El sarro dental aparece cuando la placa que se forma en los dientes por la acumulación de bacterias se endurece y se convierte en un cálculo.
Mantener una higiene bucal adecuada y cuidar la alimentación son dos factores claves en la prevención de este problema de salud.
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, es fundamental cepillarse, por lo menos, dos veces al día para evitar la aparición del sarro dental.
Cada sesión de cepillado debe ser de al menos dos minutos, y recomienda usar un cepillo de cerdas redondeadas y crema dental con flúor, pero no muy abrasiva.
La placa de la que nace el sarro está formada por saliva y restos de comida, además de las bacterias que se alimentan de estos dos componentes.
Por eso es imprescindible el uso de hilo dental al menos una vez al día, y realizar chequeos cada seis meses en el dentista, para hacerse limpiezas periódicas y un examen oral.
A pesar de que esta placa bacteriana es invisible, una vez deposita sustancias minerales (como sales de calcio y fósforo) se endurece y adquiere un color marrón o amarillento.
Esa es la característica principal del sarro, con la que se le puede identificar fácilmente, aunque lo ideal es no esperar a que aparezca. Pero, ¿qué hacer cuando ya se tiene sarro?
Si este es el caso, lo primero que se debe hacer es acudir al dentista para que se haga una revisión y se confirme o descarte este diagnóstico, pues aunque este es producto de malas prácticas de higiene, una vez se forma ya no se puede eliminar con cepillados ni otras técnicas caseras.
De hecho, en internet hay muchos videos y blogs en los que prometen la cura para el sarro de forma casera y natural, pero este no es cierto. Es mejor abstenerse de seguir estos consejos que pueden no ser seguros, y acudir donde un profesional.
¿Cómo se elimina?
Una vez confirmado el diagnóstico de sarro dental, en una clínica dental se realiza una limpieza de boca o higiene bucodental, que es la única forma de eliminar el sarro, también conocido como tártaro.
En este procedimiento se utiliza un instrumental que se llama punta de ultrasonidos, con el que se limpia el sarro dental del esmalte de los dientes. Normalmente este se ubica debajo de la línea de las encías, y el procedimiento no requiere anestesia.
Los expertos recomiendan realizar esta limpieza una o dos veces al año, pues, contrario a lo que se cree, esta no desgasta el esmalte natural de los dientes.
Según el Instituto Nacional de Salud de EE. UU., también se recomienda hacer gárgaras con enjuagues bucales para identificar las zonas donde se acumula el sarro.
Mantener las comidas balanceadas también es fundamental para tener los dientes y encías saludables. Por eso se deben evitar los refrigerios entre comidas, sobre todo aquellos azucarados y ricos en carbohidratos.
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