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¿Se va de rumba? Ojo, así lo estudian para drogarlo en una discoteca
Usan las benzodiazepinas, una familia de fármacos. Gaula capturó banda que las usaba.
Dos de los 3 bares de los delincuentes que fueron capturados por el Gaula estaban en el sector de la Primero de Mayo. Foto: Nestor Gómez/ EL TIEMPO
Un grupo de amigos entra a una discoteca del sector de la 85, en Chapinero.
Mientras comparten, bailan y beben, algunas personas, sentadas cerca de ellos, los miran con atención. Se mimetizan, parece otro grupo de amigos de fiesta.
Pero mientras supuestamente están celebrando, se fijan en qué tiene cada uno para seleccionar a la víctima. Un reloj, la marca del celular, cadenas, la ropa son algunas pistas que van dando indicios. Sin embargo, hay otros detalles. ¿Quién paga la cuenta? ¿Usa tarjeta de crédito? ¿Tiene efectivo que sobresale de su billetera? No se pierden ningún detalle y, cuando lo tienen identificado, atacan en el momento justo.
Siempre debe quedarse uno en la mesa, siempre debe estar alguien pendiente de los tragos, de las copas, de lo que estén tomando. Y estar juntos, desconfiar
La familia de fármacos que se ha popularizado para cometer estos delitos son los de benzadiazepinas, como el diazepam, lorazepam y rivotril. Carlos Francisco Fernández, editor médico de EL TIEMPO, explicó que, entre otras, borra la memoria.
“Actúa en el sistema nervioso de manera general y, además de producir somnolencia –y de ahí su uso como hipnótico y como depresor del sistema nervioso–, básicamente altera la memoria, lo que permite que las personas actúen aparentemente normal, pero en algunas de ellas recordar estos eventos es muy difícil, de ahí que el uso delincuencial de estos elementos se haya difundido tanto”, precisa Fernández.
Después de suministrarle la sustancia en el trago, empiezan las preguntas. ¿Cómo es su nombre completo? ¿Dónde trabaja? ¿Con quiénes vino? De inmediato, la víctima vuelve a la mesa con sus amigos. Minutos después, la mujer va hasta allá, lo llama por su nombre, se declara sorprendida y feliz de encontrarlo –como ya sabe el nombre de las personas que lo acompañan–, les habla con naturalidad.
Allí los despojaban de sus pertenencias. Al tener en su poder las tarjetas de crédito y débito con las claves de los cautivos, realizaban retiros por medio de cajeros automáticos
“ ‘Ay, viniste con tus amigos de la empresa; usted es el de recursos humanos, usted es el de seguridad’, y así les hace creer que lo conoce. Esa persona dice que está muy borracho y que se lo lleva. Uno de amigo, con toda esa información que está suministrando, cree que es seguro”, explica el investigador.
Pero esa no es la única manera. La otra es que los delincuentes esperan a que la mesa de la víctima se desocupe mientras todos están bailando, o salen a fumar un cigarrillo, o van al baño, y ponen la sustancia en la copa de la víctima previamente identificada.
“Por eso siempre debe quedarse uno en la mesa, siempre debe estar alguien pendiente de los tragos, de las copas, de lo que estén tomando. Y estar juntos, desconfiar. A veces, uno de amigo dice ‘uy, este man se levantó tal muchacha’, y lo cree normal y hasta lo felicita, pero no se preocupa por quién es ella”, advierte el uniformado.
"Todo pasó en una discoteca de la calle 82 con carrera 12. Había una mesa con dos hombres y una mujer muy atractiva, voluptuosa y que llama la atención. Ella busca en las mesas cercanas quién 'le copie' en su coquetería, sin importar si es hombre o mujer. Se fija en mí y no deja de mirarme en toda la noche, con miradas que van y vienen. Ya próxima a irse del lugar, la abordo, se siente nerviosa y solo atina a decirme su nombre (Victoria), que no tiene número de celular, que está con amigos del trabajo y que me espera en un sitio de rumba cercano. Al dirigirme hacia mi mesa, uno de sus acompañantes me dice que 'su prima' está tragada de mí y que me esperan en el sitio de rumba para continuar la fiesta. Abordo a uno de los meseros y me dice que la mujer ha estado yendo al sitio toda la semana, que se sienta sola en la barra y espera quién le invite un trago. Menciona la actitud sospechosa de ella. Decidí no ir al sitio y continuar compartiendo con mis amigos".
Cae banda que drogaba
Estas modalidades fueron descubiertas por el Gaula de la Policía Nacional después de seguirles la pista por varios meses, con hombres y mujeres encubiertos, a los integrantes de una banda delincuencial denominada ‘Los transportadores’.
Esta estructura criminal estaba integrada por ocho personas, dentro de los que estaban los propietarios de tres bares, dos en la Primero de Mayo, y uno en San Victorino.
Hasta estos lugares eran llevadas las víctimas, donde había habitaciones en las que permanecían varias horas y en ocasiones días. “Allí los despojaban de sus pertenencias. Al tener en su poder las tarjetas de crédito y débito con las claves de los cautivos, realizaban retiros por medio de cajeros automáticos y compras en almacenes de cadena por cuantías que oscilaban entre los 3 hasta los 110 millones de pesos”, explicó el general Fernando Murillo, director del Gaula de la Policía.
A estos delincuentes se les demostró la participación en al menos 100 casos de este tipo. Además, se les identificaron ocho predios y nueve establecimientos con razón social en Bogotá, que habían adquirido producto de las diferentes actividades delictivas. Todas estas propiedades sumaban más de 20.000 millones de pesos, a los cuales se les realizó extinción de dominio.
En total fueron ocho los delincuentes capturados. Tenían en su poder tarjetas de crédito y sustancias alucinógenas. Foto:Gaula
Recomendaciones de las autoridades
• No entre a cualquier establecimiento público, prefiera sitios conocidos y de confianza.
• Asegúrese de ver cuando su bebida sea servida o abierta.
• Nunca deje su vaso sin atender.
• No acepte bebidas de personas que no conoce.
• Si sale a hacer diligencias, en especial bancarias, es recomendable, siempre, ir con compañía y, en caso de retiro de dinero, pedir el acompañamiento de la Policía.
• Sea prudente con quienes lo abordan en espacios públicos, no permita que se le acerquen demasiado ni les acepte bebidas, dulces o cigarrillos.
• En caso de sentir un mareo después de consumir un licor o un alimento, debe tratar de buscar de inmediato a un policía para que lo ayude.