El cáncer de piel es una de las enfermedades más comunes en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se diagnostican alrededor de tres millones de casos en todo el planeta.
Se trata de una enfermedad que se origina en las células de la piel y que puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, género o etnia.
Existen tres tipos principales de cáncer de piel: carcinoma de células basales, carcinoma de células escamosas y melanoma.
El primero de ellos es el más común, representando cerca del 80 % de todos los casos de cáncer de piel. Aunque no suele ser mortal, si no se trata a tiempo puede causar daños graves en los tejidos cercanos.
Síntomas
Los síntomas del cáncer de piel pueden variar dependiendo del tipo y la etapa de la enfermedad.
Sin embargo, los más comunes son cambios en la piel, como manchas, bultos o úlceras que no desaparecen en unas semanas, o una herida que no cicatriza.
También puede haber cambios en el tamaño, la forma o el color de un lunar o una peca existente.
Las causas del cáncer de piel son variadas. La exposición al sol es el principal factor de riesgo, especialmente si la exposición es prolongada y sin protección.
Los rayos UV pueden dañar el ADN de las células de la piel y provocar mutaciones que pueden derivar en cáncer.
Otras causas incluyen el uso de camas solares, antecedentes familiares de cáncer de piel y la exposición a sustancias químicas tóxicas.
El diagnóstico del cáncer de piel se realiza mediante una biopsia de la piel, que consiste en tomar una muestra de la lesión y examinarla en un laboratorio.
La reaplicación del bloqueador depende del día a día. En el mar o en piscina debe hacerse cada dos horas. Foto:iStock
En esa línea, el tratamiento dependerá del tipo y la etapa del cáncer, pero puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia o terapia dirigida. Si se detecta a tiempo, el cáncer de piel tiene un alto índice de curación.
Prevención
La prevención es fundamental para evitar el cáncer de piel. La exposición al sol debe ser limitada y se recomienda el uso de ropa protectora, sombreros y gafas de sol.
También es importante utilizar protector solar con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30 y aplicarlo cada dos horas.
La Academia Americana de Dermatología (AAD) recomienda realizar autoexámenes de la piel regularmente para detectar cualquier cambio.
El pronóstico del cáncer de piel depende del tipo y la etapa de la enfermedad, así como del tratamiento utilizado.
Las personas suelen tener de 10 a 40 lunares que aparecen en la niñez. Foto:iStock
Según Mayo Clinic, "si se detecta a tiempo, el cáncer de piel es tratable y con frecuencia curable". Sin embargo, si no se trata a tiempo, puede propagarse a otros órganos y poner en peligro la vida del paciente.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), afirman que es importante tomar medidas preventivas y estar alerta ante cualquier cambio en la piel para detectar el cáncer a tiempo.
Además de los métodos preventivos y el autoexamen regular de la piel, es recomendable acudir a un dermatólogo si se observa algún cambio en la piel.
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