En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Obispos de Colombia se reúnen para analizar la realidad del país 'con visión de futuro'
Este lunes se dio la apertura a la 115.ª Asamblea Plenaria del Episcopado colombiano, en Bogotá.
Apertura de la 115.ª Asamblea Plenaria del Episcopado colombiano Foto: CEC
"El momento histórico de nuestro país nos pide a los obispos estar en permanente ejercicio de discernimiento evangélico, reflexionar la realidad desde las regiones con actitud profética, en nombre de Dios, sin dejarnos ahogar en lo coyuntural, con visión de futuro, con realismo esperanzado, sin la beligerancia que alimenta polarizaciones, con humildad y a la vez sin ingenuidad".
Estas palabras, pronunciadas por el arzobispo de Bogotá, Mons. Luis José Rueda, en la apertura de la 115.ª Asamblea Plenaria del Episcopado colombiano, en Bogotá, dieron cauce a las reuniones que durante esta semana (del 3 al 7 de julio) congrega a los obispos del país, provenientes de las 76 jurisdicciones eclesiásticas donde la Iglesia católica realiza su misión a lo largo y ancho del territorio nacional: desde la Guajira, y las regiones bañadas por el Mar Caribe y el Océano Pacífico, hasta el suroccidente colombiano, pasando por las zonas montañosas, los Llanos Orientales y la densa Amazonía.
"Todas las realidades humanas nos interesan como Iglesia”, acentuó el prelado, quien funge Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), al sostener que "nos sentimos plenamente solidarios con todas las personas y con su historia".
Si bien los obispos son conscientes de que no tienen todas las soluciones a las múltiples problemáticas económicas, culturales, ambientales y sociales que afronta el país, se sienten “enviados por el Señor a acompañar, como pastores y como servidores, todas las situaciones de la vida del Pueblo fiel de Dios”.
La Asamblea Plenaria del Episcopado colombiano se realiza del 3 al 7 de julio. Foto:CEC
Voz profética
En un tiempo en el que los actos de violencia no dan tregua, en las ciudades como en las zonas rurales, y cuando el anhelo de la reconciliación y la paz parece inalcanzable, los obispos, como cuerpo colegiado, encuentran su inspiración en los profetas de la Biblia y de todos los tiempos –que siempre se caracterizaron por denunciar las situaciones de pecado estructural, anunciar la Palabra de Dios, y asumir compromisos concretos en la construcción de una sociedad más justa y de la vida digna–.
“Somos una voz profética necesaria para Colombia”, aseveró Mons. Rueda, subrayando que, en primer lugar, este profetismo tiene que darse desde el testimonio: “con la presencia y el acompañamiento a las comunidades, en diálogo social evangelizador como camino para encontrar las salidas a los duros conflictos que vivimos”.
De igual forma, los pastores de la Iglesia católica afirman su “voz profética” desde la oración e inspirándose en el Evangelio como en la enseñanza de la Iglesia, para descubrir el paso de Dios por sus vidas, pero también “para distinguir la cizaña mezclada con el trigo y para entender lo que el Espíritu Santo nos pide”.
“Así podremos ofrecerle a la sociedad un profetismo en cercanía, con fe y amor, asumiendo las actitudes de Jesús, Buen Pastor. Este servicio profético nos exige estar dispuestos a dar la vida por Cristo y por su pueblo, con la fuerza comunitaria que nos hace testigos de esperanza”, apostilló el prelado durante su alocución en la instalación de las sesiones de la Asamblea Plenaria, la segunda que se realiza este año en la sede de la CEC en Bogotá.
Su llamado a ser “testigos de la esperanza” tiene que ver con el tema de esta Asamblea: “ser en Colombia Iglesia misericordiosa”, una tarea que no siempre es fácil y que verdaderamente implica estar dispuestos a dar la vida, como ha ocurrido en diversas circunstancias en las que algunos pastores y de la Iglesia católica han derramado su sangre en el cumplimiento de su misión, como Mons. Isaías Duarte Cancino, asesinado por dos sicarios el 16 de marzo de 2002 en Cali, o Mons. Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, asesinado por el ELN el 2 de octubre de 1989, siendo obispo de Arauca –posteriormente declarado mártir y beatificado por el Papa Francisco durante su visita apostólica a Colombia el 8 de septiembre de 2017–.
Para no ir muy lejos, en la madrugada del pasado domingo 2 de julio, el arzobispo de Popayán y vicepresidente de la CEC, Mons. Omar Alberto Sánchez, denunció públicamente las acciones violentas contra el diácono Fredy Muñoz –quien será ordenado sacerdote dentro de un mes– y el laico Eider Bototo, en el casco urbano del municipio de Caldono.
Aunque milagrosamente, a pesar de que el vehículo en el que se movilizaban recibió 36 impactos de arma de fuego, sobrevivieron, Mons. Sánchez rechazó enérgicamente el atentado “que pudo segar la vida de dos personas que están, desde el Evangelio, totalmente al servicio de esta comunidad”.
Realidades tan complejas y dolorosas como la violencia que azota al Cauca –y que también padecen los de la Iglesia–, serán analizadas durante esta semana, al tenor del método de la “conversación espiritual”, que consiste en un itinerario de escucha mutua y discernimiento espiritual, en pequeños grupos, que será conducido por el jesuita ecuatoriano Carlos Ignacio Man Ging.
De este modo, los obispos del país se preguntarán en sus reuniones qué les pide Dios en esta hora de la historia del país para ser una Iglesia acogedora y samaritana, aportando a la promoción y a la defensa de la vida, así como a la reconciliación, la justicia y la paz. En últimas, se trata de escuchar, entre todos, “lo que el Espíritu Santo nos ha pedido para ser en Colombia una Iglesia misericordiosa”, concluye Mons. Rueda.
Óscar Elizalde Prada - Especial para EL TIEMPO
Doctor en comunicación social. Consultor del Dicasterio para la Comunicación del Vaticano.