Con la reactivación del volcán Cumbre Vieja fue inminente que la lava, que se tornó más fluida, cayera al mar, lo que ocurrió finalmente la noche del 29 de septiembre en una zona de acantilados en la costa de Tazacorte.
Una situación que expertos científicos habían explicado en detalle sobre los impactos medioambientales y de salud pública que dicho fenómeno podía implicar.
Dentro de los primeros efectos previstos de que la lava incandescente cayera al mar estaban fuertes explosiones y la liberación de gases tóxicos, principalmente. Pero existen otros efectos de mediano y largo plazo que la ciencia explica.
Los cálculos iniciales del Instituto Vulcanológico de Canarias hablaban de unos 11 millones de metros cúbicos de lava los que albergaría el volcán Cumbre Vieja, aunque nuevas previsiones hablan de entre 17 y 20 millones de metros cúbicos, lo que aumenta la preocupación de las autoridades por los efectos de las erupciones.
Efecto de la lava al caer al mar
Un primer efecto es el que los expertos del Servicio Geológico de EE.UU. denominan como 'laze' (una mezcla entre 'lava' y 'haze' o neblina. Se trata de una nube de humo compuesta por partículas finas de ácido clorhídrico y vidrio, altamente peligrosas para la piel y los ojos de las personas.
Adicional, el viento puede llevar estas nubes altamente tóxicas a zonas de la isla donde ni siquiera ha llegado la lava, por lo que la recomendación urgente, cuando la lava del volcán cayó al mar, fue la de mantenerse en encierro total en casa.
Afortunadamente en este caso la nube tóxica no supuso daño o peligro para las personas, dado que se ha mantenido dentro de la zona de exclusión (solo obligó a evacuar a quienes estaban en las inmediaciones con autorización para retirar enseres y productos perecederos) y emanó de la zona de plataneras en la que había amoniaco y tricloruro de boro, entre otros componentes.
Otros efectos de la lava en el mar
Otro efecto de que la lava de un volcán caiga al mar tiene que ver con el impacto en la vida marina.
Principalmente se verán afectados el lecho marino y su ecosistema, algas, corales y pequeños crustáceos y peces, quienes se cree fueron arrasados por el impacto de los más de 1.000 grados de temperatura de la lava del volcán Cumbre Vieja entrando al mar.
Aunque por experiencias previas, ese impacto logra recuperarse casi totalmente y la vida marina vuelve a florecer luego de unos meses y años.
Para estudiar estos efectos sobre los ecosistemas marinos una vez pase la emergencia, los científicos españoles antes de la caída al mar de la lava realizaron una batimetría del "punto cero" en el que ahora se acumula el material volcánico, los que serán comparados con los cambios que están sucediendo por cuenta de la lava.