El Fondo Verde del Clima con sede en Corea del Sur aprobó hoy una partida de 28 millones de dólares para financiar un proyecto que busca combatir la deforestación en el bioma amazónico y que será liderado por el Ministerio de Ambiente, con el apoyo técnico e implementación de la Orgnización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Los recursos del Fondo Verde del Clima se invertirán principalmente 40% en acciones que involucran a los pueblos indígenas y en la implementación de mecanismos nacionales para apoyar una transición hacia economías sostenibles basadas en los bosques, así como acciones de mitigación y adaptación al cambio climático. Así, se protegerán 60 mil hectáreas de bosque natural y beneficiará a más de 2 mil familias.
El financiamiento aprobado por el Fondo Verde, ha sido mediante el esquema de “pago por resultados REDD+”. Eso significa que el dinero fue otorgado debido a los logros ya alcanzados por Colombia, al evitar la emisión de más de 31 millones de toneladas de CO2 equivalentes por la reducción de la deforestación en el bioma amazónico durante los años 2015 y 2016.
“Esta aprobación fortalecerá nuestra estrategia de reactivación económica del país en este tiempo de pandemia y es un reconocimiento al esfuerzo de Colombia y a esta política de Estado de lucha contra la deforestación gracias a la cual se muestra una tendencia decreciente con una caída del 19% con respecto a las cifras de 2018”, dijo Ricardo Lozano, ministro de Ambiente.
¿En qué consiste el proyecto?
Este proyecto se basa en el modelo de Forestería Comunitaria, una herramienta efectiva para promover modelos de empresa que amplíen áreas de bosques naturales bajo manejo sostenible para comunidades étnicas y campesinas.
El manejo forestal comunitario impulsado mediante el aporte del Fondo Verde del Clima será implementado por comunidades campesinas e indígenas, e incluye actividades de manejo, uso y conservación de los bosques y sus productos forestales maderables y no maderables.
El Manejo Forestal Sostenible puede reducir la deforestación con el aumento de hectáreas de bosque bajo manejo responsable, la oferta de madera cosechada legalmente, el número de productores comunitarios comprometidos y la calidad de vida de las familias rurales y de los ecosistemas.
El proyecto fue avalado por la Mesa Regional Amazónica y la OPIAC durante el primer semestre de 2020, y contará con la participación y liderazgo de las organizaciones de los pueblos indígenas en acciones de conservación y manejo sostenible de los bosques, los cuales participarán en la priorización de los recursos a través de su instancia de decisión, la Mesa Regional Amazónica.
REDACCIÓN MEDIOAMBIENTE