Este grupo de jóvenes le mostró a Musk cómo hacer túneles más rápido

Carros eléctricos y viajes espaciales son algunas de las ideas de negocio en las que Elon Musk ha probado ser capaz de innovar con éxito y conquistar nuevos horizontes tecnológicos. En 2016 anunció que otro campo en el que quería incursionar era la construcción de túneles, y como la idea sonaba menos emocionante que sus otros emprendimientos, llamó a esta nueva empresa The Boring Company.

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Pero el trasfondo que puede tener la aplicación de esos túneles no es un tema aburrido, construirlos más rápido podría ser la clave para llevar a la realidad el Hyperloop, un modelo de transporte subterráneo futurista con el que sueña Musk: un tren de cápsulas que levitan dentro de un tubo de acero de baja presión y aceleran a velocidades de más de 960 kilómetros por hora.

Como todo esto aún es parte del mundo de las ideas y todavía no existe la tecnología necesaria para convertirlo en una realidad, el año pasado Musk lanzó un reto para que estudiantes y aficionados del mundo desarrollaran un nuevo tipo de tuneladora más rápida, eficaz y económica. El desafío, denominado Not-a-Boring Competition 2021, obtuvo la respuesta de 400 universidades del mundo –entre ellas, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT)– que enviaron sus propuestas, doce de las cuales presentaron su prototipo este año en Las Vegas (Estados Unidos).

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Solo un equipo consiguió terminar el túnel de 50 centímetros de diámetro y 30 metros de largo por el que debía pasar un carro mini-Tesla de control remoto. Para construirlo hizo falta una máquina de 22 toneladas, diseñada por un equipo de 60 estudiantes de la Universidad Técnica de Múnich (TUM), entre ellos la colombiana Sophie Defauw, una joven de 21 años que pese a adelantar sus estudios de Historia del Arte en Florencia, durante un intercambio en Alemania se involucró con este proyecto a raíz de su pasión por la programación y la tecnología.

Así terminó pasando más tiempo en el departamento de Ingeniería Mecánica que en la Facultad de Artes. Gracias a su interés y aprendizaje independiente logró integrar el equipo de ingeniería eléctrica de TUM Boring, como bautizaron este proyecto. Desde este rol participó en el diseño del de control de esta máquina que logró captar la atención del equipo de Musk.

“Buscamos que funcionara de forma más eficaz y económica, nuestra maquinaria no requiere específicamente de muchas cosas externas. Ojalá, si se logra hacer a gran escala, se pueda utilizar para hacer el Hyperloop en muchas ciudades del mundo”, señala Defauw.

Según explica, el prototipo está compuesto por un container que hace las veces de carcasa de la máquina y envuelve el cutterhead –o cabezal encargado de destruir todo tipo de roca–, además de las bombas hidráulicas que permiten que el dispositivo avance, cuatro cilindros de metal que cumplen la función de construir las paredes del túnel, bandas transportadoras para retirar los residuos y el lodo, además de otras partes destinadas a mantener la estabilidad de la pesada estructura.

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“El contenedor como tal tiene 40 pies (12 metros) de largo, 3 metros de alto y 3 de ancho, el cutterhead cuando va saliendo se expande, al igual que las cintas de transporte del material residual. La máquina está diseñada para alcanzar unos 30 metros fuera del contenedor”, detalla la estudiante.

Y añade: “Ganamos el honor. Siendo una competencia de Elon Musk, no se otorgan premios físicos porque uno tiene que hacer esto porque le apasiona. Recibimos un trofeo que ahora está expuesto en la universidad, al igual que nuestro prototipo, además de la emoción y la experiencia de haber podido participar, conocer otros estudiantes que están también interesados por los mismos temas”.

De ser un proyecto estudiantil, TUM Boring se convirtió en una organización sin ánimo de lucro dedicada al futuro de la movilidad que quiere dar forma al futuro de la construcción de túneles con conceptos innovadores y construir la tuneladora más rápida del mundo. Por eso esperan continuar perfeccionando su prototipo para convertir algún día el Hyperloop en una alternativa de transporte real.

ALEJANDRA LÓPEZ

REDACTORA DE CIENCIA

@TiempodeCiencia