Hasta ahora, los datos de los estudios clínicos y lo que se ha visto de la vacunación por fuera de los protocolos de investigación han respaldado la eficacia y la efectividad de las vacunas para prevenir el desarrollo de las formas de graves de covid-19 entre quienes reciben las dosis. Es decir que si bien las personas inmunizadas podían adquirir el coronavirus, la vacuna evitaba el desarrollo de síntomas en la mayoría de los casos.
Y una de las principales expectativas que estaba por demostrarse, justamente, era si estas mismas vacunas lograban evitar los contagios, como en el caso de algunos biológicos contra enfermedades que tienen la misma forma de transmisión.
Ese efecto fue observado dos semanas después de la primera dosis en el estudio, realizado con 4.000 trabajadores sanitarios entre el 14 de diciembre y el 13 de marzo.
En concreto, el estudio incluyó médicos, enfermeras, emergencistas y otros trabajadores de la salud de Arizona, Florida, Minnesota, Oregón, Texas y Utah.
Los resultados mostraron que el riesgo de infección se redujo en un 90 por ciento entre las personas que recibieron las dos dosis recomendadas; que comenzaron a tener un efecto protector incluso después de la primera inyección, al reducir el riesgo de contagio en un 80 por ciento dos semanas después.
“Estoy entusiasmada de compartir información sobre este nuevo estudio dirigido por los CDC (...), que evalúa la efectividad de las vacunas de Pfizer y Moderna a la hora de prevenir las infecciones”, anunció la directora de los CDC, Rochelle Walensky, en una rueda de prensa.
“Este estudio muestra que nuestros esfuerzos nacionales de vacunación están funcionando”, agregó Walensky.
“Las vacunas autorizadas de ARNm contra el covid-19 proporcionaron una protección temprana y sustancial en el mundo real contra la infección para el personal de atención médica de nuestra nación, los de emergencias y otros trabajadores esenciales de primera línea”, señaló.
Estos resultados se suman a un creciente cuerpo de evidencia de que las vacunas no solo detienen la enfermedad sintomática, sino también la infección misma, lo que las convierte en una herramienta importante para frenar la propagación del virus.
El estudio continúa en curso y ahora los científicos buscarán secuenciar el virus en los casos de contagios que se documentaron en el marco del estudio pese a la vacunación para comprender mejor por qué.
UNIDAD DE SALUD
*Con información de AFP y EFE