En un mundo cada vez más consciente de la importancia del bienestar integral, la espiritualidad emerge como un componente esencial para vivir en armonía y paz.
Este viaje personal hacia el interior del alma se perfila no solo como una aventura de autoconocimiento sino también como un encuentro profundo con un Poder Superior.
La espiritualidad, vista por algunos como un tercer pilar de la salud, junto a la física y la mental, ofrece una perspectiva holística del bienestar, a pesar de que su relevancia sea aún debatida o ignorada por otros.
Adela Comoretto, astróloga y terapeuta holística, describe la espiritualidad como la capacidad de observar a nosotros mismos y al mundo como una entidad unificada, donde la conexión con algo más grande —llámese Energía, Dios, Universo, o cualquier otro nombre culturalmente asignado— es fundamental.
La respiración consciente es beneficiosa para regular el estrés. Foto:iStock
Esta visión implica un estilo de vida y creencias que facilitan la exploración interna, con prácticas variadas como la participación en comunidades religiosas, terapia, lectura de textos sagrados, meditación y el involucramiento en causas sociales, entre otras.
La concientización sobre la importancia de cuidar el espíritu ha llevado al desarrollo del concepto de "higiene o rejuvenecimiento espiritual", destacando la necesidad de atender al ser energético interno.
Agustina Cabello, especialista en Tarot y Espiritualidad libre y evolutiva, argumenta que la salud espiritual puede ser incluso más crucial que la física o mental para algunas personas, subrayando que el espíritu es la base de nuestro ser, de donde se derivan nuestras condiciones emocionales y corporales.
La interconexión de la salud espiritual con el bienestar físico y emocional
Meditación. Foto:iStock
La relación entre la espiritualidad y la salud física se ha vuelto más evidente con el tiempo.
La noción de que desórdenes en nuestros pensamientos o emociones pueden afectar nuestra salud física es ampliamente aceptada, sin embargo, la importancia del cuidado espiritual a menudo se pasa por alto.
Adela Comoretto y Jill Harrison, doctora en Medicina China, acupunturista, herbolaria y psicoterapeuta, coinciden en que la espiritualidad está intrínsecamente ligada a lo emocional y constituye una travesía individual hacia el bienestar.
La meditación se destaca como la práctica espiritual con beneficios más documentados, sirviendo como un puente hacia el interior y el descubrimiento de lo infinito.
Comoretto enfatiza la necesidad de confiar en un orden mayor, sugiriendo que la verdadera espiritualidad reside en aceptar que no tenemos todas las respuestas y que superar la necesidad de control puede conducirnos a un estado de calma y paz.
Este enfoque no solo promueve un crecimiento espiritual sino que también enseña a no dejar que las circunstancias externas afecten nuestro estado interior, fomentando el desapego y fortaleciendo el poder personal.
El crecimiento espiritual fomenta el desapego y fortaleciendo el poder personal. Foto:iStock
Reflexiones sobre la salud espiritual
La "pobreza espiritual" se manifiesta en síntomas como el bloqueo, la percepción de que todo va mal o la tendencia a culpar a los demás por nuestras desdichas. Reconocer esta desconexión con lo simple y lo sencillo es el primer paso hacia una búsqueda espiritual significativa.
A continuación presentaremos algunas reflexiones sobre la salud espiritual:
El impacto en el cuerpo físico"Con el tiempo entendimos que si nuestros pensamientos están desordenados o nuestras emociones se vuelven intensas, el cuerpo físico puede enfermar. Pero no solemos contemplar lo mismo sobre el espíritu", explica Comoretto, subrayando la importancia de una conexión y diálogo fluidos entre las diferentes partes del ser humano para mantener un todo saludable.
Síntomas de “pobreza espiritual”Cabello indica que sentirse bloqueado o pensar que todo sale mal son síntomas claros de una falta de conexión espiritual, lo cual a menudo se traduce en culpar a los demás por nuestros propios problemas.
Puesta en prácticaTracy Balboni destaca la importancia de integrar la espiritualidad en la medicina, especialmente en el tratamiento de enfermedades graves, para no solo mejorar el bienestar físico sino también el espiritual de los pacientes.
Expertos subrayan la importancia de cultivar prácticas espirituales, tanto en la salud como en la enfermedad. Foto:iStock
Integración de la espiritualidad en la medicina moderna
La relevancia de incorporar un enfoque espiritual en el ámbito médico cobra especial importancia en el tratamiento de enfermedades graves.
Tracy Balboni, médica oncóloga especializada en cuidados paliativos y co-directora de la Iniciativa sobre Salud, Espiritualidad y Religión de Harvard, aboga por la integración de la salud espiritual en la atención médica, argumentando que su omisión puede resultar en un trato despersonalizado y deshumanizante para los pacientes.
La investigación liderada por Balboni revela una clara demanda de cuidado espiritual entre los pacientes, aunque raramente se abordan estas necesidades en la práctica médica.
La espiritualidad no solo influye en las decisiones médicas sino que su negligencia puede deteriorar la calidad de vida del paciente. Por el contrario, atender a estas necesidades espirituales se asocia con mejores resultados al final de la vida, subrayando la importancia de cultivar prácticas espirituales, tanto en la salud como en la enfermedad.
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación, y contó con la revisión de un periodista y un editor.
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