Los casos de personas quemadas con pólvora en la ciudad durante los primeros 22 días del mes van en aumento. En Bogotá, el número de casos se incrementó 23 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior, pasando de 26 en 2020 a 32 en 2021.
Esta cifra no es menor si se tiene en cuenta que 12 de esos casos involucran a menores de edad, quienes, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Salud, en la mayoría de acontecimientos eran observadores y no quienes manipulaban la pólvora. Asimismo, otro dato que preocupa a las autoridades de la capital es el número de personas con lesiones en la cara –cuatro más que en 2020–, que han dejado daños oculares permanentes en cinco personas.
“Las localidades en las que más se presentan lesionados con pólvora, perdiendo funcionalidad de diferentes órganos de su cuerpo, son Engativá y Bosa”, detalló Eliana Hurtado, secretaria de Salud (e).
Esta situación ha intensificado los operativos de la Policía Metropolitana en la ciudad. De acuerdo con la Secretaría de Seguridad, desde finales de noviembre se han realizado 26 acciones para la prevención del uso de artículos pirotécnicos. “Se han intervenido 149 establecimientos. Como resultado, se han incautado 256 kilogramos de pólvora y se han sellado cuatro establecimientos”, dijo el secretario de Seguridad, Aníbal Fernández de Soto.
Este es un tema que tiene un trasfondo cultural de muchos años atrás, y va a tomar su tiempo desarraigar.
Para el concejal liberal Armando Gutiérrez, hacer un control efectivo al uso de estos elementos no es sencillo debido a que “persiste la informalidad en la fabricación, comercialización y expendio de pirotecnia”.
“Las acciones de las autoridades deben dirigirse a combatir la informalidad de quienes la producen sin los requisitos técnicos, y retirar del mercado los dispositivos de dudosa procedencia (...). Este es un tema que tiene un trasfondo cultural de muchos años atrás, y va a tomar su tiempo desarraigar; mientras tanto, se tiene que propender por su reglamentación en un marco de responsabilidad, de legalidad y de seguridad”, señaló Gutiérrez, uno de los cabildantes que ha puesto el ojo en la lupa a esta problemática.
EL TIEMPO habló con Richard Esteban Matiz, gerente de la empresa Pirotecnia de Colombia S. A. S., quien coincide en que puede ser posible que haya aumentado la venta de pirotecnia informal en la ciudad, y culpa a quienes están en contra de los espectáculos pirotécnicos profesionales.
“Los espectáculos se hacen de manera recreativa para que profesionales realicen una quema segura y controlada. Esto, para que las familias vayan y disfruten de un show totalmente seguro, pero el Distrito no hizo la inversión de pirotecnia, lo cual puede generar que se aumente la informalidad en la ciudad”, señaló Matiz, quien recalcó que, en todo momento, la responsabilidad en Colombia en el uso es individual. “Nosotros cumplimos con vender a personas mayores de edad que no se encuentren en estado de embriaguez, como lo indica la ley”, indicó.
EL TIEMPO
*Con reportería de Diego Lozano.