Ningún problema ambiental se resolverá rápidamente, pero cada acción cuenta es lo que muchos ambientalistas repiten. De ahí que muchos ciudadanos han empezado a cambiar sus hábitos con la intención de no dejar ninguna huella ambiental o reducirla. En ese proceso, algunos cometen algunos errores frecuentes y caen en algunos mitos ambientales.
Aquí algunos de ellos:
¿Plantar árboles frenará el cambio climático?
En un artículo en Science, dos científicos del clima afirman que la idea de plantar árboles como sustituto de la reducción directa de las emisiones de gases de efecto invernadero podría ser una quimera.
Algunos activistas del clima abogan por campañas de plantación de árboles a gran escala en los bosques de todo el mundo para absorber el dióxido de carbono que atrapa el calor y ayudar a frenar el cambio climático.
"No podemos plantar para salir de la crisis climática", afirma David Breshears, de la Universidad de Arizona, uno de los principales expertos en la mortalidad de los árboles y la muerte de los bosques en el Oeste de Estados Unidos. Su coautor es Jonathan Overpeck, decano de la Escuela de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la Universidad de Michigan y experto en paleoclima e interacciones clima-vegetación.
Según los investigadores, en lugar de malgastar el dinero plantando muchos árboles de una forma que está destinada a fracasar, tiene más sentido centrarse en mantener sanos los bosques existentes para que sigan actuando como "sumideros" de carbono, eliminando el carbono de la atmósfera mediante la fotosíntesis y almacenándolo en los árboles y el suelo. Al mismo tiempo, hay que reducir las emisiones al máximo y lo más rápidamente posible.
El reciclaje no es del todo la solución
Muchas de las acciones que hemos asumido como opción para ayudar al planeta es reciclar: separar nuestros residuos para aprovechar y reutilizar materiales. Así consumimos más de la cuenta o sin conciencia, porque todo terminará aprovechándose. Sin embargo, esto no es cierto. Por un lado, no todo se puede reciclar y no todo se aprovecha.
Por ejemplo, Colombia produce más de 11.3 millones de toneladas de basura pero el promedio de la tasa de aprovechamiento es de apenas el 1,8 por ciento, es decir, es poco lo que se recicla o se invierte y al final hay demasiada basura que desechar.
Y por otro lado, en un informe de la Contraloría, se informa que el manejo de residuos sólidos en la mayoría de centros urbanos en el país está lejos de cumplir con los planes que se tenían en la Política de Gestión del Medio Ambiente, formulada hace 10 años.
La alta generación de residuos, la escasa separación de las basuras, el bajo aprovechamiento y tratamiento de los que se pueden reciclar, así como un manejo inadecuado de residuos peligrosos, son algunos de los problemas que el país afronta en su tratamiento de basuras.
¿Alimentos ecológicos tiene menor huella ambiental?
La evidencia científica dice que la agricultura ecológica (la que no usa químicos) tiene un bajo impacto ambiental al generar menos residuos contaminantes, una menor degradación de los ecosistemas y promover el mantenimiento de una mayor diversidad. Además, favorece la retención de agua, el reciclaje de nutrientes, el control biológico de plagas y una menor erosión del suelo.
Sin embargo, hay que tener cuidado con el tipo de cultivos que se está impulsando desde el consumo, pues muchos alimentos (indirectamente) provocan deforestación.
Además, aunque muchos de estos productos están marcados con etiquetas ecológicas, es importante verificar de dónde vienen, pues si se está comprando un producto de sello ecológico pero viene de otro país, para el cual se necesitó de un transporte que emite grandes cantidades de CO2 y de partículas contaminantes, no es una buena inversión para el planeta.
CON INFORMACIÓN DE EUROPA PRESS
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