandidatos presidenciales del Centro Democrático. Foto:César Melgarejo. EL TIEMPO
¿Por qué lo dice?
Me parece que se equivocó al no haberle dado la cabeza de lista a María Fernanda Cabal para el Senado, después de que se escogió a Óscar Iván Zuluaga como el candidato del partido. Me parece que se equivoca, y es mi opinión, por su puesto, en continuar con una propuesta de diálogos con grupos armados ilegales. Estoy convencido de que el país tiene que abandonar la idea de que la paz se hace sobre la base de entregarles beneficios jurídicos y económicos a los asesinos con la idea de que esos beneficios los van a obligar a dejar de matar. Lo que nos demuestra la historia es que eso no pasa, eso no ocurre. Al final de estos procesos solo hemos tenido un reciclaje de estos grupos armados y de sus liderazgos, pero no hemos tenido un cese de la violencia.
¿Qué ha dicho Uribe al respecto?
El presidente Uribe, sin embargo, mantiene la idea de que hay que abrir espacio a esos diálogos y por eso incentivó a José Félix Lafaurie para que hiciera parte de la mesa de los diálogos con el Eln, que creo que es un grave error. Eso se traduce para el Centro Democrático en una enorme dificultad para hacer oposición, porque le restringe su capacidad para hacerle crítica al proceso de paz que es aún más complejo, difícil y equivocado de Petro en comparación con el de Santos. Nos lleva a una paradoja: fuimos más fuertes en relación con el proceso de paz de Santos con las Farc que lo que estamos siendo ahora en el proceso de ‘paz total’ de Petro, que es mucho peor que el de Santos. Esto es un error. Y hay otra diferencia que tengo con el presidente Uribe: el presidente Urbe defiende una política de asistencia y subsidios como el mejor mecanismo para la superación de la pobreza en Colombia y creo que eso es profundamente equivocado, las asistencias y los subsidios deben darse solo cuando son estrictamente necesarios.
El Centro Democrático no se ve con una cabeza visible en el Congreso e, incluso se menciona que Cambio Radical, que era independiente, ha hecho más oposición que el uribismo. ¿Cómo analiza el papel del partido en el Congreso?
Creo que María Fernanda, que Miguel Uribe, que Paloma Valencia, que Paola, para dar unos nombres y otros que hay ahí, tratan, sinceramente, de hacer una oposición sistemática, seria y coherente al Gobierno, pero tienen varios problemas. Uno: cuando el presidente Uribe habla, los opaca. Eso es inevitable, se les disminuye la voz cada vez que el presidente Uribe habla y eso es un problema para ellos en su afán de mostrarse en el papel de liderazgos alternativos de oposición. Dos: como la oposición en el Congreso es tan débil, ellos, inexorablemente, se ven afectados por esa debilidad. Siguen siendo, excesivamente, fuertes las maquinarias de la coalición de gobierno y eso hace más difícil la tarea del Centro Democrático dentro del Congreso. Tres: están sufriendo el costo, el desgaste, de esta posición, a veces ambigua, a veces ambivalente, del presidente Uribe frente a Petro. Porque en la medida en que el presidente Uribe da estos mensajes que, repito, en mi opinión son equivocados y equívocos, termina afectándolos a ellos, a quienes les cuenta un enorme trabajo salir a desmarcarse con lo que el presidente Uribe dice.
Para terminar, ¿piensa lanzarse para algo en estas elecciones o, por ahora, se quedará opinando?
Ni para la junta de istración del edificio en el que vivo.