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Más de medio millón de niños aún trabajan en Colombia
Desde el 2012 ha decrecido, constantemente, el número de menores de 17 años que laboran en el país.
Trabajo infantil. Foto: Guillermo González. Archivo EL TIEMPO
Aun cuando el último trimestre del 2020 (octubre-diciembre) cerró con el reporte de 523.000 niños y adolescentes entre los 5 y los 17 años que trabajaban en todo el territorio, la cifra es menor con respecto al mismo periodo del 2019.
Para entonces, de acuerdo con un reciente informe sobre el tema publicado por el Departamento istrativo Nacional de Estadísticas (Dane), había 586.000 menores de edad trabajando: 361.000 hombres y 161.000 mujeres.
La reducción es consistente con la disminución progresiva de la tasa de trabajo infantil, registrada en Colombia desde el 2012. De acuerdo con Juan Daniel Oviedo, director del Dane, “en el 2012 el 10,2 por ciento de los niños, niñas y adolescentes entre los 5 y 17 años trabajaron, frente al 5,4 por ciento en el 2019 y al 4,9 por ciento en el 2020. Al desagregar esta tasa por sexo, se ve también una disminución sostenida: los niños y adolescentes hombres tuvieron una tasa de trabajo infantil del 13,5 por ciento en el 2012, frente a una del 6,3 por ciento, el año pasado”.
Pese a la evolución positiva de los indicadores, Oviedo advierte que no se puede olvidar que para el 2020 “aún había 523.000 menores de 17 años que estaban trabajando fundamentalmente para participar en las actividades económicas, en mayor medida agropecuarias, de sus familias”.
Vale decir que el análisis del Dane, hecho con base en información de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH), muestra que, de acuerdo con las ramas de la actividad económica, el 44,1 por ciento de estos niños y adolescentes trabajaban a fines del 2020 en el área de agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca; otro 20,7, en la de comercio y reparación de vehículos; el 11,1 por ciento, en alojamiento y servicios de comida; el 8,3 por ciento, en industrias manufactureras; el 4,6 por ciento, en construcción; el 2,6 por ciento, en transporte y almacenamiento, y el 8,6 por ciento, en otras ramas.
En cuanto a las edades, la disminución de la tasa de trabajo infantil, en el trimestre analizado, ha sido más marcado en el grupo de 15 a 17 años: en el 2012 era del 24,3 por ciento, para el 2019 se ubicó en el 15,2 por ciento y el año pasado bajó al 13,3 por ciento. El grupo de 5 a 14 años, por otro lado, registró una tasa de trabajo del 5,9 por ciento en el 2012, que para el 2019 había bajado a 2,5 por ciento y se mantuvo así el año pasado.
'Yo trabajo porque...'
Cerca de 4 de cada 10 consultados (38,8 por ciento) aseguraron que trabajan porque deben participar en la actividad económica de sus familias; no obstante, el 34,6 por ciento señaló que lo hace porque en realidad le gusta tener su propio dinero.
El 12,2 por ciento se justificó diciendo que el trabajo lo forma, lo hace honrado o lo aleja de los vicios; otro 11,5 por ciento explicó que tiene que trabajar para ayudar con los gastos de la casa y costearse los estudios.
Es importante señalar que el 45,2 por ciento reportaron ser trabajadores sin remuneración, dentro de su familia, en otros hogares o empresas. El 25,1 por ciento eran asalariados y el 29,7 por ciento, independientes.
El Dane también indagó por el llamado ‘trabajo infantil ampliado’, que incluye el trabajo doméstico no remunerado por más de 15 horas a la semana.
Al respecto, Oviedo indicó que esta tasa venía disminuyendo desde el 2012 al 2019, al pasar del 15,8 por ciento al 9,5 por ciento de los menores de 17 años: “Pero en el 2020 la pandemia y la sobrecarga de trabajo doméstico, en el marco de los confinamientos, trajo consigo un retroceso. En efecto, 57.000 niñas y niños de más entraron a engrosar las filas del trabajo infantil ampliado; todos ellos en las zonas urbanas del país y fundamentalmente niñas menores de 14 años (46.000 de los 57.000)”, explicó.
El director del Dane agregó que “si a eso se suma que, para febrero del 2021, la Encuesta Pulso Social mostró que el 90 por ciento de los niños, niñas y adolescentes han continuado actividades de aprendizaje en las 23 principales ciudades del país, se dan luces sobre una sobrecarga que indirectamente requiere conocer los impactos en calidad de este aprendizaje, o de intensidad horaria”.
Blanca Patiño, oficial nacional de proyectos de la OIT para los Países Andinos en Colombia, recordó que el 2021 fue declarado por Naciones Unidas el Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil. Y recalcó la importancia de las medidas preventivas, que incluyen la focalización de niños y niñas con alto riesgo de trabajo infantil. “Esa información es esencial para definir acciones contra este fenómeno a nivel territorial”, aseguró.
Hay que priorizar el regreso seguro a clases: OIT
Blanca Patiño, oficial nacional de proyectos de la OIT para los Países Andinos en Colombia. Foto:OIT Colombia
Sobre el tema, Blanca Patiño, oficial nacional de proyectos de la OIT para los Países Andinos en Colombia, respondió tres preguntas:
¿Qué factores inciden en la disminución del trabajo infantil?
Es importante considerar la incidencia que la crisis ocasionada por el covid-19 puede tener en la reducción de la tasa de trabajo infantil, de 4,9 por ciento en el 2020. Los impactos enormes sobre el desempeño de la economía, que desembocaron en reducciones de la actividad productiva (con una contracción del PIB de –6,8 por ciento al cierre del 2020) y del mercado laboral, podrían explicar también el hecho de que el número de niños y niñas en situación de trabajo infantil también disminuya en el corto plazo. Otras posibles razones deberían analizarse considerando las acciones desarrolladas por actores sociales, frente al compromiso con la erradicación del trabajo infantil y el logro de la meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
¿Qué podría mejorarse para seguir reduciendo el trabajo infantil?
Una de las principales preocupaciones que se consideraban en informes hechos por la OIT en el 2020 frente a los riesgos que implica la pandemia para la niñez es la interrupción de la educación causada por los confinamientos y la falta de soluciones de aprendizaje a distancia, evidente en zonas rurales.
Considerando los avances en vacunación, se sugiere dar prioridad a la garantía de las condiciones para que niños y niñas puedan regresar a estudiar. También preocupa el aumento de la tasa de trabajo infantil ampliada (relacionada con oficios del hogar) de 9,5 por ciento a 10,2 por ciento; se evidencia una brecha de género que desfavorece la situación de niñas y adolescentes.
¿El impacto de la pandemia puede afectar avances en este campo?
La pobreza es un factor de riesgo que la OIT señaló en el 2020, en el marco del día mundial para la eliminación del trabajo infantil. Se estimaba que en el 2020 entre 42 y 66 millones de niños podrían caer en la pobreza extrema por la crisis, que se suman a los 386 millones que en el 2019 ya estaban en esta condición.
La pérdida de los medios de vida de las familias y la baja cobertura de mecanismos de protección social son factores que impulsan a los hogares a decisiones, como el trabajo infantil, que pueden cambiar la proyección de vida de una persona. Las medidas para evitar caer en una ‘trampa de pobreza’ son esenciales.
El lunes se firmará pacto intersectorial
El lunes 19 de abril, como parte de las acciones del Gobierno para erradicar el trabajo infantil, se firmará el Compromiso Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y la Protección al Adolescente Trabajador. Será suscrito por los ministerios del Trabajo y de Educación, Bienestar Familiar, la Federación Nacional de Gobernadores y la Federación Colombiana de Municipios, y contará como testigo con la Organización Internacional del Trabajo.
El acuerdo establecerá una ruta de trabajo intersectorial que contribuya con el cumplimiento de la meta 8.7 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que busca poner fin al trabajo infantil en todas sus formas para el 2025.
El jueves, tras la firma del pacto departamental para la erradicación del trabajo infantil y la protección integral del adolescente trabajador en el Quindío, el ministro del Trabajo, Ángel Custodio Cabrera, explicó que se desarrollarán acciones efectivas y articuladas para prevenir el trabajo infantil a través de la educación como eje fundamental.