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Noticia
Terrorismo y violencia: así pasan los días en Damasco (Nariño), donde el infierno de la guerra no da tregua
- En este corregimiento del municipio de Cumbitara no cesan los combates entre Ejército y grupo armado ilegal.
No es la Damasco de Siria, es el Damasco del municipio de Cumbitara en el departamento de Nariño, pero que hoy tienen algo en común: el terrorismo y la violencia.
En este corregimiento, ubicado en el Bajo Cumbitara y rodeado de montañas, en la mañana del pasado lunes 19 de mayo, un niño desde la terraza de su casa gritaba muy exaltado: “¡Ve lo que están tirando, ve lo que están tirando!”.
Ese dramático momento quedó grabado en un video en el que se observa un helicóptero del Ejército Nacional en pleno vuelo, que evade los disparos de fusil de integrantes de un grupo armado ilegal y se miran las bengalas que lanzan los soldados desde tierra, una escena que pareciera de la Siria de Damasco.
La vía aérea es la opción que tienen los militares para acceder de forma segura al corregimiento. Foto:Particular
Una niña en abril del año pasado estuvo en una sesión de la Asamblea de Nariño en Pasto, para leer un cuento a los diputados y contarles cómo la violencia no se quiere ir de su pequeño terruño y cómo la paz está muy lejana.
Su cuento se basaba en una historia real que describía la felicidad y tranquilidad que sentían los niños, cuando jugaban y se divertían en una cancha de ese poblado, hasta que un día un fuerte sonido retumbó, eran los disparos de fusiles entre grupos armados ilegales que luchaban por el dominio territorial.
Un año después, el Damasco de Nariño se mantiene como un verdadero escenario de guerra, donde las tropas del Ejército por tierra y aire sostienen fuertes y prolongados combates con hombres del grupo armado residual Franco Benavides, de las disidencias de las Farc.
Un soldado muerto y cinco más heridos
Los enfrentamientos se recrudecieron el lunes 19 de mayo, cuando el soldado profesional Yathson Manuel Maestre Salazar murió y otros cinco soldados resultaron heridos y fueron trasladados hasta un hospital de la ciudad de Pasto.
El desmantelamiento de infraestructuras cocaleras, otro de los objetivos de las tropas. Foto:@FuerzasMilCol
La Tercera División del Ejército informó que el sábado 17 de mayo en una operación militar en contra del que consideró el mayor enclave cocalero perteneciente al mencionado grupo al margen de la ley en Cumbitara, logró desmantelar un laboratorio para producir de 6 a 8 toneladas de cocaína mensuales.
En el marco de esa misma operación militar, una aeronave del Ejército fue impactada por disparos de fusil, cuando proporcionaba apoyo aéreo a las tropas en tierra. Fue necesario pedir el apoyo de aeronaves artilladas en la zona.
El Gobernador reporta dificultades
El gobernador de Nariño, Luis Alfonso Escobar, reconoció que los enfrentamientos han generado una grave afectación en la población civil residente en esa zona rural de Cumbitara.
“Nos han reportado muchas dificultades, especialmente los temores de la población, hacemos un llamado al Ejército y a los actores armados a respetar el Derecho Internacional Humanitario y los derechos humanos de nuestra población”, recalcó el mandatario seccional.
Luego dijo: “Estamos listos con los organismos de derechos humanos, la Procuraduría Regional, la Defensoría del Pueblo y la Gobernación de Nariño para ir a la zona, esperamos llegar lo más rápido posible para brindar una atención humanitaria”.
La población civil, la más afectada por los combates. Foto:Particular
Sin embargo, hasta este miércoles 21 de mayo se sabe que eso no se ha podido realizar, debido a los fuertes combates que se mantienen en ese corregimiento localizado en plena Cordillera Occidental de Nariño.
El gobernador pidió al Gobierno Nacional que active los canales de diálogo con la estructura Franco Benavides del estado mayor central de las Farc, con el fin de lograr negociaciones que permitan acabar con un conflicto que está afectando directamente a las comunidades campesinas y afros.
Una diputada muy afligida
La diputada de la Asamblea de Nariño y oriunda del municipio de Cumbitara, Isabel Rodríguez Guevara, no puede ocultar su gran preocupación por lo que viene ocurriendo en su comarca durante los últimos meses.
En su intervención en una sesión de esa corporación, confesó que una cosa es ver el conflicto armado desde un escritorio en Pasto, y otra cosa es vivirlo en el propio territorio.
“Son más de ocho años que mi municipio viene siendo frontera del conflicto, si no son unos, son otros los grupos que empiezan a tener el control del territorio, son más de ocho años, hemos estado todo este tiempo en ese vaivén, eso es horrible”, declaró.
Dijo que en el corregimiento de Damasco por cuenta del conflicto armado hay varias familias desplazadas en la vereda Guadualito, de la que indicó: “Es una zona agrícola, ganadera, de gente buena y trabajadora y hoy por miedo tuvieron que salir y dejar abandonadas sus casas, para ubicarse en lugares donde se puedan sentir más seguros”.
Sostuvo que de Damasco a la cabecera municipal de Cumbitara como mínimo se gastan dos horas si la carretera está en buenas condiciones, porque cuando no es así son tres horas o más de recorrido.
Su temor es que una situación similar tengan que vivir los habitantes de las veredas San José, Lijao, Las Piedras y San Agustín, en las cuales en marzo del año pasado los grupos armados ingresaron y dejaron artefactos explosivos junto a viviendas y cultivos.
“Muchas de estas tierras tienen que ser abandonadas por los campesinos y campesinas y las comunidades afro que son las que allá viven, por el miedo a quedar mutilados”, agregó.
Expresó que ahora sucedió algo parecido cuando dijo: “La comunidad en una de estas veredas estaba resistiendo, los ataques que sentían, las balas que sentían, ellos, ahora, decidieron salir cuando un artefacto explosivo cayó en un potrero y mató a un semoviente”.