De acuerdo con la Revista Colombiana de gastroenterología, en el país la prevalencia estimada de síntomas de reflujo en general es 11,98% para el total de la población. En un análisis realizado por ciudades, se determinó que Barranquilla presenta la frecuencia más alta (16,22%) y Bogotá, la más baja (10,75%).
El reflujo puede parecer una condición "inofensiva" del organismo, pero no lo es cuando se presenta constantemente. Además de ser muy común, es una afección muy incómoda principalmente por el ardor y la acidez en la boca del estómago o en el centro del pecho.
El reflujo de contenido del estómago al esófago es un proceso normal que se produce varias veces al día en personas sanas. Sin embargo, puede convertirse en un problema cuando se produce dolor al tragar, faringitis, tos y sinusitis crónicas, ronquera, dolor en el pecho no quemante –que puede hasta confundirse con un infarto–, asma, regurgitación de alimentos o incluso sensación de ahogo.
De acuerdo con expertos, el reflujo puede originarse por dos causas principales. Una es la el debilitamiento o relajación del esfínter esofágico inferior. Este músculo en forma de anillo se ubica en la unión del esófago con el estómago. Si el estómago se llena y este músculo se encuentra debilitado, se favorece el ascenso del contenido del estómago al esófago. Algunas de las dolencias más comunes relacionadas con esta afección son:
- Esofagitis (quemaduras en el estómago producidas por el ácido del estómago) y úlcera del esófago (una herida en la superficie de este órgano que tiene lugar cuando la esofagitis es muy intensa y la lesión profunda).
- Hemorragia, consecuencia de las dos anteriores lesiones.
- Estenosis o estrechamiento del esófago como consecuencia de la inflamación crónica del estómago, y que ocasiona dificultad para tragar.
- Esófago de Barrett, por el cual las células normales del esófago son sustituidas por células intestinales, que tienen un pequeño riesgo de degenerar en células cancerosas con el paso del tiempo.
- Acalasia, que se manifiesta de manera progresiva tras muchos años de patología en dificultad para la deglución de alimentos y líquido.
Se pueden comprar muchos medicamentos para la enfermedad por reflujo gastroesofágico sin receta. Sin embargo, si el paciente tiene síntomas que no desaparecen con medicamentos de venta libre debe consultar con un profesional de la salud que indicarán un tratamiento adecuado que, en algunos casos, podría contemplar una cirugía.
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