Esas palabras que indican un número mayor a uno se designan como plurales, y su uso demanda algunos cuidados. Por lo regular y de acuerdo con las normas generales del español, los sustantivos (quizás los términos más frecuentes) se pluralizan añadiendo solo la letra ese si terminan en vocal, o una e y una ese si terminan en consonante: casa, casas; flor, flores; río, ríos; comunicación, comunicaciones.
Con respecto a esta regla, casi nadie comete desaciertos, excepto algunas personas provenientes de regiones en las que al vocalizar (por un arraigo cultural) omiten la letra ese al hablar, y a veces al escribir, y esto último sí es preocupante: “Te traje tre copa con sei sabore dijtinto de helado”. A veces, como se dijo en otra oportunidad, hasta funden unas palabras con otras: “¡Tacatrá!”, que, traduciendo al lento español del interior del país, quiere decir: “Está acá atrás”.
Pero volvamos a los plurales para aclarar por enésima vez, entre otras precisiones, que el llamado “corrector” del computador tampoco es fiable en estos casos, y para ello citamos algunos ejemplos. El plural de tres es treses (3, 3, 3,), pero el de trece es treces (13, 13, 13), y en ningún momento ese corrector indica un error. La misma prueba funciona con dos y doses (2, 2, 2), y doce y doces (12, 12, 12).
También son muchos los sustantivos que terminan en ese, pero resulta incorrecto pluralizarlos añadiéndoles una e y una ese. Allí están, por ejemplo, crisis, virus, análisis, etc. Ni se les ocurra, apreciados lectores, escribir crisises, viruses o análisises. Por supuesto, también el habla recurrente nos permite por intuición identificar este error. Este tipo de palabras se pluralizan solo con los artículos: la crisis o las crisis, el virus o los virus, un análisis o unos análisis.
Sin embargo, con las palabras monosílabas y agudas se mantiene la regla inicial: tos, toses; francés, ses; inglés, ingleses; interés, intereses. En este paquete se incluyen los extranjerismos, que deben adoptar la naturaleza del español: pixel, píxeles; máster, másteres; pin, pines; interfaz, interfaces. Nótese que las palabras terminadas en zeta cambian esta por la letra ce al pluralizarse: pez, peces; voz, voces; veloz, veloces; lápiz, lápices.
Por otra parte, hay varios vocablos que pueden usarse en singular y en plural para indicar un solo objeto, como es el caso de tijera o tijeras, siendo más frecuente el segundo caso. O nariz y narices: “Cayó de frente y se golpeó las narices” (aunque sea una, se vale el uso plural). Y con el lío que han formado algunos hablantes y escribientes sin siquiera consultar en el Diccionario de la Real Academia Española, también aclaramos de una vez que el uso de espaldas (¡sí, así: en plural!) es correcto para indicar la parte posterior del cuerpo y también para aludir a las acciones ejecutadas a escondidas: “Recibió el golpe en las espaldas (o la espalda)”, “A espaldas del gerente, la secretaria tomó su cartera y salió de la oficina”. O el sonado caso del elefante que “entró a sus espaldas”.
Junto a estas, sumamos otras aplicaciones con la misma validez en plural que en singular: Gafas (“tráeme la gafa”, “tráeme las gafas”), pantalones (“¡qué pantalón tan elegante!”, “tus pantalones son de estilo deportivo”), tenazas (“aprieta con las tenazas”, “corta con la tenaza”), alicates (“di alicate o alicates”), bigote (“corta poco el bigote”, “empareja los bigotes”).
Desde otro ángulo, tomemos ahora las palabras boda, matrimonio o casamiento. Estas, en un tono más florido, bien pueden cambiarse por nupcias, que es su sinónimo, y siempre se usa así, en plural, aunque sea una sola boda.
Con alimentos como el maní o el ají, se pluralizan con manís o maníes, ajís o ajíes, así como los vocablos bisturí (bisturíes o bisturís), tabú (tabúes o tabús), entre otros más. No obstante, para algunos gentilicios se conserva un solo uso: israelí, israelíes; marroquí, marroquíes; hindú, hindúes.
Para finalizar, cito tres palabras que generan con frecuencia cierta confusión al pluralizarlas: espécimen, régimen y carácter. Estas modifican la sílaba en la que cae el acento cuando pasan al plural: especímenes, regímenes y caracteres.
Por eso, con vuestro permiso o con vuestros permisos.
JAIRO VALDERRAMA V.
Docente Universidad de La Sabana
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