Según datos consignados en el Sistema de información Red de Desaparecidos y Cadáveres del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, durante el 2023 se presentaron 2.378 casos de desapariciones en Bogotá.
Aunque disminuyó en comparación con el año 2022, cuando se presentaron 2.435 casos, preocupa que sea recurrente que en más del 30 por ciento de los registros (783), los protagonistas sean los menores de edad.
Una de las alertas que se conoció esta semana la dio también la Defensoría del Pueblo sobre los riesgos que podrían engrosar las cifras este año. Dijeron que la exacerbación de la violencia selectiva e indiscriminada puede terminar, entre otros delitos, en desapariciones forzadas”.
Agregaron que el control que ejercen los grupos criminales de redes de trata y explotación sexual, mendicidad ajena y trabajos forzados es preocupante. Igualmente, se mantiene el riesgo por vinculación, uso y utilización de niñas, niños, adolescentes y jóvenes, principalmente para expendio de drogas y armas.
1.127 han sido rescatadas vivas y el restante, que corresponde a 1.162 personas siguen sin ser encontradas. “El 49 por ciento siguen desaparecidas”
Para la concejal del Centro Democrático, Diana Diago, las cifras de la capital son muy superiores en comparación con los demás municipios del país. “Esta es una cifra alarmante para Bogotá. No podemos permitir que el miedo se apodere de la ciudadanía, no podemos permitir que la delincuencia se apodere de nuestra ciudad”.
De las 2.378 personas desaparecidas en 2023, 84 fueron encontradas muertas, 1.127 han sido rescatadas vivas y el restante, que corresponde a 1.162 personas siguen sin ser encontradas. “El 49 por ciento siguen desaparecidas”, dijo Diago.
La cabildante agregó que encontró más de 70 casos de niños entre 1 y 10 años. “Hay que tomar medidas urgentes para proteger a la primera infancia”. Según investigadores de la Policía son varias la razones por las que los menores de edad aparecen de forma preocupante en estas cifras.
El subintendente Luis Alejandro González Ubaque trabaja en esta ardua tarea desde el 25 de junio de 2011. Su experticia junto con las cualidades de su grupo de trabajo ha logrado que, en promedio, el 91 por ciento de los casos se resuelva en una ciudad en donde a veces reportan un caso al día y otros 18 o más.
Adolescentes rebeldes con malas relaciones familiares, hombres y mujeres que les huyen a deudas y decepciones amorosas, personas que salen de fiesta y terminan escopolaminados, víctimas de accidentes de tránsito y casos de enfermos mentales, consideradas desapariciones voluntarias, son los casos que más los ocupan. Del otro, lado, están las desapariciones forzadas, que representan su mayor desafío. Y en Bogotá, hay de todo.
El primer imaginario que quieren desestimar es que hay que esperar determinado tiempo para notificar el caso de una persona desaparecida. “Cada familia sabe cuándo hay un riesgo latente, entonces, apenas tengan una alerta, deben reportar el caso al Instituto Nacional de Medicina Legal, los encargados de registrar todos los reportes”, explicó.
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REDACCIÓN BOGOTÁ