Sonidos desde el currulao hasta la salsa son protagonistas la capital del Valle del Cauca.
En la Autopista Suroriental, sobre la Calle de la Feria, miles de personas en Cali disfrutaron el segundo día de la 65 Feria de Cali, con el desfile Las Fiestas de Mi Pueblo, organizado por la Gobernación del Valle, en el que todos los municipios del Valle del Cauca mostraron su alegría, cultura, costumbres y creencias, durante cerca de dos kilómetros. Foto: Juan Pablo Rueda Bustamante / El Tiempo
Desde hace años, Cali ha sido un representante de la riqueza étnica y cultural que tiene Colombia. Sus ritmos hacen que esta ciudad sea un atractivo turístico para cientos de visitantes que se contagian de la magia y el encanto del sonido contagioso de esa región del Pacífico.
Es por eso que visitantes y turistas la han apodado “la capital de la salsa” o “la capital de la rumba”. El sector de Juanchito ha sido testigo del folclor de la ciudad y ha albergado a miles de rumberos, que hasta en las calles derrochan su talento bailando diferentes sonidos.
La iglesia de La Ermita se construyó entre 1930 y 1948. Tiene un altar de mármol traído de Italia y data del siglo XVIII. El reloj musical y las vidrieras son traídas de Ámsterdam (Holanda), mientras que las puertas de hierro fueron fabricadas en Cali, en 1973. Foto:Juan B. Díaz / EL TIEMPO
Pero Cali no solo es rumba. Esta ciudad ofrece un recorrido maravilloso que podría iniciar a orillas del Río Cali, en donde es posible apreciar monumentos de esta ciudad en iglesias como la Ermita y otras edificaciones que son auténticas de la época colonial.
Museos como La tertulia, El Museo de Oro Calima y el Museo Arqueológico La Merced, también son imperdibles de la zona y ofrecen recorridos para los amantes del arte y la historia.
Y aunque muchos crean que el Cristo Redentor solo se puede ver en Brasil, deben visitar la réplica exacta de este monumento en cerro de las tres cruces, en donde hay un Cristo Rey que cuida toda la ciudad.
Además, podrán tener un día lleno de sol y naturaleza si hacen una parada por el maravilloso Zoológico de Cali. Es un plan imperdible para los niños y los amantes de los animales.
Este es el monumento Cristo Rey, uno de los miradores turísticos en Cali. Foto:Archivo EL TIEMPO
Cali también es reconocida por su gastronomía y el sazón de sus habitantes. Incluso, se dice que esta es la única región de Colombia en donde hay una mezcla de sabores entre la cultura española, indígena y africana.
Allí se hacen los verdaderos aborrajados, chuletas vallunas, tostadas de plátano verde con hogao, empanadas vallunas y ni hablar del arroz atollado.
Pero toda esa comida debe ser acompañada con un “champú”, una buena lulada o un “cholao” para los paladares más dulces.
Y ni hablar de la Feria de Cali. Es una experiencia única, en la que cada diciembre la ciudad se llena de eventos culturales, artísticos y deportivos para el bienestar de todos sus asistentes.
Es una de las fiestas más importantes de Colombia y se hace para despedir el año al ritmo de la salsa.
En la Autopista Suroriental, sobre la Calle de la Feria, miles de personas en Cali disfrutaron el segundo día de la 65 Feria de Cali, con el desfile Las Fiestas de Mi Pueblo, organizado por la Gobernación del Valle, en el que todos los municipios del Valle del Cauca mostraron su alegría, cultura, costumbres y creencias, durante cerca de dos kilómetros. Foto:Juan Pablo Rueda Bustamante / El Tiempo
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