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Noticia

¿Cuándo ir al médico en caso de dolores menstruales insoportables? Las causas y síntomas de alerta

'Ningún dolor es normal', señala el doctor Juan Diego Villegas, en entrevista con EL TIEMPO.

Shot of unhealthy young woman with stomachache leaning on the couch in the living room at home.

Shot of unhealthy young woman with stomachache leaning on the couch in the living room at home. Foto: iStock

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PERIODISTA DE CIENCIAActualizado:

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Sentir dolor no es normal. Esa parece ser una frase que a simple vista tiene mucho sentido. Sin embargo, gran parte de los 190 millones de mujeres y niñas que en el mundo sufren de endometriosis han normalizado cada mes sentir dolor al menstruar, uno que incluso puede llegar a ser intenso e incapacitante, venir acompañado de náuseas, y afectar por completo las actividades diarias de quienes los padecen.
Y es que, como explica el doctor Juan Diego Villegas, ningún dolor, ni grande ni pequeño, se trate o no de endometriosis, debería ser normal “Tener dolor no es normal. Las mujeres no deberían tener dolor durante la menstruación, esto no les debería afectar en su actividad cotidiana, ni las debería incapacitar, así como tampoco es normal tener dolor con las relaciones sexuales”.
Villegas ha dedicado las dos últimas décadas a entrenarse en alternativas de tratamiento para las mujeres que sufren dolor pélvico y que, hasta hace poco, recibían diagnósticos precarios y cirugías que las mutilaban y no les ofrecían necesariamente una solución a sus síntomas. Un trabajo que fue reconocido recientemente por el Instituto de Obstetras y Ginecólogos del Colegio Real de Médicos de Irlanda, al nombrarlo miembro honorario.
Fundado en 1654, Colegio Real de Médicos de Irlanda, otorga este reconocimiento como la más alta distinción a un profesional que ha demostrado un compromiso excepcional con la práctica médica, los derechos sexuales y reproductivos, y la salud de la mujer. EL TIEMPO habló con el doctor Villegas sobre su experiencia en estos temas y sobre los retos que aún presenta el tratamiento del dolor pélvico de las mujeres en el mundo, un campo en el que todavía persisten los interrogantes sobre sus causas y tratamientos.
El doctor Villegas fue reconocido recientemente por el Instituto de Obstetras y Ginecólogos del Colegio Real de Médicos de Irlanda, al nombrarlo miembro honorario.

El doctor Villegas fue reconocido recientemente por el Instituto de Obstetras y Ginecólogos del Colegio Real de Médicos de Irlanda, al nombrarlo miembro honorario. Foto:David Coleman/ Colegio Real de Médicos de Irlanda

Cuénteme de su carrera. ¿Por qué eligió la ginecología y decidió enfocarse en el dolor pélvico?

Mi papá era médico, ginecólogo, y eso obviamente me llevó en ese camino inicialmente. Soy médico rosarista y después hice mi especialidad como gineco-obstetra también en la Universidad Rosario. Regresé a Pereira en el año 1998 y empecé a tener la actividad general de ginecología y obstetricia y a hacer mucha laparoscopia porque era una técnica en ese tiempo novedosa, por esa razón empecé a recibir muchas pacientes remitidas que tenían dolor pélvico.
En esa época, todas las pacientes con dolor se hacían una laparoscopia diagnóstica. Y muy pronto, a comienzos de los 2000, descubrí que no se les ofrecía nada, las opciones de tratamiento eran muy pocas. No sabíamos mucho cuáles eran las causas, por qué tenían dolor, qué opciones teníamos de tratamiento, realmente esas pacientes estaban desatendidas. Por esa razón empecé a buscar opciones para entrenarme en específicamente ese tema. Y tuve la suerte, el honor y el privilegio de poder hacer un fellowship de dolor pélvico crónico y laparoscopia en Birmingham, Alabama (EE.UU.), con uno de los pioneros mundiales en el tema: Paul Perry, fundador de la Sociedad Internacional de Dolor Pélvico (International Pelvic Pain Society).
Cuando terminé, él me ofreció la posibilidad de quedarme a trabajar en Estados Unidos, pero preferí volver a Pereira en el 2004. Finalmente, en el 2009, con la llegada del doctor José Duvan López empezamos lo que hoy es Algia, que es la Unidad de Laparoscopia Ginecológica Avanzada de Dolor Pélvico. Que se ha convertido en un centro de entrenamiento y de construcción de conocimiento muy importante. Entrenamos médicos especialistas que quieren aprender técnicas de punta en cirugía ginecológica y que quieren aprender más acerca de las pacientes que tienen dolor.

¿Cómo podemos entender el dolor pélvico crónico y cuál es su panorama en Colombia y en el mundo?

El dolor pélvico crónico es una condición extremadamente frecuente. El 25 por ciento de la población lo tiene o lo ha tenido en algún momento. Eso es un número muy grande de pacientes. El gran problema es que es una condición que se entiende poco, que se estudia poco y en el que las pacientes están desatendidas porque ellas mismas, los prestadores de salud y el sistema en general, la sociedad, normalizan tener dolor, minimizan los síntomas y las pacientes terminan teniendo que resistir sin diagnóstico y tratamiento.
Es una condición que, además, es multicausal, quiere decir que menos del 10 por ciento de las pacientes que tienen dolor pélvico crónico no tienen una sola causa de dolor. Una forma fácil de explicar es que si usted tiene cinco cosas que le duelen, pero yo le hago diagnóstico y le doy tratamiento solamente a una, pues las otras cuatro no van a dejar mejorar a las pacientes. Por eso es tan importante hacer un diagnóstico completo y hacer un tratamiento integral de todas las causas del dolor.
Es una condición muy frecuente que adicionalmente tiene una inversión de recursos y dinero menos grande que otras condiciones para investigación y que hace que no solamente las mujeres que tienen dolores se vean afectadas, sino una gran parte de la sociedad. Las mujeres son el centro y motor de la sociedad. Una mujer que tiene dolor y no trabaja, afecta a su familia y a su círculo cercano. 

¿Esa deuda de la ciencia con el dolor pélvico de las mujeres se está saldando o se mantiene?

Yo creo que por lo menos tenemos más conciencia de que eso sucede y creo que hemos crecido en el número de personas que quieren dedicarse a ver pacientes con dolor pélvico crónico. Las estadísticas de hace un poco más de 10 años eran realmente muy preocupantes. Una encuesta demostró que menos del 15 por ciento del personal de salud estaba cómodo o disfrutaba viendo pacientes con dolor pélvico crónico. 
Los prestadores no quieren ver a las pacientes porque los desgasta, porque no tienen las suficientes herramientas y conocimiento para poderlas atender, porque creen que se están inventando los síntomas o están locas y porque les han hecho ya otros tratamientos y no mejoran. Para la comunidad médica es frustrante porque las pacientes no mejoran con los tratamientos convencionales y para los pacientes es frustrante porque van donde los médicos y no les ofrecen respuesta. Creo que en los últimos años ha habido un crecimiento muy importante acerca de la concientización de una condición específica que hace parte de las razones por las cuales las pacientes tienen dolor pélvico crónico.
Los cólicos menstruales muy dolorosos pueden ser síntoma de endometriosis.

Los cólicos menstruales muy dolorosos pueden ser síntoma de endometriosis. Foto:iStock

¿Qué dolor no es normal?

Ningún dolor debería ser normal. Tener dolor no es normal. Las mujeres no deberían tener dolor durante la menstruación, no las debería afectar en su actividad cotidiana ni las debería incapacitar. No es normal tener dolor con las relaciones sexuales. No es normal tener dolor en el abdomen y en la pelvis por fuera de la menstruación y que afecte la calidad de vida de las pacientes. 
Todos los síntomas dolorosos en esa área anatómica tan grande –el área de la pared abdominal, por debajo del ombligo, la pelvis, la cadera, las nalgas– los síntomas urinarios y gastrointestinales, todo lo que afecte la calidad de vida y que no permita que la paciente pueda tener una actividad regular, deben hacer pensar que algo no está bien y que hay que consultar.

¿Qué opina de iniciativas como la ley que se aprobó el año pasado para establecer lineamientos de las mujeres con diagnóstico con endometriosis?

La ley de endometriosis es una de esas pruebas de que los médicos hemos estado por debajo de la expectativa con respecto a la endometriosis y el dolor pélvico en general. Esta ley es una iniciativa de las pacientes. Las pacientes con dolor pélvico crónico se organizaron, llevan una trayectoria de varios años nadando contra la corriente para hacerse visibles y para buscar mejores opciones y finalmente, con la ayuda de varios profesionales que creemos que el empoderamiento de las mujeres es muy importante en este tipo de condiciones, terminó en la ley de endometriosis.
Creo que es una iniciativa muy importante y que ahora viene un reto mucho más grande, que es la forma en la que se va a desarrollar la ley, cómo van a ser las pautas nacionales para las guías, para el tratamiento, para el abordaje, cómo va a ser el apoyo logístico y financiero de la ley, ese es el siguiente reto. Creo que la ley es muy importante para las mujeres, les da mucha más visibilidad y la posibilidad de que la sociedad esté enterada de que las pacientes están sufriendo y siguen desatendidas.

¿Particularmente sobre endometriosis, qué tan lejos estamos de una cura o de entender por completo esa enfermedad?

Creo que todavía estamos lejos, por el mismo retraso que ha tenido el estudio de la enfermedad. Pero creo que estamos menos lejos que hace 20 años, porque cuando nosotros empezamos a hablar de dolor pélvico crónico y de endometriosis, nadie hablaba del tema, el diagnóstico era muy precario, no se sabía qué había qué hacer, las cirugías mutilaban a las pacientes y no necesariamente les ofrecían mejoría de los síntomas.
Creo que hoy la visibilidad de la enfermedad crece de manera exponencial, lo que ofrece que haya más gente interesada y sobre todo más recursos del personal, de investigación, económicos para buscar opciones de tratamiento. Sin embargo, hoy las opciones de tratamiento son fundamentalmente tratamiento médico con fármacos, hormonas y tratamiento quirúrgico, pero cuando crezca el entendimiento de la enfermedad vamos a poder buscar tratamientos que realmente sirvan para que la enfermedad desaparezca o para que esté controlada.

¿Qué ofrece Algia como respuesta a las mujeres que sufren de dolor pélvico?

Lo que la unidad ha construido es un sitio de atención integral que lo que busca es hacer el diagnóstico completo, porque la mayoría de las pacientes que están con dolor y no mejoran con los tratamientos que ya les han hecho, es porque no tienen el diagnóstico de todas las razones por las cuales tienen dolor. Y ofrecemos un tratamiento integral que no se basa exclusivamente en el medicamento o en la cirugía. 
Las pacientes que tienen dolor pélvico crónico, asociado o no a la endometriosis, necesitan un diagnóstico completo y un abordaje que incluya manejo médico con fármacos, terapia física, evaluación por nutrición, abordaje de la salud mental, terapia sexual y sobre todo, tener claras las metas del tratamiento, que no es la curación, es tener una vida social, laboral y física normal. Algunas van a tener algunos síntomas residuales o algunos días de crisis, otras van a estar muy bien, pero lo más importante es que logremos estar en un punto donde las pacientes puedan tener una actividad cotidiana y donde pueden ser funcionales.

¿Qué significa para usted el reconocimiento del Colegio Real de Médicos de Irlanda?

Es un reconocimiento muy especial que solamente se hace a dos personas en el año, y que busca exaltar a personas que han dedicado su tiempo a la investigación, la construcción del conocimiento y, en mi caso, a trabajar y promover la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Me honra mucho y adicionalmente le da visibilidad a los médicos del país en las esferas internacionales.
REDACCIÓN SALUD

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