En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Opinión
¿Se acaba el tiempo para avanzar el Tren a Zipaquirá y los buses eléctricos para TransMilenio?
Bogotá tiene muchos proyectos de movilidad en curso al mismo tiempo, pero hay decisiones pendientes por tomar.
Así se vería el tren del Regiotram. Foto: Gobernación de Cundinamarca
Pocas veces en la historia de Bogotá y su entorno habíamos tenido tantos proyectos de movilidad de forma simultánea, pero son apenas una parte de todo lo que necesitamos para mejorar el a las oportunidades de la ciudad-región de forma sostenible. Nos estamos desatrasando; eso está bien, y empezaremos a ver algunos proyectos en operación en los próximos meses y años. Muchos de los proyectos cuentan con apoyo nacional y fueron aprobados por gobiernos anteriores.
Pero faltan muchas cosas y el actual gobierno nacional puede dejar su propio legado para la movilidad sostenible en Bogotá y Cundinamarca. Hay dos proyectos sobre la mesa, pendientes de decisiones que aún pueden ser oportunas, pero el calendario sigue corriendo y parecemos no pasar de anuncios, mesas de trabajo e intercambios en redes sociales. Entiendo que existe voluntad de avanzar, pero ésta no se materializa en actuaciones istrativas.
El tren eléctrico de pasajeros a Zipaquirá es un proyecto con una larga maduración. Ya contaba con factibilidad en 2023, gracias a cooperación técnica del Reino Unido, y fue presentado por la gobernación de Cundinamarca y la alcaldía de Bogotá a consideración del Ministerio de Transporte, que debe emitir concepto antes de seguir al Conpes, Confis y convenio de cofinanciación.
El tren eléctrico de pasajeros a Zipaquirá ya contaba con factibilidad en 2023. Foto:Gobernación de Cundinamarca
Sin embargo, a pesar de la voluntad del gobierno nacional de avanzar la agenda ferroviaria, el proyecto fue rechazado al final de 2023: se solicitó su rediseño para incorporación de transporte de carga.
Luego de más de un año, y por insistencia del gobernador de Cundinamarca, el proyecto fue de nuevo anunciado como prioritario en su condición de transporte de pasajeros. El Ministerio de Transporte se ha mostrado favorable, pero no hay anuncios específicos sobre la aprobación de requisitos. ¿Será que alcanzamos a dar todos los pasos en los próximos meses antes que llegue la restricción por garantías electorales?
Los buses eléctricos para los sistemas de transporte masivo en operación fueron una idea muy valiosa incorporada en el Plan Nacional de Desarrollo. Tienen un impacto muy favorable en la reducción de costos que hoy tienen que ser cubiertos con recursos locales, porque hay un desbalance estructural entre ingresos por tarifas y costos de operación (que incluyen el costo de la flota).
En el caso de Bogotá el apoyo público, es de 3 billones; si se cuenta con apoyo nacional para la flota eléctrica de 269 buses troncales, se reduce la presión sobre las tarifas, al tiempo que se genera un impacto muy positivo en calidad de aire y reducción de emisiones de gases efecto de invernadero que causan la crisis climática.
Esta semana, la Dirección de Transporte Metropolitano de Santiago de Chile presentó un balance muy favorable en este sentido (léalo aquí). Su flota solo genera el 3.3% de las emisiones del transporte de la región metropolitana, en parte importante por los 2,550 bues eléctricos de la Red Movilidad (la flota más grande en ciudades fuera de China). Santiago avanza para contratar 1,800 e-buses adicionales, asegurando el liderazgo en electromovilidad en la región, que hace 3 años ostentaba nuestra capital.
El apoyo nacional a la nueva flota eléctrica permitiría avanzar de mejor manera en la transición energética de Bogotá y el país y rompería la barrera que parece aún persistir para e-buses grandes (articulados y biarticulados). La istración distrital ha indicado que ha enviado los requisitos a los distintos ministerios y el DNP, entre los cuales hay temas de gobernanza.
El gobierno nacional ha dicho que la pelota está en el campo del Distrito. Deberían jugar juntos para avanzar en este logro y dejar un legado específico a la ciudad. Insisto: el tiempo se agota.