LAS HOJAS VERDES :

Crudas o cocidas, en sopa, en ensalada, al horno. Una variedad de recetas tentadoras aún para quienes no gustan de las espinacas.

Popeye tal vez popularizó las espinacas. Pero antes que él, varios siglos, se le habían adelantado en la divulgación y promoción de las bondades de una verdura que aún hoy no siempre goza de buena fama.

En efecto, fue Catalina de Medicis, descendiente de banqueros florentinos pero, por nupcias reina de Francia, quien, a finales del siglo XVI impuso el consumo de las espinacas. A ese momento, su decisión era el fruto de un gusto muy personal, y no, como lo es hoy, el resultado de unas investigaciones científicas que resaltan las propiedades terapéuticas y preventivas de la espinaca.

Pero no es solo de la espinaca que se debe hablar sino de todos los vegetales de hojas grandes, verdes y oscuras. Entre ellos, la acelga. Y también de otras verduras, también verdes, que han sido clasificadas como protectoras contra ciertos tipos de cáncer. Se menciona, entre ellas, el brócoli.

Aquí van unas recetas que buscan convencer a los escépticos de que las espinacas, además de saludables, son exquisitas. Se recuerda que tienen un contenido alto en vitaminas A y C, y son buena fuente de hierro.

Uvas pasas y piñones

2 manojos de espinacas