En un caso que generó gran controversia en la comunidad médica, Chad Gerlaugh, un hombre de 46 años y cuadripléjico desde un accidente en 1998, fue sometido a un procedimiento rutinario para la eliminación de un cálculo renal en el hospital Morton Plant de Clearwater, Florida.
Lo que debería haber sido un tratamiento simple y sin complicaciones terminó en una tragedia personal cuando, tras desarrollar una infección grave, perdió las cuatro extremidades.
Según aclaró en el medio Tampa Bay, en abril de 2019, Gerlaugh ingresó al hospital para someterse a un procedimiento mínimamente invasivo para extraer un cálculo renal, algo común para las personas con lesiones en la médula espinal, como es su caso.
A pesar de las dificultades que enfrentaba debido a su parálisis, él era una persona independiente que realizaba muchas de sus actividades cotidianas, como conducir su vehículo adaptado, trabajar y participar en actividades recreativas como la caza.
Sin embargo, durante su recuperación, comenzaron a surgir complicaciones graves: su presión arterial bajó drásticamente, y su respiración se volvió errática, lo que llevó al diagnóstico de sepsis.
A pesar de las alarmas en los monitores de signos vitales, la hospitalización prolongada de 23 días no bastó para detener el avance de la infección, que terminó afectando gravemente sus extremidades. Gerlaugh sufrió un paro cardíaco, pero fue resucitado tras siete minutos de insuficiencia respiratoria.
Lamentablemente, la necrosis en sus brazos y piernas fue inevitable debido a la falta de circulación sanguínea y el uso prolongado de medicamentos vasopresores. Al final de este proceso, Gerlaugh tuvo que someterse nada más y nada menos que a la amputación de ambas piernas y ambos brazos.
La mortalidad por sepsis alcanza a muchas personas Foto:iStock
En un video familiar, compartido por el citado portal, habló sobre el impacto emocional de esta tragedia: "Mi vida nunca será la misma. Ahora tengo que pedir ayuda para todo".
Aunque antes de la amputación podía conducir su vehículo adaptado y realizar tareas cotidianas, ahora se encuentra completamente dependiente de su familia.
Como resultado de lo que considera una negligencia médica, Chad presentó una demanda por mala práctica contra el hospital Morton Plant y BayCare, la organización que lo istra.
La demanda acusa al hospital de no haber identificado de manera oportuna la sepsis y de no haber tomado las medidas necesarias para evitar que sus extremidades se necrosaran.
Steve Yerrid, el abogado de Gerlaugh, señaló al medio mencionado que los sistemas de monitoreo mostraban señales claras de que algo iba mal, pero la intervención fue tardía.
La demanda también subraya que, de haber recibido atención más oportuna, Gerlaugh podría haber evitado la amputación. "Uno entra al hospital por piedras en los riñones y sale sin brazos ni piernas. No tiene sentido", expresó en referencia a la gravedad del caso.
En febrero de 2025, el caso fue resuelto por un acuerdo de conciliación entre las partes, aunque los detalles financieros del acuerdo se mantienen confidenciales.
Hoy en día, Gerlaugh vive con una dependencia total de sus padres para todas las actividades diarias. Ya no puede conducir ni disfrutar de las actividades que antes eran parte integral de su vida.
La pérdida de su independencia y la necesidad constante de ayuda de su familia dejó un impacto negativo en su bienestar emocional. "Es difícil adaptarse. Me siento una carga para mis padres," concluyó.
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