El adormecimiento y hormigueo en las extremidades, específicamente en las piernas y manos, es un síntoma común que puede ser causado por varias razones, desde situaciones inofensivas hasta condiciones médicas graves.
Según la Clínica Mayo, este síntoma se puede describir como una sensación de hormigueo, ardor, pinchazo o adormecimiento en las extremidades, y puede variar de leve a severo. Las posibles causas de esto son diversas.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS), una causa común es la compresión nerviosa, que puede ocurrir debido a una lesión, una hernia de disco, un tumor o una inflamación.
El síndrome del túnel carpiano, una condición en la que el nervio mediano se comprime en la muñeca, también puede provocar adormecimiento y hormigueo en las manos.
Otra causa puede ser la neuropatía periférica, una condición que daña los nervios periféricos que transportan señales desde el cerebro y la médula espinal hasta el resto del cuerpo.
De acuerdo con la Academia Estadounidense de Médicos de Familia, las causas de la neuropatía periférica incluyen diabetes, consumo excesivo de alcohol, lesiones, enfermedades autoinmunitarias, infecciones y exposición a toxinas.
En algunos casos, el adormecimiento y hormigueo en las extremidades puede ser un síntoma de una enfermedad más grave, como la esclerosis múltiple, el accidente cerebrovascular o la enfermedad de Parkinson. Por lo tanto, es importante buscar atención médica si este síntoma se presenta de manera persistente o empeora con el tiempo.
Médicamente hablando, el adormecimiento y hormigueo en las extremidades puede volverse peligroso si se asocia con otros síntomas como debilidad muscular, pérdida de control de la vejiga o el intestino, o cambios en el habla o la visión.
Estos síntomas pueden indicar una emergencia médica y deben ser evaluados de inmediato por un profesional de la salud.
Para prevenir el adormecimiento y hormigueo en las extremidades es importante mantener un estilo de vida saludable y evitar factores de riesgo, como el consumo excesivo de alcohol y el tabaquismo.
Según Mayo, también es recomendable hacer ejercicio regularmente y mantener una buena postura al sentarse o estar de pie durante períodos prolongados. Además, se deben tratar las afecciones médicas subyacentes que pueden causar este síntoma.
ANDRÉS FELIPE LEÓN MAFFIOLD
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO
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