El Superintendente Nacional de Salud, Ulahí Beltrán López, realizó este lunes una visita a los hospitales San Jerónimo, de Montería, y Sandiego de Cereté, para revisar las intervenciones que desde hace varios años están a cargo de agentes especiales designados por el ente de control en esas dos instituciones hospitalarias, y conocer en el terreno la gestión de sus interventores y equipos asesores.
“Me asiste el deber, el derecho también, de revisar cifras, condiciones, problemas que se vienen dando en las intervenciones, pero también evaluar el desempeño de las personas y eso es lo que hemos venido a hacer hoy”, dijo el Superintendente.
Además de recibir los reportes de los interventores, el Superintendente habló con los equipos más cercanos a ellos y con los trabajadores, tanto del área istrativa como asistencial, así como con representantes de los sindicatos.
“No vine a tomar una decisión frente a levantar una medida o a prorrogarla. Vine a enterarme personalmente, a constatar, a verificar. No nos fundamentamos en lo que se nos informa a veces de manera subjetiva, sino en lo que resulta verificable, para efectos de tener un panorama claro, y no simplemente opiniones”, respondió cuando le preguntaron cuándo van a ser levantadas las intervenciones.
Recordó que la intervención del San Jerónimo de Montería se vence en el próximo mes de agosto, pero aclaró que antes de esa fecha se pueden tomar decisiones y estas tienen que darse frente al desarrollo de la medida y frente al desempeño del interventor designado en ese hospital.
Al evidenciar que los dos hospitales requieren mejorar sus condiciones
financieras, el Superintendente recordó que el 33% de la cartera del San Jerónimo lo debe la Gobernación de Córdoba.
En su recorrido en ambos hospitales, Beltrán López también se ocupó de la búsqueda de soluciones a esos problemas de cartera y reveló que se generaron acercamientos con presidentes de EPS para que concilien, honren las deudas, haya prontitud en los pagos que se necesitan de manera urgente en los hospitales.
Lo que se ha evidenciado es que los hospitales tienen la voluntad de conciliar, pero algunas EPS tienen una actitud reiterativa, crónica, de no generar conciliaciones, dijo.
En ese sentido, frente a un acuerdo de pago entre Cajacopi EPS y el Hospital Sandiego de Cereté, se logró reducir el número de cuotas de 12 a 6, para que haya un impacto favorable en menor tiempo en la caja del hospital. También se dialoga con el presidente de la Nueva EPS para que haya un mejor flujo de recursos.
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