Salvar vidas, el mejor deseo de Navidad /Opinión

Desafortunadamente, las principales fiestas del año son las temporadas más mortales en las vías y carreteras colombianas. Qué paradójico que celebraciones como navidad o año nuevo, representen el periodo de mayor número de muertes en el año, en diciembre de 2022 883 personas fallecieron a causa de siniestros viales, un 43% más que el mes con menor incidencia.

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De allí que salvar vidas podría ser una de las mejores acciones en estas fiestas decembrinas, a las cuales se agregan otras celebraciones que van desde las novenas navideñas, hasta ferias regionales como las de Cali, Manizales, o el Carnavales de negros y blancos en Pasto

La pregunta pedagógica que es necesario reformular es ¿qué hacemos para salvar vidas en diciembre y enero? Dentro de un contexto de alto consumo de alcohol y los más grandes desplazamientos por el territorio nacional, lo primero sería determinar los momentos y lugares más críticos a nivel nacional, regional y local.

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Priorizar la seguridad vial debería ser tarea de todos los actores e instituciones que intervienen en las esferas públicas, privadas, y ciudadanas. Para lograr lo anterior, sería indispensable articular los entes ministeriales, departamentales y municipales, una tarea de coordinación que se ha logrado en muy pocas ocasiones, pero que podría tener un impacto gigantesco en la siniestralidad si se consigue tener comandos centrales de monitorio y acciones conjuntas de seguridad vial entre diciembre y enero. 

Para esta titánica labor se necesitaría una articulación entre los ministerios y secretarías de transporte, salud e incluso interior, con sus respectivas dependencias, como la Agencia Nacional de Seguridad Vial.

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Es preocupante ver cómo tanto las autoridades como los medios de comunicación, parecen más interesados por los famosos planes retorno que por los planes de seguridad vial. Realmente, el eje principal de esta temporada que moviliza tantas personas a lo largo del país, debería ser la protección de la vida, muy por encima de incrementar la velocidad para agilizar el y salida de las ciudades. El mejor plan de retorno es aquel que no tenga muertos en la vía.

En este sentido, muchas entidades despliegan acciones que incluyen campañas informativas, puntos de control, e incluso limitaciones de en ciertas zonas o franjas horarias. Por ejemplo, en los periodos de fiestas, ciudades como Cartagena o Pasto, han limitado la circulación de vehículos en las zonas centrales o s a playas.

Por otra parte, además del trabajo que se espera por parte de las autoridades y los agentes de tránsito a través de los puntos de control en las vías, es mucho lo que podemos hacer desde la ciudadanía; en especial los viajantes, a quienes les corresponde tener los vehículos en muy buen estado, contar con elementos de protección como sillas de retención para los menores, planear los recorridos con anticipación, mantenerse informados sobre el estado de las vías, pero, sobre todo, estar en buena condición física.

Lo más importante durante el viaje es evitar el afán y estar dispuesto a detenerse para tener pausas y descansos, ya que el cansancio puede llevar a micro sueños y fines fatales.

En conclusión, esperamos que la seguridad vial en estas fiestas sea una prioridad para gobiernos, empresas y familias que van a viajar, y que podamos pasar las fiestas con el menor número de siniestros viales posible, recordando que la protección de la vida está por encima de la velocidad

RICARDO MONTEZUMA