Las compotas pueden añadirse a las dietas de los bebés de forma paulatina ya que son fáciles de asimilar para el estómago.
Según información publicada en el portal web del doctor Germán Silva, el sistema digestivo de los pequeños necesita tiempo para poder procesar alimentos sólidos.
Así que consumir algunos alimentos como compotas sirve para hacer la transición de la leche materna a otro tipo de dieta.
Algunas compotas tienen vitaminas C, A y fibra. La primera es necesaria para los tejidos respiratorios y vasculares. La segunda para la salud de la piel y los ojos. La última ayuda a mantener la digestión.
Sin embargo, la composición de las compotas dependen de la fruta de la que se componga.
Un aspecto importante a revisar es que tengan el mínimo porcentaje de fruta requerido, debe ser del 45% del producto según las normas alimentarias de Codex.
Otros alimentos que pueden ser complementarios son las coladas, a base de legumbres o verduras. Como indica Silva, se aconseja incluir estos productos cuando los niños empiezan a mover la lengua y la mandíbula.
Recomendaciones y sabores populares
Aunque sean un alimento importante para los niños en su primera infancia, debe tener en cuenta de que no contengan alto contenido en azucar ni en sodio.
Tampoco debe exceder el contenido calórico; es decir, que las frutas sean su materia prima y no otros componentes como preservantes.
Según Nestlé, algunos de los sabores más populares son:
- Compota de manzana
- Compota de fresa
- Compota de mango
- Compota de pera
- Compota de durazno
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