Clítoris, más que placer / Sexo con Esther

Aunque el clítoris ha sido considerado como el único órgano humano que tiene como única función desencadenar sensaciones de placer –tarea que además es producto de la evolución del organismo femenino–, algunas investigaciones le suman otros papeles en el proceso reproductivo.

(Siga leyendo: Una vacuna para el sexo seguro)

De hecho, una investigación publicada en Clinical Anatomy deja ver que en esta amigable estructura –presentada en público desde el año 1500– se fusionan el goce y la conservación de la especie de manera tan funcional como imperceptible, tanto que esta relación ha pasado de agache a pesar del abultado conocimiento acumulado desde entonces sobre la anatomía y la fisiología de la planta baja.

(Además: Masturbación por invitación)

Pues dice el citado estudio que antes de que el clítoris llegue a su máxima expresión en términos de disfrute durante el aquello, ya habrá logrado activar los sistemas cerebrales vinculados con la excitación, los mecanismos de recompensa, la memoria, el comportamiento y la cognición que adoban la actividad sobre la cama y que terminan por desencadenar cambios en las dependencias genitales que favorecen la fecundación de un óvulo.

(De su interés: La duración de una relación sexual)

En concreto, se insinúa que esto conlleva, entre otras cosas, a aumentar el flujo sanguíneo y con ello la oxigenación del área, una elevación de la temperatura y la lubricación, a lo que se suma –como lo describe la revista– “un cambio rápido en la posición del cuello del útero que adapta su entrada y alarga el camino para que el semen no se desplace y se diluya tan rápido y así los espermatozoides puedan moverse y activarse de la mejor manera para cumplir con su labor".

Por supuesto que estos hallazgos no desmejoran la imagen de este gran aliado que por algo tiene más de 8.000 terminaciones nerviosas capaces de provocar poderosos orgasmos, de los cuales todas las mujeres pueden dar cuenta.

(Lea también: Masturbación analgésica)

Así que estos estudios y los que vengan, lo que logran es reconocerle al clítoris su gran capacidad para permitir que el aquello sea en sus mejores formas placentero. Mis respetos y agradecimientos. Hasta luego.

ESTHER BALAC

Para EL TIEMPO