El alcalde Carlos Fernando Galán habla sobre la incertidumbre que genera el Gobierno Nacional con los aportes para la obra. Reconoce que la seguridad sigue siendo un dolor de cabeza. Balance de un año.
¿Cómo califica este primer año en la alcaldía?
Es un año en el que nos hemos puesto en la tarea de poner orden en Bogotá, no ha sido un año fácil, hemos enfrentado retos grandes que la ciudad no enfrentaba hace mucho tiempo. La situación del agua ha sido crítica; el racionamiento durante 8 meses es un tema muy complejo, pero hemos tomado medidas responsables y serias que nos van a permitir salir de este problema definitivamente el próximo año. Hemos empezado a poner orden en las obras. La gente estaba frustrada, con mucha razón, porque veía que tardaban muchísimo tiempo, no se movían y no se entregaban, y nos hemos puesto la tarea de organizar todo para poder entregarlas. Y hemos defendido el metro.
¿Qué tan desordenada estaba la ciudad?
Muy, muy desordenada. Encontramos todas las obras atrasadas, la única que no tenía atraso significativo era el metro, pero las demás tenían.
A pesar de los incendios, las obras atrasadas, los embates del Gobierno Nacional contra el metro y ahora el racionamiento de agua, el optimismo de los bogotanos aumentó, según Bogotá Como Vamos...
La gente está viendo que las cosas comenzaron a avanzar, sabe que los problemas no se han resuelto, pero empieza a ver un camino de solución, empieza a recuperar la esperanza.
Por ejemplo, las obras de valorización que llevan años, las hemos empezado a entregar. La gente dice: ‘bueno, eso es muy positivo’. Tenemos la ciudad reventada en obras, como nunca antes, pero estamos viendo la luz al final del túnel, porque ya se están resolviendo los problemas para poder entregarlas.
Otro tema importantísimo es el metro, es una promesa de 80 años. Cuando llegué hace un año, la gente no lo veía, porque las obras estaban avanzando en el patio taller solamente, y la gente ya las está viendo en la ciudad y ya cree y dice: ‘sí se está haciendo y se va a entregar’.
¿Se ha avanzado en seguridad como en otros frentes?
Nos falta muchísimo. Hemos logrado resultados importantes en golpear bandas delincuenciales. Por ejemplo, se ha capturado un número significativo de del ‘Tren de Aragua’ y de ‘Satanás’. En general, se han capturado casi 30.000 personas. En las cifras de Fiscalía y Policía hay reducción en todas las modalidades de hurto frente a las cifras del 2023, y sigue habiendo muchos, pero hay una tendencia a la reducción.
Ha aumentado la extorsión, nos aumentó en todo el país y en Bogotá, y nos aumentó el homicidio, que tiene unas particularidades. En algunos casos, tiene que ver con el enfrentamiento entre bandas delincuenciales y que, al ser golpeadas, buscan reacomodarse, se enfrentan entre ellas para controlar territorios, y generan violencia. Bogotá también se ha visto afectada por cuenta de lo que pasa a nivel nacional. Hoy, tenemos mayor capacidad que antes de producir cocaína en Colombia. Eso llega y afecta a las ciudades.
El año entrante vamos a empezar, con esfuerzos de mayores recursos en seguridad, a entregar más resultados para enfrentar esos problemas en particular: la extorsión y el homicidio.
¿Cuántos de los homicidios en Bogotá tienen que ver con estructuras criminales del orden nacional, de narcotráfico, de extorsión, de ajuste de cuentas?
No podemos justificar ningún asesinato por ningún motivo, tenemos que evitar todas las muertes, pero hay elementos que ayudan a entender cómo son las dinámicas criminales que operan en Bogotá. Alrededor del 10 % de las personas que han sido asesinadas este año tenían orden de captura; podrían tener que ver con bandas criminales y es posible que el asesinato esté relacionado con enfrentamiento entre bandas. Y más de la mitad tiene anotaciones por temas delincuenciales de diferente índole.
La violencia que afecta a Bogotá, en una proporción muy alta, tiene que ver con ese enfrentamiento. Hay otros hechos distintos. Hay asesinatos en el marco de un hurto. Es un porcentaje mucho menor, pero es gravísimo. Cerca de 4 % o 5 % de los homicidios son en el marco de hurto. Se ha reducido frente al año pasado, pero es dramático.
¿Ha mejorado la seguridad en TransMilenio?
Las cifras del sistema indican una reducción de cerca del 30 % en hurtos. Se han dado golpes importantes, hay mayor presencia, pero nos falta mucho. El sistema troncal se ha visto afectado por las obras; se cerraron cuatro estaciones de TransMilenio por el metro. Hemos tenido más del 500 protestas que bloquean el sistema de transporte.
Hay preocupación de mujeres, jóvenes, trabajadores por decisiones desde el Gobierno Nacional, ¿se ha afectado Bogotá?
Sí, afectan a Bogotá, porque Bogotá no es una isla, y la Nación tiene una responsabilidad con Bogotá y esos recursos deberían también llegar, entre otros territorios a Bogotá. No estamos cruzados de brazos, Bogotá realiza un esfuerzo grande en todos los frentes. Por ejemplo, tenemos la política de vivienda más ambiciosa que ha tenido Bogotá; este año vamos a llegar a cerca de 5.000 subsidios asignados y el año entrante van a ser cerca de 25.000. Con eso buscamos activar la economía, garantizar la posibilidad de que muchos ciudadanos que no tienen vivienda puedan acceder. Tenemos recursos cercanos a 1,1 billones de pesos para vivienda en los próximos años.
No estamos cruzados de brazos, Bogotá realiza un esfuerzo grande en todos los frentes. Tenemos la política de vivienda más ambiciosa que ha tenido Bogotá.
¿Los subsidios que ofrece Bogotá se mantienen?
Se mantienen, es más, son los que han producido parte de la reactivación económica. En educación, abrimos una nueva fase del programa para a educación posmedia, superior, técnica, tecnológica. Se entregaron 5.000 becas para el semestre entrante. Bogotá tiene comprometidos 470.000 millones de pesos para financiar el estudio de jóvenes en universidades públicas, como la Pedagógica, la Nacional, la Distrital. Y vamos a comprometer 510.000 millones de pesos adicionales.
Entregamos los primeros comedores comunitarios nuevos, los vamos a ampliar en 50 %. Estamos avanzando en todos los frentes, obviamente, entendiendo que necesitamos coordinación con la Nación, pero no podemos quedarnos cruzados de brazos esperando.
Seis de cada 10 bogotanos apoyan las obras del metro, ¿cómo van en esas obras?
Al 30 de noviembre, la obra iba por encima del 44 %, estamos avanzando cerca del 2 % mensual. La obra debe llegar el año entrante a un hito clave del 50 por ciento como proyecto, en septiembre llega el primer tren y a partir de ahí llegarán todos los trenes. El viaducto se está construyendo a un ritmo cercano a los 200 metros por semana. La obra va bien y la estamos protegiendo y la estamos blindando, en términos de garantizar que no se pare. Hay una discusión con la Nación que esperamos resolver en términos de los aportes que tiene que dar la Nación, pero primero la Nación tiene que cumplir su compromiso legal. Bogotá va a garantizar que esa obra no se pare ni un solo día.
¿Los bogotanos tenemos que preocuparnos por el futuro del agua?
Tenemos que seguir en alerta y ser muy cuidadosos con el agua. Con el ahorro que se ha hecho, gracias a las medidas, logramos tener cerca de 18-19 millones de m³ adicionales en Chingaza, que no estaban el año pasado. O sea, estamos mejor, y hoy tenemos mayor capacidad para atraer agua del sistema Norte, que no tiene problema, versus Chingaza. La combinación de esas dos cosas nos hace estar mejor preparados para enfrentar un año 2025, sin embargo, no está solucionado el problema, estamos trabajando en esta coyuntura y en soluciones de largo plazo.
¿El 2025 podría llamarlo el año de las entregas?
Tenemos 1.195 frentes de obra. Es un año de entregas y de obras también, porque se van a abrir nuevos frentes. Vamos a entregar la intersección de la Boyacá con 127, la avenida El Rincón, la 9.ª en el norte; la Caracas al sur; la troncal completa de la Ciudad de Cali y vamos a entregar la 63, entre otras. El metro está avanzando y va a seguir avanzando en otros puntos.
Se va a iniciar la obra formal de la calle 13 en los primeros dos tramos que fueron adjudicados, y se va a iniciar la obra de la 7.ª en el norte, que la recibimos contratada.
¿No hay riesgo de que el Gobierno Nacional deje de financiar el metro o aplazar los pagos?
Esperamos que si, eventualmente, hay un acuerdo para mover pagos, es porque Bogotá se sienta con ellos y ve viable la posibilidad de mover unos meses los pagos y se pacte y se garantice que los darán, no porque el Gobierno Nacional decida no darlos y punto, eso sería muy grave para la obra. En todo caso, vamos a blindar la obra y a garantizar que no se pare ni un solo minuto.
¿Mejorarán las relaciones con el Gobierno Nacional?
Estamos abiertos al diálogo, tenemos diferencias. Esperamos que se dé ese diálogo pensando en los habitantes de Bogotá, que son los que necesitan las soluciones, no un Gobierno Nacional con uno local peleando, sino solucionando problemas.
¿La va bien con el gabinete Nacional?
Tengo un diálogo constructivo y positivo con varios ministros. Hay otros que no han abierto espacio de diálogo, sino solamente de crítica y eso es un error, porque tienen una responsabilidad con Bogotá y espero que eso cambie.
ERNESTO CORTÉS FIERRO
Editor General EL TIEMPO
@ernestocortes28