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¿Qué tan viable es que Bogotá tenga su propia policía?
Expertos analizan la idea que cambiaría el esquema nacional. Análisis.
Patrulleros policía Foto: Policía Nacional de Colombia
La preocupación por la situación de seguridad en Bogotá aumenta con el paso de los días. La semana pasada, durante la rendición de cuentas de la istración Distrital, la alcaldesa Claudia López hizo un fuerte llamado al Gobierno Nacional, porque, según dijo, el Ministerio de Defensa habría retirado de la ciudad a 1.500 uniformados que se formaron con dinero de los impuestos de los bogotanos, dejando así a la capital nuevamente sin el pie de fuerza necesario para combatir la criminalidad.
La situación de falta de policías en la ciudad llevó a que López lanzara una propuesta que tiene que ver con la creación de un cuerpo policial especial para Bogotá que no dependa de la Policía Nacional, sino que sea istrada directamente por la Alcaldía.
“Si desde el Gobierno Nacional lo que hacen es quitarle policías a Bogotá, entonces yo le pido al Presidente que tramite una ley que permita crear una policía local para la ciudad (...) nosotros la pagamos y la entrenamos”, señaló López.
Ceremonia de asignación de nuevos policías a Bogotá. Foto:César Melgarejo. EL TIEMPO
La cartera de Seguridad del Distrito dice que hay un tema de fondo que impulsó no solo las declaraciones de López, sino, además, el proyecto. Según cifras recopiladas de la base de datos de la Policía Nacional, para 2020 en Bogotá había 17.205 uniformados; luego, en 2021, está cifra ascendió a 18.833, incluidos los 1.500 oficiales que dio el gobierno de Iván Duque.
En 2022, en la ciudad solo había 17.783 policías, incluidos los otros 1.500 que se habían pactado con el Gobierno. Finalmente, en el inicio de este año siguieron reduciendo los efectivos y el censo quedó en 17.161. La pregunta que se hace la Alcaldía es: ¿dónde están los uniformados que financió el Distrito y que costaron 7.283 millones de pesos?
Nuevo secretario de Seguridad Foto:Secretaría de Seguridad
El secretario de Seguridad de Bogotá, Óscar Gómez Heredia, explicó que esta idea es producto de un análisis hecho desde la istración Distrital, en la que se pudo evidenciar que, aunque la Policía es muy efectiva atacando grandes estructuras criminales que operan en la ciudad, no entrega los mismos resultados cuando de delitos de alto impacto ciudadano se trata.
“Se considera que Bogotá debe tener una Policía propia que sea más cercana al ciudadano y que no se limite solamente a atacar a las estructuras criminales, sino que atienda problemas que tiene el ciudadano a diario”, dijo Gómez, quien además aclaró que este apenas es un proyecto que se está estructurando y que debe surtir muchos trámites legales en el Congreso antes de poder ver la luz.
EL TIEMPO consultó a expertos en materia de seguridad para revisar qué tan viable es esta propuesta y si sería posible implementarla en una ciudad como Bogotá. Aunque las opiniones son variadas, los analistas aseguran que la materialización de la idea de López requiere de dos factores que esta istración ya no tiene: primero, los recursos suficientes para crear todo un cuerpo de seguridad policial con las inversiones en infraestructura, educación y equipamiento que eso requiere; y segundo, tiempo para implementarlo, pues a la actual alcaldesa solo le quedan nueve meses en el cargo.
Hugo Acero, exsecretario de Seguridad de Bogotá, catalogó la iniciativa como una simple idea que surge a raíz del incumplimiento del Gobierno Nacional con la Alcaldía. Sin embargo, fue enfático en decir que detrás de esa idea no hay una propuesta concreta. “No hay una noción sobre cuántos policías tendría Bogotá, cuáles son los costos de la cantidad de uniformados que se requieren o cuál es la infraestructura. Tampoco es claro cómo operaría o cuáles serían los mandos, ahí no hay una propuesta”, apuntó.
Pero más allá de estos argumentos sobre la solidez de la idea de la alcaldesa, hay expertos como Andrés Nieto, exsubsecretario de la cartera de Seguridad del Distrito, que dice que el modelo que se está pensando en Bogotá es similar al que funciona en países como Argentina, Brasil o México, que tienen policías federales comandadas y financiadas por alcaldías o gobernaciones.
La alcaldesa Claudia López en el acto de rendición de cuentas de sus tres años. Foto:Alcaldía de Bogotá
Sin embargo, advierte que estos modelos tienen dos problemas: primero, la capacidad de formación, que no sería igual a la que se da en la Policía Nacional; y segundo, la destinación de recursos para la dotación.
No obstante, Nieto dice que aunque la idea es viable hay que tener cuidado en su implementación, pues tener una policía local en la ciudad implica una reforma de todo el sector de la seguridad nacional porque la institución está centralizada tanto en mando como en orden, logística y fuerza, lo que implica la creación de una ley que transformaría la forma como se gestiona la seguridad de todo el país.
Ahora, otro asunto que ponen los expertos sobre la mesa es que, aunque la idea se podría materializar como en otros países de la región, lo cierto es que hay un problema que supera la simple formación de un nuevo cuerpo de seguridad exclusivo para la ciudad, y es el tema de la incorporación.
“Los jóvenes ya no quieren ser policías y ese es el real problema. Por ejemplo, en Buenos Aires hay incentivos para que los jóvenes se incorporen; aquí podríamos empezar a crear policías locales, pero mientras no haya gente que quiera hacer parte de eso, no hay posibilidad de nada”, dijo Nieto.
Finalmente, Henry Cancelado, director del área de ciencia política y relaciones internacionales de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y exdirector de la maestría en seguridad y defensa de la Escuela Superior de Guerra, fue más crítico y señaló que la idea es “inconstitucional”, porque Colombia es un régimen centralizado en términos de seguridad; además, dijo que Bogotá no cuenta con los recursos para poder sostener un esquema como el que se plantea.
“Esto no es una cosa de motos y uniformes. Se trata de capacidades tecnológicas. Implica definir cómo se van a articular con la Policía Nacional y cuál será la participación del Gobierno para financiarlo. ¿Qué va a pasar con los cuerpos de choque como el Esmad, por ejemplo? Esto es más una propuesta para llamar la atención ante los incumplimientos con el tema de los policías”, anotó.
Pero entre todo esto hay un punto que resaltan los expertos y es que la creación de una policía local en Bogotá permitiría un diálogo más robusto entre la alcaldía y el cuerpo de seguridad. “Hemos hablado mucho de esto, la desconexión entre la Policía y la istración es muy evidente. Esta idea rompería esa barrera de comunicación”, señaló Juan Jiménez, experto en seguridad ciudadana de la Universidad Nacional.
Aunque este diario intentó comunicarse con la Policía Metropolitana de Bogotá para conocer la visión sobre la propuesta de la istración, no fue posible obtener una respuesta y señalaron que están a la espera de un pronunciamiento institucional.
El modelo regional
Hugo Acero, exsecretario de Seguridad, Convivencia y Justicia de Bogotá. Foto:Milton Díaz / EL TIEMPO
Tanto en Latinoamérica como en el resto del mundo ya hay países donde este modelo funciona desde hace décadas. Por ejemplo, dicen desde la Secretaría de Seguridad que la idea de la istración tiene como referente el modelo de policía de vecindario que hay en Santiago de Chile o los esquemas de seguridad de lugares como España, Canadá o Nueva York.
Sin embargo, aquí en el la región también hay países como Brasil, México y Argentina que cuentan con un modelo de distribución de la policía muy similar al planeado por López; no obstante, estos países, desde su constitución funcionan como Estados federados, lo que traduce que cada gobernador o alcalde de las ciudades tiene a su cargo un cuerpo policial distinto a la Policía Federal, que sería como la Nacional, aquí en Colombia; por ende, no es necesaria una modificación en las leyes para que puedan funcionar.
Ahora, más allá de si el modelo es exitoso o no, lo cierto es que algunas ciudades de Brasil y México están catalogadas como las más peligrosas del mundo y eso, según los analistas, se debe a que este modelo de seguridad propicia la corrupción y la delincuencia.
Hugo Acero explica, por ejemplo, que la gran mayoría de las policías locales en América Latina “son un desastre”, porque cuando se analizan las experiencias como las de México, Brasil y Argentina se puede observar que son fuerzas “ineficientes, poco capacitadas y con bajos niveles de profesionalización y niveles altos de corrupción”.
En esa misma línea, advirtió que cuando la fuerza disponible depende de las istraciones locales se genera un debilitamiento de la estrategia porque cada que hay un relevo de mando en las alcaldías o gobernaciones, el nuevo mandatario podría tener las facultades para reemplazar a todos los “uniformados” y se convertiría el esquema de seguridad en una entidad más de la ciudad con competencias istrativas.