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Titanoboa: así era la serpiente gigante descubierta en Colombia
Habitó hace 60 millones de años, medía 15 metros y era capaz de devorar cocodrilos de un bocado.
Con una longitud de hasta 15 metros y un peso aproximado de 1,2 toneladas, la Titanoboa cerrejonensis es reconocida por ser la especie de serpiente más grande de la que haya registro hasta la fecha.
Sus restos fósiles fueron encontrados hace algunos años en Colombia, en la mina de carbón del Cerrejón, en el departamento de La Guajira. Esta especie que pertenece a la familia de las boas, habitó en el Caribe colombiano hace aproximadamente unos 60 millones de años.
La Titanoboa podía devorar cocodrilos de un bocado. Su apariencia era similar a la de una boa constrictor en la actualidad; sin embargo, el ambiente selvático de hace 58 millones de años revela que se comportaba como una anaconda, es decir, se movía en la corriente de ríos y pantanos y se trataba del mayor depredador de la selva del Paleoceno.
Un detallado informe dado a conocer por National Geographic en Español documenta que “en medio del yacimiento de carbón, un grupo de paleontólogos encontró evidencia de plantas fosilizadas en el sitio en 2002, el primer indicio de que hace unos 58 millones de años, Cerrejón era una densa jungla con el doble de precipitaciones al año que el Amazonas, con una humedad agobiante y animales y plantas que doblaban en tamaño a los conocidos hoy”.
La anaconda fue traída desde el Amazonas, mide tres metros con 71 centímetros y tiene 7 años. Foto:Carlos Capella / EL TIEMPO
Durante los siguientes años, los paleontólogos confirmaron las sospechas iniciales: como pocos sitios en el mundo, Cerrejón concentraba una riqueza fósil de un bosque tropical con plantas y reptiles que habitaron Colombia cinco millones de años después de la desaparición de los dinosaurios.
Luego del importante hallazgo de restos de cocodrilos, tortugas gigantes y peces pulmonados tres veces más grandes de los actuales, el descubrimiento de una vértebra enorme en 2007 intensificó las excavaciones en el sitio. Aunque al principio los paleontólogos supusieron que se trataba de los restos de un cocodrilo, el equipo determinó más tarde que se trataba de la serpiente más grande jamás descubierta: una Titanoboa.
“La mejor y probablemente, la única ventana de un ecosistema tropical antiguo en el mundo, es el Cerrejón”, puntualizó Carlos Jaramillo, paleontólogo del Instituto Smithsoniano de Investigaciones Tropicales y parte del equipo que descubrió a la serpiente gigante.
Al ser identificada como una pariente lejana de las boas, no mataba a sus presas con veneno, sino que, sacando provecho de su tamaño
Como las boas de la actualidad, la Titanoboa no utilizaba veneno para inmovilizar a sus presas. Al ser identificada como una pariente lejana de las boas, no mataba a sus presas con veneno, sino que, sacando provecho de su tamaño, las asfixiaba en apenas unos segundos con una fuerza de constricción de más de 180 kilos por pulgada cuadrada.
Tratándose de un animal de sangre fría, la relación que mantiene su masa con la temperatura ambiental puede ser útil para conocer las condiciones climáticas de ese momento. A partir de su tamaño, los científicos estiman que requirió una temperatura media de entre 30 y 34 ºC para subsistir.