Este sábado 29 de octubre en la Catedral Metropolitana de Medellín se realizó la beatificación de la Madre María Berenice Duque Hencker, fundadora de las Hermanitas de la Anunciación y de las misioneras de Jesús y María.
La religiosa colombiana fue beatificada por el papa Francisco, después de que el Vaticano reconoció un milagro atribuido a su intercesión.
La ceremonia, que arrancó a las 10 de la mañana, congregó a una cantidad importante de feligreses que llegaron de diferentes parroquias del país para acompañar este paso de la madre María Berenice hacia la santidad.
"Lo vivo en el sentido emocional de que Colombia pueda tener otra santa.
Estamos llamados a hacer actos de misericordia como dice la madre Berenice", afirmó Elizabeth Higuita, una de las asistentes.
Esta beatificación fue presidida por el Cardenal Marcello Semeraro representante del Santo Padre Francisco para esta causa.
"La madre siempre tuvo como modelo a la Virgen María de la Anunciación, a quien dedicó la primera de las tres fundaciones religiosas", señaló el cardenal durante la ceremonia y añadió que "nuestra beata tuvo que superar muchas pruebas, contrastes y su buen ejemplo venía de María".
¿Quién fue la madre María Berenice Duque?
María Ana Julia, como era su nombre de pila, nació en el municipio de Salamina, en Caldas, el 14 de agosto de 1898. Allí se educó hasta la secundaria, cuando se trasladó a vivir a Medellín, donde falleció el 25 de julio de 1993.
La hermana María Berenice dedicó su vida al servicio de los pobres, los niños y la educación. Inició su proceso de vida consagrada a los 19 años con las Dominicas de La Presentación.
Al ver los casos de jóvenes que aspiraban a ser religiosas y que eran rechazadas por su condición de raza u origen socio-económico, consultó con su superiora para crear su obra en 1943 con 12 jóvenes sin estudio. Dos años después recibió la aprobación y las jóvenes iniciaron el apostolado como Hermanitas de la Anunciación.
Para la hermana Luz Ofelia Herrón, que pertenece a congregación desde hace 50 años y es la encargada de orientar el proceso de canonización de la madre María Berenice, la principal preocupación de esta mujer fue la exclusión que se presentaba al ingresar en las comunidades religiosas. "Ella lo hizo para que las jóvenes tuvieran oportunidad de recibir educación. Otras eran morenas y en ese tiempo (1943) no las recibían. A través de la Congregación, las jóvenes se formaban sin necesidad de dar una dote para ingresar".
"La congregación nace como respuesta a los problemas sociales de la época, para apoyar a las jóvenes que querían responder al llamado del Señor y por ser de condición humilde, no eran itidas en los Institutos religiosos. También ante la pérdida de los valores esenciales en el entorno familiar, ante la necesidad de acompañar, formar y educar a los niños, jóvenes y a la misma familia", señala su historia.
Las Hermanitas de la Anunciación tienen 135 comunidades en el mundo, de las cuales 82 se encuentran en ciudades y veredas en Colombia. Cada comunidad cuenta con cuatro monjas dedicadas a la educación y evangelización de niños a través de colegios públicos y escuelas campesinas.
La Congregación también se encuentra en Italia, Francia, España, Costa de Marfil, Estados Unidos, Filipinas, México, Nicaragua, Panamá, Ecuador, Uruguay, Perú, Venezuela y Bolivia.
En Salamina ha crecido con los años el reconocimiento a su legado, en el que se caracteriza la educación, razón por la que la congregación tiene decenas de colegios y jardines infantiles en el país.
"En el municipio, incluso, hubo un colegio que pertenece a la congregación, pero hace ya años que está destinado al culto religioso y como museo sobre la vida y obra de la hermana”, señaló Leonardo Gutiérrez, miembro de la Sociedad de Mejoras Públicas del municipio, en una nota publicada en este diario el año pasado.
En el museo hay elementos personales, ropa, escritos, hábitos y otras pertenencias de la religiosa, las cuales se pueden observar cuando se le visita.
El milagro de la madre Berenice
El interés por la vida y el legado de la Madre María Berenice viene en aumento con los años, cuando empezó en firme su camino a ser declarada beata, luego de que el Vaticano iniciara el estudio del caso de Sebastián Vásquez Sierra, un paciente diagnosticado con pandisautonomía severa, una enfermedad degenerativa, que se curó luego de la intercesión de la religiosa.
Precisamente, para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión, y para que sea canonizado, hecho santo, se precisa un segundo milagro obrado "por intercesión" después de ser proclamado beato.
El milagro que se le atribuye a María Berenice es la curación de la parálisis de Sebastián Vásquez Sierra, un niño que se encomendó a esta luego de ser diagnosticado que no volvería a caminar.
Además del museo en su nombre, en la casa donde nació, ubicada sobre la calle real del pueblo, a media cuadra de la plaza de Bolívar, está la placa que referencia lo que allí ocurrió el 14 de agosto. También tiene tallada una invitación a la vida caritativa que promulgó siempre la futura beata.
REDACCIÓN VIDA DE HOY
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