Yesenia Bedoya (Medellín, 1982) trabajó y estudió desde pequeña y así se pagó su carrera de Derecho. Al tiempo, su madre, quien ha trabajado en los sectores de confección y aseo, y su padre, conductor, laboraban para suplir las necesidades del hogar.
Bedoya es la líder del comité ‘Medellín me pertenece’, con el que busca revocar al alcalde de esa ciudad, Daniel Quintero. Ella asegura que él tiene una política “de división social y de sembrar el odio de clases” y que tiene un “patrón”, que no sería de esa región, que lo manda a “incendiar la ciudad”. EL TIEMPO habló con ella.
¿Cuál es la principal razón para revocar a Daniel Quintero?
Lo más crítico, además de los incumplimientos y el desfalco que le está haciendo a Medellín, es cómo está destejiendo el tejido social. Medellín no era una ciudad agresiva y los ciudadanos, independientemente de la orilla política, teníamos una convergencia. La ciudad se convocaba en torno a Medellín. Hoy en día, los ciudadanos están en pelea. Daniel Quintero llegó con esa política de división social y de sembrar el odio de clases.
¿Qué piensa de lo que ocurrió con EPM?
Él generó una crisis con la renuncia en pleno de la junta. Recién posesionado como alcalde, su discurso era que EPM iba a la quiebra, que estaba llena de corrupción, y hace poco un concejal le preguntó a la gerente de EPM si había denuncias o rastros de corrupción y dijo que no.
¿Quién cree que es el patrón de Quintero, que lo “mandó a incendiar la ciudad”?
Eso habría que preguntárselo a él, porque ha brincado por más de cuatro partidos políticos; entonces, dirimir quién es su patrón real es difícil porque no tiene lealtades. Eso sí, él tiene que tener a alguien, porque entonces de dónde iba a sacar recursos para una campaña, cómo hizo él para entrar a las comunidades más violentas de las laderas de Medellín donde hay fronteras invisibles y ni siquiera la Policía puede entrar, quién lo ayudó a él a entrar a esas comunidades. Él tiene que tener a alguien y no debe ser de Medellín.
¿Por qué le da tan duro a Diana Osorio, esposa del alcalde?
Ella se muestra como una gestora social y sale en Twitter a decir que la ciudad no les pertenece a los ciudadanos, a retuitear cuando el primo de ella les dice momias a los ciudadanos y a decir que Pablo Escobar está vivo, haciendo alusión a que los ciudadanos somos ‘Pablos Escobares’.
Una pelea jurídica muy fuerte con la Registraduría Nacional, el Consejo Nacional Electoral y el Ministerio de Salud
A pesar de sus motivos, a Quintero en las encuestas le va muy bien en cuanto a su favorabilidad, incluso algunas lo ponen con el 68 por ciento de aprobación...
Federico Gutiérrez en su mal momento no bajó de 82 por ciento de aprobación. Toca mirar cuánto es la muestra de esas encuestas, porque cómo le van a ir a preguntar a la gente en Cúcuta sobre el alcalde de Medellín. Sí vamos a medir la percepción de un alcalde hay que preguntarle a las personas que son gobernadas por el alcalde, que tienen la percepción de seguridad, de basura, de organización y de infraestructura.
Te doy otro dato. Hace dos meses unos empresarios de Medellín hicieron una encuesta y se fueron de puerta en puerta y recogieron por comuna una muestra de 1.400 personas, y tenemos 16 comunas, y la favorabilidad de Daniel en esa encuesta que fue contratada por privados estaba en un 43 por ciento.
¿Qué sigue en el proceso?
Una pelea jurídica muy fuerte con la Registraduría Nacional, el Consejo Nacional Electoral y el Ministerio de Salud.
¿Por qué?
La audiencia se celebró el 23 de marzo y al día siguiente el Consejo Nacional Electoral tenía que enviar un acta de la celebración de la misma a la Registraduría. Después de esa acta, la Registraduría tiene tres días adicionales para entregar las planillas de recolección de firmas.
Pero el Gobierno suspendió ese trámite...
Sí, aduciendo problemas de bioseguridad por la pandemia de coronavirus. Entonces tenemos que entrar en una pelea jurídica para desvirtuar a la Registraduría porque no puede seguir congelando derechos políticos universales. Además, la recolección de las firmas se puede hacer con bioseguridad.
LUISA MERCADO
REDACCIÓN POLÍTICA