Este lunes, 195 países comenzaron a examinar las nuevas previsiones de los expertos sobre clima de las Naciones Unidas, un informe "crucial para el éxito" de la conferencia del clima COP26 de noviembre.
Siete años después del último informe de los científicos del Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), la actual evaluación llega tras devastadoras lluvias en China y en Alemania e inusuales temperaturas sofocantes en distintas regiones del mundo.
"Desde hace años habíamos advertido que era posible, que todo esto iba a llegar", dijo durante la ceremonia de apertura la responsable de la ONU sobre Cambio Climático, Patricia Espinosa.
Para Petteri Taalas, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial, este informe "es crucial para el éxito de la conferencia sobre clima de Glasgow (Escocia) en noviembre".
A menos de cien días para esa COP26 de Glasgow, Espinosa alertó que no estamos "en el buen camino para respetar el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a +1,5 °C hasta final de siglo".
"De hecho, estamos en el camino opuesto, nos dirigimos a más de +3 °C. Tenemos que cambiar de dirección urgentemente antes de que sea demasiado tarde", insistió.
¿Un interés pasajero?
Pese a las impactantes imágenes de los desastres naturales, algunos temen que este renovado interés por el clima solo sea pasajero y la cumbre de noviembre no termine en acuerdos significativos.
"En este momento, todo el mundo habla de emergencia climática, y con razón. Pero, cuando estas tragedias terminen, probablemente lo olvidaremos de nuevo y seguiremos como antes", lamentó la activista Greta Thunberg, que movilizó a millones de jóvenes en los últimos años para reclamar a los gobiernos una reducción drástica de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El informe del IPCC, que debe publicarse el 9 de agosto y cuyas conclusiones para los dirigentes políticos se negociarán minuciosamente durante dos semanas, debe actualizar su evaluación y sus pronósticos climáticos sobre aumento de temperaturas, nivel de los océanos e intensificación de fenómenos extremos.
Además, otras dos partes deben publicarse a principios del 2022, entre ellas una que muestra como cambiará la tierra en 30 años o incluso antes y de la que la AFP obtuvo una versión preliminar.
Pero este apartado se difundirá después de la COP26. Con la firma del Acuerdo de París en 2015, casi la totalidad de países del planeta se comprometieron a reducir sus emisiones de CO2 para limitar el calentamiento global "muy por debajo" de +2 °C, respecto a la era preindustrial, y de ser posible +1,5 °C.
¿Por debajo de +1,5 ºC?
Este objetivo de +1,5 °C se ha convertido en prioritario para muchos activistas y responsables políticos, máxime cuando el planeta ha ganado aproximadamente 1,1 °C desde la revolución industrial y cada décima adicional cuenta porque acarrea fenómenos extremos.
¿Pero se puede alcanzar? Esta es una de las preguntas que deberá responder el informe del IPCC, con base a miles de estudios científicos. Algunos dudan que sea posible, otros –en ocasiones queriendo evitar el desánimo– dicen que no es imposible.
"Limitar el calentamiento a +1,5 ºC es todavía física, técnica y económicamente posible. Pero no por mucho tiempo si seguimos actuando poco y tarde", estima Kaisa Kosonen, de Greenpeace.
"El IPCC nos ha dicho cuál debe ser la ambición: que cada país del mundo se comprometa a la neutralidad de carbono y detalle el plan para alcanzarla", insistió el lunes al iniciar las discusiones Joyce Msuya, directora ejecutiva adjunta del Medio Ambiente en Naciones Unidas.
Para lograr este objetivo, las emisiones deberían reducirse en un 7,6 por ciento en promedio cada año entre el 2020 y el 2030, según la ONU. En el 2020 cayeron debido a la pandemia, pero se espera que vuelvan a subir. La Agencia Internacional de Energía (AIE), a la luz de la baja proporción de medidas previstas para impulsar las energías limpias, prevé incluso emisiones récord para 2023.
"Pero si no lo logramos, alcanzar 1,6 °C es mejor que 1,7 °C, y 1,7 °C es mejor que 1,8 °C", apunta el climatólogo Robert Vautard, uno de los autores del IPCC. "Los confinamientos del año 2020 (por el covid-19) implicaron un descenso de las emisiones del 6 por ciento al 7 por ciento. Si queremos una reducción de las emisiones del 40 por ciento o el 50 por ciento en el 2030, ya vemos el trabajo que queda por delante", indicó.
AFP
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