En 2022, la agenda del mundo se volverá a concentrar en el planeta y en los consensos que pueden ayudar a enfrentar el calentamiento global, primer causante del cambio climático, el mayor reto de esta generación.
En distintos eventos que se desarrollarán este año, líderes, empresarios, ambientalistas, científicos y la sociedad en general se centrarán nuevamente en algunos de los grandes objetivos que se requieren para proteger al planeta: salvaguardar su biodiversidad y limitar el aumento de la temperatura a menos de 1,5° C con respecto a la de épocas preindustriales, como se comprometieron los países del mundo en el Acuerdo de París.
COP27: nueva oportunidad
Tras el sinsabor que dejó la cumbre sobre el cambio climático de Glasgow (COP26), al no haber logrado los consensos suficientes para limitar el calentamiento a menos de 1,5° C, ahora las miradas recaen sobre la ciudad egipcia de Sharm el Sheij, ubicada a orillas del mar Rojo.
Allí, los países que forman parte de la conferencia sobre el cambio climático volverán a reunirse en noviembre, en búsqueda de nuevos consensos que permitan enfrentar la crisis climática global.
En el evento los países africanos y los Estados en vías de desarrollo podrían tener un espacio de mayor representación frente a países ricos, que han incumplido desde la COP21, cuando se firmó el Acuerdo de París, el compromiso de entregar anualmente a países pobres 100.000 millones de dólares para que estos puedan establecer estrategias de adaptación y mitigación frente al cambio climático.
De hecho, la ministra de Medioambiente de Egipto, Yasmine Fouad, aseguró tras el agradecimiento por escoger a su país como sede de la próxima cumbre climática que la COP27 debe servir para “ayudar a los países en desarrollo africanos” y a los “más afectados” para que puedan adoptar medidas y frenar la crisis climática.
Biodiversidad, tema central
La diversidad biológica de los ecosistemas del planeta será también un tema prominente en las discusiones científicas del próximo año, sobre todo en la Convención sobre la Biodiversidad (COP15), que ya celebró en 2021 una primera parte de manera virtual debido a las restricciones por el coronavirus, con 196 Estados invitados, y que en 2022 tendrá, entre el 25 de abril y el 8 de mayo de 2022, una segunda parte de forma presencial en la ciudad de Kunming (China).
Este año, el gigante asiático, anfitrión del evento y que busca ganar reconocimiento mundial como protector del ambiente a través del espacio (a pesar de ser el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo), prometió la creación de un fondo de 233 millones de dólares para la conservación de la biodiversidad en países en vías de desarrollo.
Se necesitan entre 722.000 y 967.000 millones de dólares, de aquí a 2030, para financiar la conservación de la biodiversidad mundial; de momento, según la Agencia sa de Desarrollo (AFD), solo se le dedican entre 124.000 y 143.000 millones de dólares.
El evento, sin embargo, dejó ya un primer intento de consenso denominado Declaración de Kunming, en la cual se planteó un marco para restablecer la biodiversidad de aquí a 2030, y que se logre “vivir en armonía con la naturaleza” en 2050. La declaración refleja el objetivo de proteger el 30 por ciento del planeta para 2030, pero sin precisar si Pekín lo secunda.
La biodiversidad es vista cada vez más por los científicos y líderes mundiales como la solución más costoefectiva para enfrentar el cambio climático, pero protegerla es una tarea compleja que requiere de compromisos serios de los Estados en temas de diminuir la deforestación, pérdida de ecosistemas.
“La comunidad internacional espera que la COP15 sea una etapa clave para invertir la pérdida de biodiversidad, como lo fue la cumbre de París (en 2015) para el cambio climático”, insistió el ministro chino de Medioambiente, Huang Runqiu, durante la rueda de prensa de cierre de la conferencia.
El nuevo informe del IPCC
Este año, el Intergubernamental del Cambio Climático, conocido por la sigla en inglés IPCC, presentará el informe de síntesis del ‘sexto informe de evaluación’ (AR6), que según la organización debe “sintetizar e integrar los materiales contenidos en los informes de evaluación y los informes especiales” y “debe redactarse en un estilo no técnico adecuado para los responsables de la formulación de políticas y abordar una amplia gama de políticas relevantes pero neutrales aprobadas por el ”.
Básicamente, el documento entregará una imagen de cuáles son las realidades del cambio climático en el mundo desde la visión científica, como el aumento en la temperatura global, la superficie del mar y las temperaturas de las profundidades marinas, el aumento del nivel del mar, el derretimiento de los glaciares que frecuentemente se toma.
Este informe usualmente se toma como base para las discusiones climáticas que ocurren en el mundo. Un ejemplo es el AR5, fue tomado como parte esencial para el debate de la COP21 de París realizada en 2015, cuando se desarrolló y firmó el Acuerdo de París.
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EDWIN CAICEDO | REDACTOR MEDIOAMBIENTE