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La soledad marcó los últimos años de Samuel Moreno en su lugar de reclusión
Estuvo preso en Estación de Carabineros, pasó alejado de la política y se lo vio derrumbado.
En noviembre del 2015, los abogados de Samuel Moreno lograron un nuevo aplazamiento del juicio. En esta ocasión, los defensores dijeron que les negaron la entrada a la Escuela de Carabineros. Por su parte, el juez ordenó investigar. Foto: Mauricio Moreno / ELTIEMPO
El fallecido Samuel Moreno Rojas pasó sus últimos años en la Estación de Carabineros de la Policía en Bogotá. Allí estuvo preso desde octubre de 2011 por su participación en el entramado de corrupción durante su alcaldía y que se conoció como el ‘carrusel’ de la contratación, al que también estuvo vinculado su hermano, el senador Iván Moreno, políticos, funcionarios, concejales y reconocidos empresarios de la construcción.
En ese lugar localizado en el parque Nacional, en el oriente de ciudad, recibió visitas de familiares, amigos y hasta políticos. Sin embargo, según conoció este diario, en los últimos años el exalcalde de Bogotá (2008-2011) estuvo totalmente alejado de la política e incluso, como lo escribió recientemente el presidente Gustavo Petro, había “envejecido” y estaba “derrumbado”.
Después de 12 años de destaparse el mayor escándalo de corrupción en la ciudad, y tras recibir tres condenas de la justicia, Moreno Rojas había desaparecido hasta del radar de los medios de comunicación en la capital.
De él se volvió a tener noticias en la tarde del pasado jueves 9 de febrero, cuando fue trasladado sin signos vitales a una unidad de urgencias del Hospital Militar. Había sufrido un desmayo en la Estación de Carabineros. Según un comunicado de este centro de médico, el exalcalde sufrió un infarto agudo del miocardio.
Sin embargo, el viernes, a las 6:30 de la tarde, falleció por una “parada cardiaca”, según informó el hospital. En ese momento el exmandatario se encontraba acompañado de su familia. Ante el deceso, han sido varias las voces de solidaridad con su familia. Una de ellas, la del presidente Petro, quien en 2012, tras ser elegido en las urnas, sucedió en la alcaldía a Moreno Rojas.
“Me entristece la muerte de Samuel Moreno. Una vida verdaderamente perdida. Una enseñanza a las izquierdas sobre los caminos que jamás debe emprender una alternativa política”, escribió en un tuit el jefe de Estado.
Igualmente se pronunció la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, en su cuenta de Twitter: “Lamento la muerte repentina del exalcalde Samuel Moreno. A su familia y amigos mis condolencias y respeto en este momento tan doloroso y difícil. Muy especialmente a su esposa e hijos y a su señora madre”.
Samuel Moreno fue un delfín presidencial. Siempre pensó que su destino sería la Casa de Nariño. Para eso hizo carrera durante casi dos décadas en el Congreso y, luego, como alcalde de Bogotá, paradójicamente, el mismo cargo que le fue esquivo a su madre, la ‘Capitana’ María Eugenia Rojas, en 1988, cuando se estrenó la elección popular de alcaldes en Colombia.
Con tres condenas a cuestas por el escándalo del ‘carrusel’ de la contratación –que sumarían casi 70 años, si bien la pena efectiva no llegaría a los 30 años de prisión– Samuel Moreno y su hermano menor, Iván, también condenado, fueron protagonistas del jet set colombiano, primero, y luego de algunos de los más escandalosos expedientes de la justicia en el país por el saqueo de los recursos públicos.
En el 2013, en otra audiencia en la que la Fiscalía le tenía preparada la imputación de delitos como concierto para delinquir y peculado por apropiación, el abogado de Samuel solicitó el aplazamiento. Desde ahí se dieron cuatro aplazamientos más, unos por no tener abogado y otros porque este no se había leído el expediente. Foto:Ana María García / ELTIEMPO
Nietos del expresidente Gustavo Rojas Pinilla –el único dictador en la historia moderna colombiana (1953-1957)– e hijos de su heredera, María Eugenia, los hermanos Moreno fueron criados para ser protagonistas de primera línea en la política colombiana.
Samuel nació en Miami en 1960. Allí se había refugiado el dictador Rojas Pinilla tras su salida forzada del poder en 1957, y su formación y su ‘mundo’ tenían el sello americano.
Una década larga después, tras el regreso del general Rojas y su fallido intento de llegar de nuevo al poder en las accidentadas elecciones de 1970, la familia se quedó en el país.
La casa familiar estilo palacete en el sector de Teusaquillo fue el refugio de los Rojas tras su regreso, y desde allí ‘la Capitana’ empezó a proyectar a sus hijos para recuperar el poder que nunca volvió a manos de su padre.
La alcaldía de Bucaramanga para Iván Moreno (2000-2003) y la de Bogotá para Samuel (2008-2011) eran parte clave de ese plan. Iván se quedó con los votos de su hermano para llegar al Senado y Samuel, apoyado por el Polo Democrático, sucedió a Lucho Garzón en el segundo cargo de elección popular más importante en Colombia, después del Presidente.
La ruta hacia la Casa de Nariño se frenó en seco cuando se descubrió el billonario saqueo a las finanzas de Bogotá planeado por Samuel Moreno, su hermano Iván y reconocidos delincuentes de cuello blanco como Emilio Tapia y los hermanos Miguel y Manuel y su primo Guido Nule.
Iván Moreno Rojas, exsenador condenado por el 'carrusel' de contratos. Foto:EL TIEMPO
Si bien más de una década después no se ha logrado recuperar la mayor parte de lo que los Moreno le robaron a Bogotá, la justicia sí impuso condenas. Samuel recibió las más altas por delitos como peculado por apropiación agravado y concierto para delinquir agravado. Su hermano, Iván, está en la cárcel La Picota, pendiente de pagar varias condenas que, en años efectivos de reclusión, pasarían de los 30 tras las rejas.
Virtualmente alejado de la política y de los os que su hermano sí mantiene en La Picota (fue uno de los mencionados en las visitas del hermano del presidente Gustavo Petro a las cárceles en plena campaña presidencial, para hablar del ‘perdón social’), Samuel incluso había optado por no insistir demasiado en sus solicitudes de libertad, beneficios que sí tuvieron algunos de sus socios en la corrupción como los Nule y el mismo Emilio Tapia.
“El sitio de reclusión era uno de los más bellos de la ciudad (la Estación de Carabineros), pero no dejaba de ser una cárcel”, contó hace algún tiempo uno de sus allegados. Esta semana, el exalcalde Samuel Moreno volvió a ser noticia cuando llegó sin signos vitales al Hospital Militar, donde finalmente murió.