Todo lo que nuestros ojos pueden ver en los cielos y en nuestro mundo cotidiano, desde lunas diminutas hasta galaxias masivas, desde hormigas hasta ballenas azules, constituye menos del cinco por ciento del universo. El resto está oscuro.
Aproximadamente el 27% es materia oscura, la fuerza invisible que mantiene unidas a las galaxias y la red cósmica, mientras que el 68% es energía oscura, lo que hace que el universo se expanda a un ritmo acelerado.
Por eso científicos del mundo están realizando experimentos como Lux-Zeplin (LZ) que se encuentra a un kilómetro y medio bajo tierra y es el detector de materia oscura más sensible del mundo, con una sensibilidad 50 veces superior a la de sus predecesores como mínimo.
Este grupo internacional de científicos acaba de anunciar que el detector de materia oscura más sensible del planeta entró en funcionamiento y ya se encuentra trabajando en la búsqueda de este elemento nunca antes visto, dicen los expertos en el sitio web oficial del experimento LUX-ZEPLIN (LZ).
Los científicos están seguros de que esta materia invisible constituye la mayor parte de la masa del Universo y dicen que no estaríamos aquí sin ella, aunque no saben qué es. La carrera por resolver este enorme misterio se lleva a cabo en las profundidades de una antigua mina de oro a un kilómetro y medio bajo tierra en Lead, en Dakota del Sur, Estados Unidos.
Hasta ahora, el dispositivo LZ no ha encontrado rastros de la materia oscura pero avanzan con calma pues saben que disponen de cinco años para su investigación. Además, el detector está sirviendo para filtrar la mayor parte de la radiación que esperaban bloquear.
"Para buscar este tipo de interacción tan poco frecuente, la primera tarea es deshacerse de todas las fuentes ordinarias de radiación, que saturarían el experimento", dijo el físico Carter Hall, de la Universidad de Maryland.
Otros grupos que avanzan en el tema
Algunos resultados inexplicables del experimento XENON1T en Italia pueden haber sido causados por la energía oscura, y no por la materia oscura para cuya detección fue diseñado el experimento.
Un estudio publicado en Physical Review D., dirigido por investigadores de la Universidad de Cambridge, construyó un modelo físico para ayudar a explicar los resultados, que pueden haberse originado a partir de partículas de energía oscura producidas en una región del Sol con fuertes campos magnéticos, aunque se requerirán experimentos futuros para confirmar esta explicación. Los investigadores dicen que su estudio podría ser un paso importante hacia la detección directa de energía oscura.
"Sabemos mucho más sobre la materia oscura, ya que se sugirió su existencia ya en la década de 1920, mientras que la energía oscura no se descubrió hasta 1998", dijo en un comunicado el doctor Sunny Vagnozzi del Instituto Kavli de Cosmología de Cambridge, el primer autor del artículo.
"Los experimentos a gran escala como XENON1T (instalado en el subsuelo bajo las montañas de los Apeninos) han sido diseñados para detectar directamente la materia oscura, mediante la búsqueda de signos de que la materia oscura 'golpee' la materia ordinaria, pero la energía oscura es aún más esquiva".
Para detectar la energía oscura, los científicos generalmente buscan interacciones gravitacionales: la forma en que la gravedad arrastra los objetos. Y en las escalas más grandes, el efecto gravitacional de la energía oscura es repulsivo, aleja las cosas unas de otras y acelera la expansión del Universo.