Muchos atlanticenses conocimos el Muelle
de Puerto Colombia a través de los recuerdos de nuestros mayores y las fotos publicadas en libros e Internet. Eso era mejor que la realidad del muelle que nos tocó. Por fortuna, esa historia se ha reescrito poco a poco, y el más reciente capítulo empezó hace un par de meses con la apertura del Muelle 1888, una nueva joya turística y cultural en la costa Caribe.
Ubicado a solo 30 minutos de Barranquilla, el Muelle 1888 se ha convertido en el nuevo destino turístico del Atlántico, que desde hace cuatro años viene ampliando considerablemente su agenda de planes.
Uno de los atractivos del Mue- lle son sus seis cocinas internacionales, que se ampliarán a 18 para diciembre del 2024. Estos lugares exaltan los sabores europeos, asiáticos y norteamericanos, que se volvieron locales gracias al arribo de migrantes a finales del siglo XIX.
En el Muelle 1888 se consiguen boca- dos dulces desde$4.500, café desde
$6.000, cervezas desde $13.000, platos de sal desde
$18.000 y coctelería desde $30.000.
Un lugar con historia
Precisamente esas migracio- nes entraron al país por el mue- lle de Puerto Colombia, ubicado a solo pasos del nuevo centro gastronómico. De hecho, el nom- bre Muelle 1888 viene del año de
construcción del histórico puerto, considerado el segundo terminal marítimo más largo del mundo y el más importante de Colombia hasta mediados de los años 30.
Tras décadas sin el mantenimiento adecuado, el mar y el viento fracturaron el muelle en cinco partes, y algunas aún repo- san inmóviles en medio del mar Caribe. Mientras que el fragmento que quedó unido a la costa fue demolido en el 2019 para dar paso a una nueva estructura más segura para el turismo.
Esta obra fue inaugurada por la Gobernación del Atlántico en el 2022, y así mismo han entregado la plaza Francisco Javier Cisneros, un malecón de 1,5 kilómetros, y el pasado 9 de agosto, el Muelle 1888. Este marca la última etapa del re- nacimiento de este municipio, que por fin empieza a parecerse a lo que nos contaban los mayores y las revistas.
200
EMPLEOS DIRECTOS
E INDIRECTOS GENERA EL MUELLE
Espacios que deleitan los sentidos
El Muelle 1888 fue diseñado por el arquitecto barranquillero José Pérez Orozco, quien se inspiró en la arquitectura antillana. Y aunque es un centro gastronómico, en sus 6.800 metros cuadrados también hay espacios que deleitan sentidos distintos al gusto y las buenas fotos están garantizadas (ver recuadro con spots recomendados).
Y ya entrando en materia, se pueden encontrar sabores mediterráneos, postres, cafés y bebidas frías (ver recuadro para conocer precios). Terra e Mare es una de las novedades, con sus platos de mar y paellas. Mientras que Il Tavolo di Porto rinde homenaje a las familias italianas con sus pastas y pizzas.
En la estructura del Muelle 1888 se destaca un faro, y allí se encuentra El Inmigrante, un gastrobar recomendado si busca maridar tragos y bocados casuales con las vistas más imponentes del mar Caribe.
“En menos de dos meses de su apertura se han registrado aproximadamente 100.000 visitantes, siendo los fines de semana los de mayor afluencia”, destaca Jorge Ávila Pareja, gerente de Plazas y Parques de la Gobernación del Atlántico.
Es una alegría que este espacio exista, no solo por el progreso que trae a Puerto Colombia, sino porque le devuelve la vocación histórica que el país casi no conoce. Qué bueno que no tuvimos que conformarnos con el muelle que nos tocó.
Aliste lA cámara
Y deténgase a apreciar las instalaciones artísticas del Muelle 1888, a cargo de la barranquillera Elsa Marina Losada.
•En el principal reposa un ancla de barco atrapado por el gran coral marino.
•Cerca al faro encontrará un mural en mosaico que representa nuestra herencia caribe e inmigrante.
•En un costado de la edificación se ven coloridos globos que se elevan al cielo desde el ferrocarril.