Colombia apenas emite gases de efecto invernadero (GEI). El país solo es responsable del 0,6 por ciento de las emisiones globales. Además, tiene una de las metas más ambiciosas del mundo para disminuir la generación de esos gases, pues espera bajar sus emisiones en un 51 por ciento para 2030 y neutralizarlas para 2050. Algo comparable a lo que esperan lograr potencias como la Unión Europea.
No obstante, el país es uno de los más vulnerables al cambio climático y a otros fenómenos generados por el aumento de GEI en el planeta. Por ejemplo, un informe de inteligencia de Estados Unidos señala que Colombia es uno de los 11 países que “probablemente enfrentarán temperaturas más cálidas, condiciones climáticas más extremas y alteraciones de los patrones oceánicos que amenazarán su seguridad energética, alimentaria, hídrica y sanitaria”.
Y eso ya se puede ver. Según cifras del proyecto Show Your Stripes, desarrollado por el profesor e investigador Ed Hawkins, de la Universidad de Reading (Inglaterra), en los últimos 100 años la temperatura promedio del país ha aumentado en al menos un grado centígrado.
El proyecto, que recoge datos de todo el planeta, muestra de manera gráfica, práctica y sencilla cómo la temperatura promedio de los países han venido cambiando desde el año 1900, cuando la segunda revolución industrial cambió por completo la relación y el impacto de los seres humanos con la emisión de gases contaminantes. Así, los ilustra con barras de colores azules para mostrar el frío y rojas para mostrar el calor. En el mundo, las barras son rojas sobre el promedio desde hace unos 30 años.
En el caso colombiano se puede ver cómo hace más de 100 años la temperatura era un grado más fría que el promedio. Durante los últimos 20 años, eso ha venido cambiando abismalmente y hoy en el territorio nacional se registran temperaturas hasta 1 °C mayores de lo normal.
Esa realidad no es lejana a lo que se ve en el planeta. Si bien las mayores emisiones de GEI provienen de países industrializados como Estados Unidos, China o el bloque europeo, lo cierto es que los impactos son globales y afectan a los territorios según su ubicación geográfica y capacidad de mitigación y adaptación.
Es por eso que el Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) ha propuesto que el mundo debe mantenerse por debajo de la barrera de aumento de 1,5 °C y a lo sumo no puede permitir superar los 2 C° debido a que los impactos para el clima y el planeta mismo al superar dicha barrera son, en gran parte, desconocidos. Hoy, el planeta ha aumentado 1,1 °C y según análisis de organizaciones como Climate Action Tracker, en el panorama actual tendremos un incremento de 2,4 °C , aun con los compromisos de mitigación de las emisiones ya hechos por gran parte de los países del mundo.
Según Juan Benavides, experto en cambio climático e investigador de la Universidad Javeriana, hoy, debido a la intervención humana, la temperatura de la Tierra aumenta a velocidades nunca vistas. Para el experto, si bien históricamente el mundo ha tendido a calentarse, la quema de combustibles fósiles y, en menor medida, la deforestación y la transformación de bosques están acelerando el proceso de aumento de la temperatura.
“El calentamiento de la Tierra se debe principalmente a esa acumulación de gases. Sin embargo, hay procesos históricos en los que si comparamos la temperatura de la Tierra con la época de los dinosaurios, la Tierra en este momento está un poquito más fría. En este momento estamos en un fenómeno natural de aumento de la temperatura, y estos gases que nosotros inyectamos a la atmósfera cambiaron esa dinámica de calentamiento lento que hubiera tomado miles de años y la está comprimiendo entre 50 y 100 años, con efectos importantes en las actividades humanas, la salud humana, los riesgos y vulnerabilidad humana y, obviamente, en los ecosistemas”, indica Benavides.
Estamos en un fenómeno natural de aumento de la temperatura, y estos gases que nosotros inyectamos a la atmósfera cambiaron esa dinámica de calentamiento lento que hubiera tomado miles de años
De acuerdo con el experto, un reflejo de ello son los glaciares que han venido derritiéndose en tasas aceleradas debido al aumento de la temperatura en el país y, según estimaciones de entidades como el Ideam, estos picos nevados desaparecerían por completo para 2050. Benavides enfatiza en que, a pesar de ello, Colombia hoy no está haciendo lo suficiente para protegerse de los impactos que tendrá ese acelerado aumento de temperaturas.
“Nuestro país no solo es muy vulnerable, sino que las acciones que hemos hecho han estado muy limitadas, en parte por una falta de decisión política, porque estas decisiones van a tener un efecto social en el futuro. Como, por ejemplo, dejar de sembrar papa en un lugar o mover cultivos de palma a tal lugar, o no construir vías sobre un sector donde económicamente tal vez sea el más viable, pero en cuanto a cambio climático tal vez no sea lo que necesitemos en el futuro”, finaliza el experto.
EDWIN CAICEDO
REDACCIÓN MEDIOAMBIENTE
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