Dentro de pocas horas, luego de varios meses de incertidumbre, el Gobierno radicará ante el Congreso de la República el proyecto de ley de Reforma a la Salud que busca reestructurar el actual sistema de salud en Colombia.
Si bien todavía no se conoce la totalidad del articulado que pretende reestructurar el sistema de salud colombiano, son varias las pistas que han dejado las entrevistas y los discursos de varios voceros al respecto.
En primer lugar, se sabe que la puerta de entrada al sistema de salud serán los Centros de Atención Primaria en Salud (CAPS), espacios de atención distribuidos por cada 25.000 habitantes. La idea es que todos los ciudadanos puedan registrarse en el CAP más cercano a su casa y los pacientes que requieran atención con especialistas serán remitidos desde el CAP a los centros hospitalarios de mediana y alta complejidad públicos, privados y mixtos que hagan parte de su red.
Los CAPS son un componente fundamental de la reforma porque uno de los pilares del sistema será la atención primaria en salud, que promete el cuidado de la salud de los grupos poblacionales en el territorio como función pública. Esto incluye las redes integrales de servicios de salud que concierne a hospitales, clínicas y centros hospitalizados públicos y privados para garantizar los servicios de la población.
En una entrevista con EL TIEMPO, Pedro Santana, vocero de la Comisión de Seguimiento a la Sentencia T-760 de 2008, dijo que "todas las personas y las familias se podrán registrar en estos centros y quienes requieran atención especializada serán remitidos a los centros de mediana y alta complejidad para que sean atendidos oportunamente".
Según se ha mencionado, se crearán redes integrales e integradas de salud conformadas por hospitales públicos, privados y mixtos que atenderán a la población remitida por los Centros de Atención Primaria (CAP) y a quienes la Adres les pagará directamente por sus servicios de acuerdo con manuales tarifarios únicos.
Este escenario supondría un cambio sustancial del modelo de la Ley 100 en la cual el Estado entregó el manejo de los recursos públicos de la salud al sector privado a través de unos intermediarios (las EPS) que son las que manejan los recursos públicos de la salud actualmente.
En este sentido, se ha discutido ampliamente a lo largo de los últimos meses cuál será el rol de las EPS en el sistema de salud que reestructura la reforma. Esto debido a que el proyecto busca que sea el Fondo Público Único y la Adres que es su a, quienes manejen estos dineros.
Si bien se creía que las EPS podían ser eliminadas, la semana pasada el Gobierno aclaró que aquellas entidades que tengan solvencia financiera tendrán un papel importante en la transición de un sistema a otro, aunque no se conocen mayores detalles.
Ante la preocupación que ha generado el posible giro directo a las IPS, se ha dicho que la reforma buscaría la creación de un sistema de información único que operará en línea y en tiempo real, donde quedarán consignadas todas las operaciones, actividades, contratos y prestaciones del sistema salud.
Por otro lado, en la entrevista con Santana, el vocero mencionó que un elemento fundamental de esta reforma es dotar a la Superintendencia de Salud de dientes, con capacidad para funcionar de manera descentralizada, con atención permanente 24 horas del día y un lapso de 72 horas para resolver quejas. Todo para que operadores y actores del sistema presten los servicios de salud con oportunidad y calidad.
Finalmente, un tema que se ha tocado ampliamente es la laboralización de los trabajadores de la salud. Puesto que un porcentaje amplio del personal sanitario está tercerizado, sin contratos laborales, sin prestaciones sociales o contratados por órdenes de prestación de servicios (OPS), una situación que podría repercutir en la calidad y la atención.
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