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El futuro incierto de los 67 museos públicos y privados de Bogotá
Luego de un cierre de casi tres meses, la posibilidad de reactivarse, para muchos, es casi nula.
El Museo de Bogotá abrió espacios de reflexión en línea y dispuso colecciones digitales y recorridos virtuales para sus visitantes. Foto: Cortesía Museo de Bogotá
Han pasado más de 70 días desde que los museos cerraron las puertas. Las obras, colecciones y rarezas que guardan la memoria de la ciudad y el país no han visto la luz, y aunque es uno de los sectores que podría pensar en reactivarse desde este lunes, si lo autorizaran en Bogotá, las pérdidas económicas de estos meses y la falta de apoyo gubernamental parecen estar sepultando toda posibilidad de que vuelvan a abrir, por lo menos en el corto plazo.
La preocupación no es para menos. Si se habla de museos se habla de diversidad, y esto implica que la crisis ha afectado más a unos que a otros. Y, por supuesto, muchos ven con incertidumbre su futuro.
El panorama en Bogotá no es alentador. Aunque se calcula que hay más de 90 museos, en el Sistema de Información de Museos Colombianos (Simco) solo hay 67 registrados, de los cuales 36 son privados; 30, públicos, y uno, mixto.
Lo anterior implica que cerca del 50 por ciento de los museos bogotanos, privados, están dependiendo exclusivamente de los recursos propios que han dejado de recibir, lo cual los pone en un riesgo inminente.
Esto sin mencionar los museos comunitarios, que no están registrados, pero para los cuales la única solución aparente es el cierre definitivo.
Aunque los esfuerzos no han sido pocos y se han adaptado a toda clase de opciones digitales, y hasta crowdfunding, la falta de ingresos pasó factura. A esto se le suma que en tiempos de crisis el arte, tan necesario para la sociedad, parece no tener importancia.
Para Diego Arango, vicepresidente de Icom (Consejo Internacional de Museos en Colombia), parte del problema radica en que “seguimos teniendo la idea de que un museo es un lugar para guardar cosas viejas, y ese imaginario no permite que las personas entiendan que el riesgo de que los museos desaparezcan es que con ellos se van la memoria y la historia de una comunidad”.
La crisis
Según William Gamboa, director del programa en Museología de la Universidad Externado y presidente de la junta directiva de Icom, “las afectaciones son diferenciales; lo primero es que los vínculos laborales son muy frágiles, y ahí hay un riesgo enorme para los empleados. Lo segundo es que muchos museos vivían de su boletería, y eso implica que sus ingresos están en cero”.
Hay que mencionar que la planta mínima de un museo es de 40 personas (ver recuadro), de las cuales el porcentaje de quienes pueden continuar laborando a través de teletrabajo es inferior al 40 por ciento, y lo que más dificulta la situación es que no hay un censo real del número de empleados de estos espacios que conservan invaluables tesoros de arte, cultura e historia.
Sin embargo, según el primer reporte de la encuesta ‘Museos colombianos y pandemia’, en la que participaron 183 trabajadores de museos, en su mayoría bogotanos, el 14,8 por ciento de los empleados no están trabajando.
¿Cómo sobreviven?
Con las puertas cerradas, los eventos cancelados y las colecciones selladas, los museos bogotanos han desarrollado estrategias para no quedar sepultados por la pandemia.
Recorridos virtuales 3D, tiendas en línea para que el público pueda adquirir postales, agendas, camisetas y todo tipo de productos enmarcados en las colecciones de cada uno, charlas y conferencias en vivo, y hasta talleres de museografía, son algunos de los salvavidas que los museos del mundo están utilizando para no cerrar. Y la capital no se queda atrás. El Museo de Bogotá, por ejemplo, habilitó espacios virtuales para reflexionar sobre la pandemia, y el Museo Colonial inauguró su primera exposición digital.
Seguimos teniendo la idea de que un museo es un lugar para guardar cosas viejas, y el riesgo de que cierren es que con ellos se va la memoria y la historia de una comunidad
Qué ha hecho el Distrito
Según el Instituto Distrital de Turismo, los esfuerzos han estado concentrados en conectar a la ciudadanía con los museos a través de 38 experiencias digitales que han obtenido 45.630 visualizaciones; esto versus el millón quinientos visitantes que recibieron los museos bogotanos en el 2019.
El Museo Colonial fue pionero, en la ciudad, en ofrecer sus exposiciones en el mundo digital para llevar sus obras a todos los bogotanos. Foto:Carlos Ortega.
“Hemos desarrollado estrategias como la ‘Semana de los museos’, en la cual damos a conocer diversos sitios de interés cultural para que cuando superemos esa coyuntura volvamos a visitarlos y a redescubrirlos”, añadió Karol Fajardo, directora del IDT.
Además, el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (Idpac) creó el Comité de Protocolos de Bioseguridad para Museos con la mesa de museos de Bogotá, a fin de crear un documento único que recoja todas las medidas para garantizar la reapertura segura del sector.
Los esfuerzos no han sido solo locales. El pasado 18 de mayo, Día Internacional de los Museos, el Ministerio de Cultura anunció recursos por 3.000 millones de pesos para apoyar el sector.
Sin embargo, esto resulta insuficiente. Para Ana Paula Gómez, conservadora de patrimonio del Programa Fortalecimiento de Museos del Ministerio de Cultura y miembro de la junta directiva de Icom, los recursos no garantizan que los museos salgan de la crisis.
“Necesitamos hacer una distribución equitativa, la ayuda no solo puede ser para los museos públicos o los más grandes, hay que llegarles a todos”, dice. Gómez reconoció que se ha trabajado en convocatorias y estímulos específicamente para los museos, y agregó que en septiembre se publicará una nueva oferta para ayudar a solventar la crisis.
SOS para volver a abrir
Aunque con las nuevas excepciones se supondría que los museos vuelven a la vida manteniendo un aforo máximo del 30 por ciento y según lo determine el Distrito, en la práctica el permiso de reapertura no es suficiente.
El primer problema es que la implementación de los protocolos tiene un costo alto de inversión que la mayoría de museos no pueden sostener, luego de más de 70 días sin recibir ingresos de taquilla o eventos.
“No solo tenemos que cumplir esos requisitos, los museos no van a tener el mismo flujo de visitantes ni los mismos ingresos, y ahí ya hay una dificultad enorme, ni siquiera tenemos certeza de poder abrir”, agregó Gamboa.
El segundo problema es la fragilidad de las estructuras museográficas, pues por no brindar un servicio de primera necesidad les ha sido muy difícil acceder a créditos o subsidios.
No solo tenemos que cumplir esos requisitos, los museos no van a tener el mismo flujo de visitantes ni los mismos ingresos, y ahí ya hay una dificultad enorme, no tenemos certeza de poder abrir
Por último están los retos que ha significado la pandemia, pues ni los museos ni todos los espacios que implicaban o social volverán a ser los mismos. “Ahora tenemos el reto de convencer al público de volver, nos comprometemos con todos los protocolos, pero necesitamos a los ciudadanos”, afirmó Gamboa.
Por ahora, los museos no tienen ni el dinero ni la capacidad suficiente para implementar los protocolos exigidos, así que mientras tanto ni las colecciones ni las obras de arte volverán a ver la luz.
El problema ha sido analizado en el ámbito internacional, y las cifras no son alentadoras. El Consejo Internacional de Museos (Icom) hizo una encuesta con 1.600 centros de 107 países. El 32 % de los encuestados afirmaron estar en amenaza de cierre; incluso, el 12,8 % ya prevé el cierre definitivo.
Lo que alerta el Icom es que la crisis no concluirá con la reapertura de las instalaciones. El 30 % de los encuestados creen que habrá despidos, el 41 % se prepara para perder ayudas de fondos públicos, y el 43 % asegura que podría no haber apoyos de los privados.
Los empleos en un museo
Director.
Secretaria ejecutiva de dirección.
Subdirector.
Asesor de planeación y control presupuestal.
Curadores de historia, arte, arqueología y etnografía.
Investigadores para cada curaduría.
Gestores de colecciones.
Encargados del registro de colecciones: cinco personas encargadas de la reserva, la conservación, la adquisición, el registro y la documentación de las colecciones y el archivo.
Conservación de colecciones: tres empleados cuyas funciones son coordinar, asistir y istrar las colecciones.
Una persona encargada del archivo y centro de documentación.
Museógrafo.
Asesor de museografía.
Cuatro profesionales encargados de la acción educativa y cultural: coordinador, programador, accesibilidad y formación.
Equipo de comunicaciones: coordinador, asesor de divulgación y .