Una reciente publicación de investigadores de la Universidad de Columbia Británica (UBC, por sus siglas en inglés), en Canadá, habría resuelto un gran interrogante que se ha tenido sobre la forma en que se alimentan ciertas
ballenas.¿Cómo es posible que no se ahoguen luego de ingerir grandes cantidades de agua para atrapar krill o plancton? Esto fue lo que descubrieron.
Cetáceos como la ballena azul o la ballena jorobada, para alimentarse, usan la técnica de arremeter contra su presa, acelerando a gran velocidad y abriendo la boca para engullir agua y krill, explica un artículo de la UBC.
Muchas veces el volumen de agua y krill que estos animales ingieren puede ser mayor que el de su propio cuerpo, cuenta la doctora Kelsey Gil, investigadora postdoctoral del departamento de zoología de la institución y líder del equipo que hizo el descubrimiento.
En el proceso de alimentación, el agua es filtrada por las barbas de ballena -que son láminas elásticas de queratina que reemplazan los dientes en estos animales-, por lo que a los cetáceos solo les queda engullir el krill.
¿Pero cómo hacen, entonces, para no ahogarse mientras expulsan el agua?
Los investigadores descubrieron que las ballenas que se alimentan de esta manera tienen un 'tapón oral'. "Se trata de un bulbo carnoso en la boca que se mueve hacia atrás para sellar las vías respiratorias superiores durante la alimentación, mientras que su laringe se cierra para bloquear las vías respiratorias inferiores", dice la UBC.
Ese tapón, por lo tanto, evita que el agua entre a los pulmones de los animales. La institución explica que los humanos tenemos un sistema similar, formado por la epiglotis y el paladar blando, para evitar que algo llegue a nuestros pulmones mientras nos alimentamos.
"No hemos visto este mecanismo de protección en ningún otro animal, ni en la literatura. Gran parte de nuestro conocimiento sobre las ballenas y los delfines proviene de las ballenas
dentadas, que tienen vías respiratorias completamente separadas, por lo que se han hecho suposiciones similares sobre las ballenas que se
alimentan de embestida”, expresó la doctora Gil.
Para el estudio, publicado en la revista 'Current Biology', los investigadores diseccionaron ballenas en Islandia en 2018. Dice la BCU que, generalmente, en la exploración de la anatomía de estos animales, se trabaja con ejemplares que han muerto por varamientos.
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