Arranca plan para enfrentar hipopótamos invasores; primera fase costará $808 millones

Después de varios meses de espera, Colombia anunció finalmente este jueves que iniciará el plan para enfrentar a los hipopótamos, declarados como especie invasora en el país y de los que se sabe hoy hay más de 160 individuos que habitan en el río Magdalena y que generan graves impactos ecosistémicos.

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Durante los últimos meses, desde la inclusión de estos animales en marzo de 2022 en la lista de especies invasoras del país, se esperaba el plan de manejo definitivo con el cual se enfrentará la invasión biológica generada por estos animales que llegaron a Colombia importados por el narcotraficante Pablo Escobar y que se reprodujeron sin control en la cuenca del Magdalena. 

Según explicó en rueda de prensa la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, la primera fase del plan será a través de esterilizaciones quirúrgicas. Cada esterilización de un hipopótamo tendrá un costo de 40 millones de pesos y serán realizadas por expertos veterinarios de la Corporación Autónoma del Río negro y Nare (Cornare) quienes han sido los pioneros y han desarrollado el tema de esterilizaciones quirúrgicas en estos animales en el país. 

En cada cirugía trabajarán 8 personas, cuatro veterinarios, dos técnicos y un personal de apoyo para el manejo del animal. Para la primera fase del plan se esperan lograr 20 esterilizaciones quirúrgicas antes de que finalice este año, lo que implica una inversión de 808 millones de pesos. Desde 2010, en Colombia solo se han hecho 11 esterilizaciones debido a la complejidad y el alto costo del procedimiento veterinario.

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De acuerdo con Muhamad, el objetivo es poder lograr 40 esterilizaciones quirúrgicas anuales, pero este no sería el único método que se utilizaría. También se plantea la relocalización de los animales y la eutanasia ética de los mismos. 

“La esterilización quirúrgicas no es la única estrategia, ni va a ser suficiente. No podemos controlar las poblaciones solo con esterilizaciones. El procedimiento es complejo y costo. Durante entre 6 y 7 horas por cada individuo. Tiene una etapa de seguimiento por cada individuo. Tiene riesgos para los médicos y el animal. De todas formas hay experticia en el país”, señaló Muhamad. 

Se espera que las esterilizaciones quirúrgicas den inicio en este mes de noviembre, y estará acompañada de expertos de Corpoboyacá y del Ministerio de Ambiente. “Esta población debe controlarse porque se ha ido expandiendo a diferentes núcleos. Son animales muy territoriales, son un vector de enfermedades como brucelosis o ántrax y son un megahervíboro. Tiene una afectación grave sobre el ecosistema del Magdalena Medio. Ha afectado a los pescadores”, resaltó la funcionaria. 

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Según Muhamad si bien es cierto que el plan para el control de estos animales está contemplado a 20 años, lo que están buscando actualmente desde el Minambiente es disminuir ese tiempo, dado que durante esas dos décadas los animales igualmente siguen generando impactos. 

 “Claro, luego regresan al hábitat y sigue generando un impacto. Por eso las otras dos estrategias son importantes. Primero se controla la población y luego eventualmente la población se extingue. Pero hoy no hay condiciones para mantener estos animales en cautiverio en Colombia”, enfatizó la funcionaria.  

La ministra también anunció que el Ministerio recibirá propuestas de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) interesadas en realizar procesos de esterilización quirúrgica a la especie hasta el próximo 30 de noviembre a través del correo [email protected].

En cuanto a las otras dos alternativas para el control de los animales, la ministra resaltó que en el caso de la translocación (enviarlos a otros países) hay unas limitantes que son las autoridades ambientales de cada país y los convenios de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites), que garantizan el bienestar de los animales en estos escenarios. En ese sentido, resaltó la funcionaria, aunque en México se había visto la posibilidad de llevar a los animales, las autoridades de ese país no dieron visto bueno para el proceso. 

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“Lo más promisorio es el pedido de 60 animales de la India. El individuo que los quiere importar se ha presentado ante Cites. La autoridad ambiental de la India nos ha dado visto bueno. Hay que hacer la primera translocación física para ver qué implica”, señaló. 

Finalmente, en cuanto a la eutanasia, la ministra no dio detalles de cuantos individuos tendrían que ser intervenidos a través de esta estrategia, pero sí aseguró que será necesaria para controlar los impactos que generan estos animales.

La cuenca media del río Magdalena es una inmensa región de bosque interandino en donde un hipopótamo puede encontrar todo lo que necesita: ríos para bañarse, nadar y pasar el día (pueden estar hasta 20 horas en el agua); pastizales extensos para consumir los 35 kilos de hierba que requieren al día; inmensas extensiones de tierra que requieren, al ser una especie territorial, para moverse y colonizar.

Además, no tienen la amenaza de algún depredador: el jaguar y el caimán aguja no han demostrado interés en cazar a crías o a hipopótamos jóvenes, como sí lo hacen sus familiares en África. Y, por si fuera poco, en esta región de Colombia, estos grandes mamíferos disfrutan del agua todo el año, aún en los peores escenarios de sequía.

En África, las sequías son uno de los factores naturales que impiden el crecimiento desbordado de las poblaciones de hipopótamos. 

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En Colombia, una investigación mostró que aún en los más graves momentos de escasez de agua, la extensa región del Magdalena medio sigue siendo un edén en donde los hipopótamos pueden incrementar su población sin problemas. Esta región es “un paraíso para ellos”, asegura Germán Jiménez, doctor en Ciencias Biológicas, profesor de la Pontificia Universidad Javeriana y uno de los investigadores que participó en el estudio que mostró que en el río Magdalena aún el clima más difícil sigue siendo, por lejos, mucho mejor que cualquier escenario en África. 

“En la medida en la que tienen agua, comida y buen clima disponibles todo el tiempo, se pueden reproducir más fácil porque tienen energía para hacerlo. En África no les ocurre eso porque los ecosistemas donde están tienen unos pulsos estacionales muy fuertes donde todo el mundo tiene que migrar y ahí están sometidos a que a las crías puedan morir por los depredadores, les puedan dar enfermedades y los pueda matar el clima. Como eso no ocurre aquí, porque los ambientes son más estables, pueden acumular energía y reproducirse”, enfatiza Jiménez. 

De acuerdo con la investigación en la que trabajó el experto, titulada Un hipopótamo en la habitación: Predicción de la persistencia y dispersión de un megavertebrado invasor en Colombia, el cambio climático en la cuenca del Magdalena no afectará a los hipopótamos, todo lo contrario: podría beneficiar su movilidad y facilitarles llegar aún más lejos, a través de ecosistemas de ciénaga ubicados al norte del país. 

EDWIN CAICEDO | REDACTOR MEDIOAMBIENTE

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