El sexo y un peligroso juego de poderes que recorre los corredores de la monarquía británica son los elementos claves de la miniserie Becoming Elizabeth, que se puede ver en la plataforma Starzplay, otra producción que se toma algunas licencias históricas y que no teme arriesgarse con la protagonista para contar los sufrimientos y retos de una joven Isabel Tudor, a la que no le fue nada fácil llegar al trono.
“Amo el hecho de que estamos hablando de una Isabel muy joven. Y ayudando a las personas a entender, incluyéndome a mí, cómo ella se convirtió en esa increíble monarca. En cómo fue de difícil su juventud y su niñez y cómo se convirtió en alguien tan fuerte. Pero también lo relaciono con la idea de las líderes femeninas, permitiendo que Isabel revele su vulnerabilidad”, reflexiona la actriz Alicia von Rittberg, quien se mete en el papel protagónico de la serie, durante una charla con EL TIEMPO.
Algo parecido le sucedió a Anya Reiss, la creadora y directora de la producción, que al desarrollar la investigación se dio cuenta de que no conocía episodios de la juventud de su personaje. “Sentí que era realmente emocionante contar la historia un poco al revés, donde sabes lo que sucede en el futuro y puedes explorar con gran interés las motivaciones y algunas piezas del pasado”, recordó en una entrevista con Newsweek.
“Opino que debemos pensar diferente y entender ese liderazgo desde una perspectiva femenina, probablemente con una voz más suave y con una forma más emocional de comunicarse y navegar entre las cosas. Introducir a esta líder femenina inspiradora desde sus años jóvenes hasta el punto en el que se convirtió en esa figura de una fuerte monarca ayuda mucho a entenderla en su recorrido”, agrega Von Rittberg, que tuvo un reto adicional: interpretar a una reina británica, aunque ella es alemana.
Sentí que era realmente emocionante contar la historia un poco al revés, donde sabes lo que sucede en el futuro y puedes explorar con gran interés las motivaciones y algunas piezas del pasado
“Fue algo interesante. Intenté tener el acento correcto y tratar con el mayor respeto posible la identidad del personaje. También mantuve cierta libertad en la forma como hablaba, y el director me dijo al inicio que me permitía que Isabel tuviera este tono de forma ocasional. Pienso que esto me ayudó a sentirme libre en el momento de interpretarla”, explicó la actriz acerca de su experiencia.
Es una miniserie oscura, estéticamente densa, con algunos sofisticados toques de suspenso y con una intención muy clara de humanizar a sus altezas reales y revelando, como insinuaba en la charla Alicia von Rittberg, más emociones y no tanto un mundo de riqueza y opulencia.
Es una miniserie oscura, estéticamente densa, con algunos sofisticados toques de suspenso y con una intención muy clara de humanizar a sus altezas reales
Rittberg, por su parte, refleja muy bien ese golpe de transición a la madurez que va experimentando Isabel. La familia Tudor y los que acechan a su alrededor se muestran de manera frontal en sus ambiciones y defectos, y son tan crueles como la política que se construye en ese ámbito de la monarquía.
“Es muy importante y emocionante ver a la persona detrás de alguien que nosotros creemos conocer gracias a la literatura y pienso que, especialmente la reina Isabel, es un ícono”, cuenta.
“Hay mucho más que una pequeña llorando por la persona de la que se enamoró, en realidad se ve el trayecto a la a gran reina en la que se convirtió”, reflexiona la actriz, que se dejó llevar por la intuición y la exploración de sus propios sentimientos y recuerdos de su juventud para darle forma a un personaje histórico con una mayor tranquilidad y libertad en la serie.
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