La ‘reina’ del fraude electoral continúa fugitiva

Aida Merlano es ficha clave de maquinaria electoral fraudulenta que puede echarse a andar en 8 días.

Panfleto con el cual buscan a Aída Merlano. Foto: Fiscalía

19.10.2019 21:31 Actualizado: 20.10.2019 05:19

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La Corte Suprema no tiene dudas de que la excongresista Aida Merlano era uno de los eslabones clave de una poderosa maquinaria criminal dedicada al fraude electoral en la costa Atlántica.

Por eso, su fuga, que ya completa 20 días, tiene en máxima alerta a autoridades que vigilarán la jornada electoral del 27 de octubre en esa zona del país.

Para los investigadores del caso es claro que la estructura ligada a Merlano venía funcionando desde hace varios años a lo largo de los cuales eligieron alcaldes, gobernadores y congresistas, incluida la propia fugitiva.

Además, que poderosos clanes la venían ‘aceitando’ con recursos para no perder poder electoral. De hecho, en la condena a 15 años a Merlano se se compulsó copias para que la Fiscalía indagara a 17 personas.

Allí aparecen el empresario Julio Gerlein y el senador Arturo Char.

De hecho, el empresario Gerlein ya está siendo procesado por este caso.

Operativo de Policía y la Fiscalía en la sede política de Aída Merlano. En el lugar se hallaron certificados electorales y dinero en efectivo. Foto:Vanexa Romero / EL TIEMPO

La evidencia recaudada por la Fiscalía dejó al descubierto un sofisticado sistema de compra de votos, digitalizado.

De hecho, ejercían un control de los votantes a través de un sistema electrónico de identificación de ciudadanos que coordinaban desde la ‘Casa Blanca’, la residencia de Merlano en Barranquilla.

Ese sistema tenía talonarios impresos con el nombre del líder que se encargaba de comprar el sufragio. Además, la inscripción de la cédula junto con un código QR y letras de cambio para pagarles a los sufragantes. Incluso, contaban con códigos de barra de la cédula de cada persona para saber dónde estaba registrado su documento de identidad.

A pesar de la sofisticación, también usaban mochileros, que pagaban a la salida de los puestos de votación. El paradero de Merlano aún se desconoce, pero su maquinaria se podría echar a andar el próximo domingo.

Por ahora, su defensa apeló la condena.

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