Aunque es difícil reconocer si se padece de esta enfermedad, además de la verificación del médico especialista, existen algunos signos y síntomas tempranos que según la Fundación Nacional de párkinson de Estados Unidos pueden orientar sobre su presencia. Aclaro que no se trata de asustar y menos si alguno de ellos se presenta por separado, pero la intención es que si hay más de uno procure consultar.
Temblor. Si se le mueven los labios, el mentón o alguna parte del cuerpo, incluso cuando intenta relajarse, párele bolas. Pero también tenga presente que un temblor puede ser normal después del ejercicio o por otras causas.
Olores. Si bien el sentido del olfato puede cambiar por una gripa, estas molestias desaparecen. Sin embargo, si al oler ciertos alimentos o algunas sustancias usted nota que no las puede identificar prenda un bombillito de alarma.
Rigidez. Si experimenta que alguna parte del cuerpo se frena o siente que sus pies se le quedan pegados al piso o si alguien le dice que lo ha notado tieso, consulte. Recuerde, eso sí, que algunas enfermedades como las artritis pueden presentar estos síntomas.
Hay que prestar atención a síntomas como la falta de expresión en el rostro
Voz baja. Si le han dicho que habla muy pasito, al punto que algunas personas le insinúan que eleve la voz, no eche esto en saco roto. Recuerde que los cambios en la voz por lo general regresan a la normalidad después de una gripa, pero si persisten, consulte.
Como una máscara. La falta de expresión en la cara es un signo característico del párkinson, de ahí que si le han comentado que se ve enojado, serio o aburrido, así su estado de ánimo sea otro, téngalo presente. Así mismo, si ha disminuido el parpadeo. Ahora, no olvide que algunos medicamentos también pueden causar esto.
Mareos. Los mareos y los desmayos pueden ser síntomas de presión arterial baja, la cual está relacionada con la enfermedad de Párkinson. En ese sentido, si súbitamente siente que se le va la luz o pierde el conocimiento o el equilibrio por un instante, piense en ello.
Letra pequeña. Si ha notado que el tamaño de su letra ha disminuido significativamente y al parecer hace más fuerza sobre el papel puede ser que esto se relacione de alguna manera con el párkinson, mucho más si se presenta de manera repentina.
Despertarse. Las personas con párkinson generalmente tienden a moverse mucho en la cama, patean o incluso lanzan puñetazos cuando están dormidos, todo porque los movimientos repetidos durante el sueño profundo son una característica de la enfermedad, tanto que las personas pueden caerse de la cama y despertarse en el suelo, elementos que vale la pena revisar.
Por último. Si alguien le dice que se está encorvando o que al pararse su postura ya no es la misma, también si tiene estreñimiento y su genio cambia sin ninguna razón vale la pena recoger todos estos síntomas y darse una pasada por el médico.
CARLOS F. FERNÁNDEZ
Asesor médico de EL TIEMPO