Conocida científicamente como la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ) es una forma de daño cerebral que lleva a una disminución rápida en el movimiento y pérdida de la función mental que llega hasta la demencia, según explica la Biblioteca Nacional de Medicina.
Además, se conoce como el padecimiento de las vacas locas porque puede ser contagiado por la carne de bovinos y por los comportamientos que adopta el paciente, que suelen ser sacudidas involuntarias de los músculos y marcha tambaleante.
La proteína prión provoca que las proteínas normales se plieguen de manera anormal. Esto afecta la capacidad de otras proteínas para funcionar y aunque es muy poco frecuente, hay varios tipos. Sus variables clásicas de la ECJ son:
- Cuando ocurre sin razón conocida y comienza en promedio a los 65 años.
- Pasa cuando es de tipo familiar. Ocurre cuando una persona hereda el prión anormal de uno de los padres (este tipo de la enfermedad es poco frecuente).
- La variante de la ECJ es causada por comer carne infectada. Se piensa que la infección que causa la enfermedad en las vacas locas es la misma que ocasiona la vECJ en humanos, que tiende a afectar a personas más jóvenes.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que menos de 200 personas en todo el mundo han tenido esta enfermedad. Casi todos los casos ocurrieron en Inglaterra y Francia.
Demencia que empeora rápidamente en el transcurso de unas pocas semanas o meses.
Visión borrosa (algunas veces).
Cambios en la marcha (forma de caminar).
Confusión o desorientación.
Alucinaciones (ver o escuchar cosas que no existen).
Falta de coordinación (por ejemplo, tropezones y caídas).
Rigidez muscular, fasciculaciones.
Sensaciones de estar nervioso o sobresaltado.
Cambios de personalidad.
Somnolencia.
Convulsiones o movimientos espasmódicos repentinos.
Dificultad para hablar.
La demencia causa pérdida de concentración, confusión y cambios de humor. Foto:123 rf. ARCHIVO EL TIEMPO
Tratamiento
No existe una cura para esta enfermedad, a pesar de que se han probado distintos medicamentos para retrasar los signos. Por ello, los objetivos del tratamiento incluyen crear un ambiente seguro, controlar los comportamientos agresivos, satisfacer las necesidades de la persona y dar vigilancia en el hogar o en un centro médico.
Para los pacientes, se requiere apoyo para manejar las conductas inaceptables o peligrosas. Lo que consiste en recompensar las conductas positivas e ignorar las negativas (cuando es seguro hacerlo).
El equipo médico que pueda estar contaminado se debe retirar del servicio y debe desecharse. Las personas con casos conocidos de la ECJ no deben donar córneas ni otros tejidos corporales.
En la actualidad, la mayoría de los países tienen pautas estrictas para el manejo de las vacas infectadas con el fin de evitar pasar la ECJ a los humanos.
La fuente de información utilizada en este artículo es la Biblioteca Nacional de Medicina. En caso de que tenga más preguntas o tenga sugerencias sobre temas que le gustaría leer, por favor escribir a mardel@eltiempo.com.
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