“Si para las empresas grandes la situación es difícil, ¿qué les espera a las pequeñas empresas y a los creativos?”. Esa fue la pregunta que se hizo María Alejandra Silva, gerente general de la feria Buró, ante la preocupación por los efectos de la coyuntura del covid-19 sobre el mercado creativo.
Desde el 2014, Buró se consagró como epicentro de los fervorosos de la moda y el lifestyle independiente, así como el más grande centro comercial itinerante y vitrina de cientos de talentos colombianos de vestuario, calzado y complementos, gastronomía, fotografía, decoración y toda expresión de ingenio made in Colombia.
Para su edición número 14, la feria que en enero tapizó con su emblemático rosado a la Heroica hará su siguiente parada en el ciberespacio. Del 25 al 30 de agosto y a través de internet, el evento recreará esta vez constelaciones y galaxias, evocando el cosmos como “un lugar en donde queremos estar fuera de la realidad que estamos viviendo hoy; será un espacio donde los emprendedores brillen con luz propia por adaptarse al cambio y así aprender durante esta etapa”, agrega Silva.
Buró apoyará a 200 emprendedores de Medellín, Cali, Barranquilla, Manizales y Bogotá que evolucionan con sus creaciones a los universos del diseño, las artes, la música y la alimentación, siendo algunas novedades en la versión virtual de la feria la marca de derivados lácteos de cabra Chevrier, que les sigue el paso a las tendencias gastronómicas conscientes, y las propuestas de rescate de las tradiciones nativas para armonizar las energías, de 11 Rituales, entre otras 198 iniciativas.
Con la digitalización del entorno creativo, no habrá que hacer filas para unirse. Basta ingresar a la página
feriaburo.com o al Instagram @feriaburo; allí encontrarán a los expositores con sus productos y con ellos podrá adquirir el artículo deseado, sin salir de casa. “La feria se fortalece para impulsar a los soñadores que creyeron que sí se podía hacer empresa en Colombia y estudiar carreras creativas (...). Es una invitación para recordar nuestras raíces y de lo que somos capaces para fortalecerlas”, puntualiza Silva.
REDACCIÓN VIDA
EL TIEMPO