El pasado 4 de junio, el presidente Iván Duque anunció en su cuenta de Twitter la designación de Tito Crissien Borrero, actual rector de la Universidad de la Costa, como nuevo ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación en reemplazo de Mabel Torres, quien está a la cabeza de esta cartera desde su creación en diciembre de 2019.
Con el pasar de los días la respuesta de diferentes organizaciones de la comunidad científica y académica del país no se hizo esperar frente a este nombramiento. El primero en darse a conocer fue un comunicado de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales en el que expresaron “extrañeza y desaliento” ante la designación del barranquillero, debido a su participación comprobada en plagio de documentos académicos.
Desde la rectoría de la Universidad de la Costa, Crissien había tenido que enfrentar un sonado caso de plagio que el año pasado salpicó a varias Instituciones de educación superior en el que la compañía editorial IOP Publish retiró de su repositorio 23 artículos vinculados con esta falta, a la que también se ha relacionado artículos en los que el nuevo ministro aparece conectado como coautor.
Por ejemplo, en el portal de la editorial Springer aparece una nota de retractación vinculada con el artículo Differential Evolution Clustering and Data Mining for Determining Learning Routes in Moodle, relacionado con los autores Amelec Viloria, Tito Crissien Borrero, Jesús Vargas Villa, Maritza Torres, Jesús García Guiliany, Carlos Vargas Mercado, Nataly Orellano Llinas y Karina Batista Zea.
La nota dice que en el capítulo 18 “los editores se han retractado de este artículo de la conferencia porque contiene material que se superpone sustancialmente con el contenido traducido de otro artículo por diferentes autores. Los autores Amelec Viloria, Tito Crissien Borrero, Jesús Vargas Villa, Maritza Torres, Nataly Orellano Llinás y Karina Batista Zea están de acuerdo con esta retractación; los autores Jesús García Guiliany y Carlos Vargas Mercado no han respondido a ninguna correspondencia del editor o editorial sobre esta retractación”, información que se puede consultar
aquí.
La respuesta de Crissien llegó el 7 de junio. En un comunicado a la opinión pública, señaló que el contenido de los artículos académicos cuestionados fue remitido directamente por el investigador a la editorial sin autorización del uso de su nombre como coautor y al enterarse de la retractación solicitó el retiro sin obtener respuesta, por lo que decidió emprender un proceso legal asesorado por la firma de abogados Boden Rechtsanwalte.
Todavía hay que buscar una conciliación para que se retire mi nombre de todos estos artículos en los cuales me vi involucrado sin autorización.
“No han dado la versión final, así que estoy esperando. No es un caso que está resuelto al 100 por ciento, pero ya está andando y tiene competencias legales, no demandas. Todavía hay que buscar una conciliación para que se retire mi nombre de todos estos artículos en los cuales me vi involucrado sin autorización”, manifestó en diálogo con EL TIEMPO el nuevo ministro.
Pero los reclamos de la comunidad científica no pararon ahí. La Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia (AvanCiencia) también se pronunció sobre la designación de Crissien como ministro en una carta abierta dirigida al Presidente de la República en la que le transmitieron al mandatario su preocupación por la participación del de empresas y MBA como coautor en artículos como el titulado 'Emisiones de carbón, efectos adversos para la salud humana asociados con el papel de las nanopartículas ultrafinas y los controles de ingeniería resultantes' (2018).
"De nuestra experiencia de más de 10 años liderando procesos de pares evaluadores en las universidades colombianas, no hemos detectado investigadores con tal capacidad de trabajo multidisciplinario", dice el comunicado en el que se señala, además, que dado que las investigaciones de nanopartículas de carbón requieren de gran conocimiento en química inorgánica, no se entiende el rol que pudo haber jugado alguien con la experiencia de Crissien.
La respuesta del ministro designado sobre su rol en estas publicaciones a los medios de comunicación fue que su participación en este tipo de proyectos, en los que se forman equipos interdisciplinarios, es hacer una introducción comprensible y las conclusiones, mientras que de los métodos se encargan los científicos.
Un asunto de ética
Si uno ha participado en una investigación lo ha hecho de comienzo a fin
Pero en ambos casos, el de plagio y la participación en estudios alejados a su campo de formación, sus respuestas no han sido suficientes para estas dos agremiaciones científicas. Para Enrique Forero, presidente de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, no se trata de una justificación creíble decir que no se le informó sobre su inclusión como coautor en las publicaciones señaladas de plagio.
“Si uno ha participado en una investigación lo ha hecho de comienzo a fin, normalmente todos los coautores ven qué es lo que se va a publicar”, explicó. Según el experto, a esto se le suman los mensajes que usualmente envían las revistas para confirmar que los autores sepan que su nombre va a aparecer relacionado con los artículos y si están de acuerdo o no con el contenido.
“La ciencia se basa en la ética, en el respeto y en ciertas normas que son las que han transgredido tanto la señora Torres como el señor Crissien, pero a nadie le importa. En Colombia estas cosas no tienen el impacto que deberían tener en los políticos aunque en la comunidad científica ha habido muchos comunicados”, señaló el profesor Forero.
Por su parte, Eduardo Posada, presidente de la junta directiva de Avanciencia, manifiesta que desde esta organización consideran que el señor Crissien no ha sido muy ético en cuanto a sus publicaciones y que le sorprenden las explicaciones dadas alrededor de sus participación en los estudios relacionados con nanopartículas donde indicó haber escrito la introducción y las conclusiones.
“Lo importante del artículo es toda la metodología, los resultados y el análisis, eso requiere en este caso un conocimiento particular de la química y la física de las nanopartículas y lo relacionado con la fisiología. Entonces, decir que en un trabajo de esa naturaleza yo hago la introducción y las conclusiones me parece que no corresponde a lo que se suele hacer en un trabajo científico serio”, afirmó el profesor Posada, quien es además director del Centro Internacional de Física (CIF).
Sobre este tema también se ha dicho que la participación de Crissien Borrero dentro de estas publicaciones fue la de tender puentes entre la institución y la comunidad desde la extensión, conseguir recursos financieros y apoyar en la formación de capital humano, como lo mencionó a la W Radio el profesor Luis Felipe Silva, uno de los coautores de las investigaciones señaladas.
Al respecto, el profesor Posada manifiesta que si este se convierte en un criterio para incluir coautores en las publicaciones científicas, todos los rectores deberían firmar los artículos que se generan desde sus instituciones.
“Eso realmente no es lo usual y, por lo tanto, ha suscitado rechazo. Uno tiene que participar en la discusión, en la metodología y en la práctica misma, en el desarrollo de la experimentación, en cómo se hacen las cosas y en hacer una parte del trabajo. Esa es una práctica establecida y sólidamente aceptada por la comunidad científica”, asegura.
El Consejo Nacional de Bioética
El Ministerio de Ciencias debe empezar a impulsar la política de integridad científica, ética y bioética.
A los reclamos presentados desde la Academia de Ciencias Exactas y de Avanciencia se le han sumado en los últimos días un mensaje desde la Fundación Alejandro Ángel Escobar, que entrega anualmente los Premios Nacionales de Ciencia y promueve la investigación científica y tecnológica en el país, quienes consideran que las evidencias sobre plagio son suficientes y mantenerlo en el cargo aun con los cuestionamientos éticos que se le han hecho le haría daño al Ministerio.
Otro de los mensajes que han llamado la atención es el del Consejo Nacional de Bioética, creado con la Ley 1374 de 2010 como organismo asesor y consultivo del Gobierno Nacional, independiente y autónomo, quienes invitan también al presidente Iván Duque a reconsiderar el nombramiento de Crissien.
“Una de nuestras preocupaciones es que el Ministerio de Ciencias debe empezar a impulsar la política de integridad científica, ética y bioética, entonces quien sea ministro o ministra tiene que dar ejemplo”, aseguró Constanza Ovalle, presidenta del Consejo Nacional de Bioética, coordinadora del departamento de Bioética de la Universidad El Bosque y secretaria ejecutiva de la red bioética Unesco para Latinoamérica y el Caribe.
La profesora Ovalle también señaló que aunque su participación en los cuestionados estudios sobre nanopartículas se hubiera limitado a la introducción y las conclusiones, esto también constituye una mala práctica porque los involucrados deben hacer parte del proceso de investigación.
“El país requiere entrar en una reflexión desde la academia de todo este tipo de prácticas que se están haciendo y que son tradicionales, no solo porque el nombrado ministro sea quien haya incurrido en ellas sino porque se han ido generalizando y requieren en adelante ser repensadas. Para eso, él tendría que encabezar esa reflexión y ese llamado a la comunidad académica a que las cosas se hagan de otra manera”, dijo Ovalle.
Al momento de consultar al nuevo ministro sobre las dudas que aún rondan a la comunidad científica sobre su trayectoria, Crissien indicó que se le sugirió esperar hasta su posesión para hablar con los medios.
En medio de la controversia, la Asociación de Instituciones de Educación Superior del Caribe Colombiano (Asiesca) y el Sistema Universitario Estatal del Caribe Colombiano (SUE) mostraron su respaldo al nombramiento del nuevo ministro, a quien confirmaron su apoyo.
REDACCIÓN CIENCIA
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